Cual pase el temblor 6
El 12 de setiembre pasado la clase número 6 (la antepenúltima) del Seminario del Instituto Patria (IP) “Después del Temblor”, puso el énfasis en la respuesta de los Estados frente a la actual pandemia.
Esta vez disertaron la entusiasta diputada nacional Claudia Bernazza (coordinadora, por otra parte, de todos los cursos del IP) y el periodista Edgardo Mocca, con la moderación de la ex ministra nacional Debora Giorgi.
Como siempre, el tema central es cómo avanzar hacia un desasrrollo productivo en un contexto de catástrofe ambiental mundial, como es el avance del COVID 19.
Arrancó Bernazza preguntándose cómo las sociedades construyen sus institucionalidades: “yendo a lo práctico, toda forma de organización social y estatal es desde una visión política. Nadie escapa a eso. Ninguna teoría es neutra. Yo les voy a hablar desde el peronismo. Provengo del cristianismo, de las comunidades eclesiales de base. Toda organización social deviene en una organización situada… la situación es clave para entender esto. Están las fuerzas instituyentes y fuerzas ya instituidas; hay una puja entre esas dos fuerzas. Los Estados -en realidad- son “estando”, evolucionan permanentemente. Todo Estado es hijo de su tiempo, pero también de sus tiempos anteriores. La planificación es lo que permite que el Estado sea funcional al tiempo que nos toca vivir. Cuando ganamos, Cristina dijo ‘ahora que ganamos, no hay que des-movilizarnos’. Mi enfoque es comunitario. Hay fuerzas extraterritoriales que intervienen y de allí proviene la propaganda al extractivismo, a la soja, etc”.
El pensamiento “situado”, el “estando”, rememora al pensamiento del injustamente olvidado Rodolfo Kusch, que en varias clases de este seminario fue mencionado con elogios. Hemos publicado un libro sobre esta visión del mundo apoyada en la sabiduría ancestral, que reprodujimos en seis capítulos en http://piramideinformativa.com/2019/09/rodolfo-kusch-y-el-pensar-en-americano/ . Bernazza ubica en su justo lugar al extractivismo: está pensado desde las metrópolis y nos reducen a la condición de factorías. Pero también retoma lo que dijimos sobre la exposición del ministro Salvarezza en la clase 2 del mismo seminario: no sólo las ciencias duras son ciencias; hay que reivindicar a las ciencias sociales. Por eso, según Bernazza, “en los proyectos tenemos que hacer hincapié en la comunidad que VIVE en el territorio. La organización comunitaria es más importante. Hay organizaciones creadas por el propio pueblo, son el útero del Estado, luego el Estado las legitima. Las organizaciones populares son esenciales para construir un Estado. Los militantes del hábitat y el territorio también son instituyentes. Los cooperativistas igual. Cuando el Estado es popular, apunta siempre a la redistribución. Hay corporaciones enquistadas en el aparato estatal. Por eso debemos hablar de planificación situada. Los planes no se escriben. Los dos planes en disputa en 1973-76 no sirvieron para nada frente a la acción de José López Rega. Los planes no son teoría, son acción”.
Es necesario releer y re escuchar esta disertación, donde la expositora muestra un entusiasmo militante y optimista, lo cual no es sinónimo de comer vidrio:
Un poder estatal que se construye desde abajo, no desde arriba, como condición sine qua non para cambiar al mundo. No esperar a que el Estado decida, sino empujarlo a que decida.
Por su parte Edgardo Mocca señaló que “debemos hacer una revisión histórica desde 2003. La democracia y el antagonismo político. ¿La democracia debe disolver los antagonismos?”. Y se reponde a sí mismo que “la política ES antagonismo, ES desacuerdo. El antagonismo no puede devenir en guerra destructiva. Eso es la institucionalidad democrática. Estoy perplejo por la sincronía en los procesos políticos: Samuel Huntington habló de la Tercera Ola democrática (1970-80)…. La primera son las revoluciones francesa y norteamericana en el s. XVIII; la segunda tiene lugar en el final de la II Guerra Mundial: la caída de los totalitarismos y la descolonización en Asia y África. La tercera comienza en la revolución portuguesa de 1974, se profundiza con la muerte de Franco, la caída de los coroneles griegos y llega hasta 1989-91. En los ´70 Nixon anuncia la suspensión de la convertibilidad automática del dólar en oro, establecida en Bretton Woods; paralelamente, la Guerra del Yom Kippur. En América Latina comenzó en 1973, en Chile con el primer ensayo neoliberal, cuando empezó a darse el crecimiento del capital financiero no productivo, que se llamó “globalización”, que no fue técnica, sino financiera capitalista. Todas estas cosas ocurrieron en el mismo momento histórico”.
Por imperio de esta nueva oleada mundial, a la Argentina, y a América Latina en general, le tocó organizar una democracia que fue necesariamente débil. Le echamos la culpa a Alfonsín de las cosas que pasaron bajo su gobierno pero luego entendimos, gracias a Néstor y a Cristina, que el verdadero poder no estaba en la Casa Rosada… No lo está ni aún hoy.
“Debemos pensar cómo se reorganizó la democracia en esos tiempos (por ejemplo en 1983); así, encontraremos una democracia de consensos no escritos: “con los privilegios del poder concentrado no hay que meterse; todo lo demás puede discutirse”. “No te metás con eso”. Era preciso admitir que quienes mandaban en las dictaduras, que tenían poder en la dictadura, en democracia no aceptaban que les pusieran la mano en el bolsillo. Terminaron siendo aceptables los partidos sin mucho antagonismo entre sí, y cercanos al centro, no izquierda ni derecha. Menem y De la Rua fueron un continuum. O sea, una democracia funcional a la permanencia y reproducción del capitalismo. La época de Alfonsín es una transición; duró poco”. Así disparó Mocca con palabras que nos hacen pensar en un presente, un aquí y ahora donde los más ricos de los ricos siguen negándose a pagar impuestos y hasta niegan una pandemia.
Vivimos en una democracia donde, según el psicoanalista Jorge Alemán en un reportaje radial de estos últimos días “el adversario se ha convertido en el enemigo, alguien a destruir, alguien a quien no reconozco ni siquiera como ser humano”. Dicho en criollo, esto no es joda… si vemos la manera en que Trump trató a su adversario en el debate presidencial de campaña, veremos que la cosa es preocupante. En la película de Netlix El dilema de las redes sociales, veremos a gente que sabe, mostrando cómo desde Facebook, Twitter, Instagram, etc., se empuja a la gente a la violencia contra el prójimo, y hasta quienes especulan con que Estados Unidos corre riesgo de una guerra civil.
Edgardo Mocca advierte que las democracia post-dictaduras eran democracias controladas por el poder económico, pero ahora la cosa ha empeorado, ya que el pensamiento sectario, dictatorial y violento ha calado hondo en cada uno de los individuos. Nos dice Mocca respecto de las consignas luego de la caída de De la Rúa, especialmente el famoso QUE SE VAYAN TODOS:“indica un fracaso de este modelo de democracia; la antipolítica vuelve a hacerse presente en estos días. El período 2003-2015 fue un tiempo de recuperación de lo político, lo cual fue percibido como “grieta”, que con Macri alcanzó niveles dramáticos. En su discurso del 9 de diciembre de 2015 Cristina no calculó la magnitud de la catástrofe que se venía. En este momento, la situación internacional ha empeorado y va a ser difícil encontrar un proyecto de transformación. Nuestros antagonistas no han tomado en sus manos el fortalecimiento democrático. Lo que está ocurriendo en el Congreso es un festival de irresponsabilidad. No es un desafío sencillo. La dinámica del antagonismo puede devenir en ruptura y a Alberto le cuesta mucho mantener ese equilibrio. Los medios mantienen la sensación de que “algo está por explotar”. Los medios amplifican y exageran decisiones no tan trascendentes. Venezuela ha sido puesto como cuco. “Si querés vivir en democracia debés renunciar a toda transformación”… es el mensaje del poder a través de los medios”.
¿Duro, no?. Pero real
Luego Claudia Bernazza propuso empezar a cambiar el lenguaje: “debemos dejar de hablar de “ONGs”, que eso es lenguaje del enemigo. Las ONGs fueron concebidas como organizaciones contra el Estado. Tampoco “Organizaciones de la sociedad civil”, que también dan la espalda a los organismos estatales. Son lo mismo que las sociedades de beneficencia. Hay que volver a las fuentes. No comprar el lenguaje ajeno y reivindicar el fomentismo, el cooperativismo, el mutualismo. Tenemos que conseguir que los legisladores tengan militancia social anterior a las elecciones”. Se imaginan exigirle a los diputados y senadores mendocinos, incluso del PJ, que prueben haber tenido militancia social antes que militancia política?. Va a ser una tarea larga y dura, sin dudas.
Justamente en esa semana se produjo el motín policial en la Provincia de Buenos Aires, que para nosotros fue destituyente, como la movilización “del campo” en 2008. Pero Mocca lo ve de otra manera:“para algunos fue Golpe de Estado, para otros fue protesta gremial. Hay que ver la dinámica interna. Yo creo que no estamos en situación de Golpe de Estado; sí hay intentos de debilitamiento, pero eso existió siempre. La oposición está molesta al comprobar que no hay grieta entre Cristina y Alberto y que hay un rumbo; eso preocupa al poder real y a su herramienta los medios de comunicación. “Cuando ellos tienen el poder, la democracia puede dormir sin frazada”.
Cuando un asistente le preguntó por las proscripciones de Evo Morales y Rafael Correa en Bolivia y Ecuador, respondió que “hay que analizarlas en el contexto de pandemia, que no sabemos cuándo va a terminar, ni si volveremos a la normalidad anterior. Hay que tener en cuenta la caída económica global. El fracaso de EEUU frente a la pandemia lo obligó a concentrarse en nuestra región, donde ocupamos un lugar excepcional. Lo de Bolivia y Ecuador muestra que EEUU va a intervenir directamente. Pero el triunfo nuestro en Argentina muestra que el populismo iniciado por Chávez no murió. Hay una contraofensiva imperial, pero mantenemos buenas relaciones con México, Venezuela, Correa, Evo. En Chile se resquebraja la institucionalidad heredada del pinochetismo. No estamos solos; hay muchas ofensivas políticas democráticas que entienden que el mundo no podrá seguir funcionando como hasta ahora”.
O sea, que al igual que Bernazza, Mocca piensa que sin optimismo la militancia no tiene sentido. Mocca va por más cuando dice que se puede revertir el poder real y que “hay que distribuir recursos y redistribuir la propiedad. Debemos volver a la constitución de 1949, que fue derogada por decreto por un gobierno terrorista. Eso podrá hacer si somos exitosos en esta emergencia; lograremos un consenso que todavia no tenemos”.
Volver a la Constitución de 1949. No fue un detalle menor que fuera derogada por un decreto de un gobierno subversivo en 1955, lo cual quiere decir que sus postulados molestaban mucho al poder real. Ya en esa época se empezaba a derogar normas de rango superior con normas de rango inferior, y es bueno que se reivindique ese pasado, como hace Amado Boudou en su artículo que inspira estas entregas, y sobre lo cual volveremos en detalle una vez que terminemos el relato de este seminario.
Nuevamente la diputada Bernazza disparó: “debemos dejar de ser consumidores de la política para ser protagonistas. Reivindico el rol del Papa Francisco. Insisto en que los activistas sociales deben hacer política. En política hay que ACTUAR. El dirigente social que entra en la política debe saber que se va a encontrar con un juego fuerte. Los dirigentes sociales son percibidos como amenazas por los políticos. La política es un oficio que debe ser aprendido, sus mañas, sus tackles, sus picardías, y no juzgar eso desde la moral. Los que militamos somos METODOLOGICAMENTE optimistas, no sólo EMOCIONALMENTE. Todos estamos más colonizados de lo que creemos; no pensamos, sino que somos pensados por otros. Emitimos opiniones pensando que son propias y no lo son. Hay que pensar en la propia descolonización, en el uso cotidiano de palabras en inglés, por ejemplo”.
Amigo lector… esto fue puesto así, porque así se dijo. Hay mucho de realismo extremo y de optimismo a la vez en estas palabras. Por lo tanto, a ensuciarse los pies con barro; no hay otra forma de salir del atolladero en que nos metieron.
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, jubilado docente y presidente de la Federación Argentina de Espeleología. Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Director del quincenario Sin Pelos en la Lengua, Malargüe.