La violencia es inherente a la condición humana, pero algo hemos tratado de hacer -desde hace siglos- para aprender la convivencia y poder compartir la vida. Pero suele trepar a lugares indecibles cuando se amenaza romper el contrato social. Lo que ocurre es que también está en dudas si en ese contrato cabemos todos. La situación económica puede ser siempre un agravante de estos casos.
Pero me quiero detener puntualmente en esas procesadoras de enfrentamientos que son las redes sociales, como así en la labor denodada que llevan adelante los medios masivos de comunicación, donde periodistas adocenados y ¿sin ideas propias? -o que deciden esconderlas convenientemente para cuidar su trabajo- se prestan a todo tipo de operaciones. Las 24 horas destilan violencia.
No es casual cómo atizan todos sus modos cuando gobierna el peronismo, que es hasta ahora el movimiento que se ha enfrentado muchas veces al Poder real. Entonces echan andar sus discursos de odio, que mantienen cebados a millones a los que inculcan el individualismo y la agresión como… ¡forma de relacionarse! Es posible que este caso tenga mucho de lo que planteo aquí. ¿Vos qué pensás?
“Violencia extrema en una escuela de General Alvear: una madre agredió brutalmente a una vicedirectora
“La agresora le dio una piña en la cara a la docente cuando la víctima intentaba defender a una celadora, que también fue agredida. “Un día voy a salir en un cajón”, lamentó entre lágrimas.
“El miércoles 6 de octubre, el pasado, cerca de las 13, Vanina Cerro Sarsotti (46) llegaba como cada día a la escuela Pioneros Alvearenses, ubicada en la ciudad de General Alvear y donde se desempeña como vicedirectora. Tras completar los 20 kilómetros que separan la localidad de Bowen –donde vive- del establecimiento educativo, Vanina ingresó, cerró el portón de la escuela y se disponía a cumplir con los quehaceres diarios. Pero no alcanzó siquiera a instalarse.
““Llegué y me encontré con una mamá que estaba muy sacada. A todos nos dio la sensación de que había consumido algo, pero estaba enojadísima y pedía hablar con la maestra de Plástica. Ella (la mujer) decía que la maestra le había agarrado el brazo a su hijo, pero todos los otros compañeros que estaban en el lugar y vieron cómo fueron las cosas decían lo contrario”, reconstruye la mujer desde su casa en Bowen. Allí está cumpliendo el reposo que le recomendaron los médicos luego de que, totalmente fuera de sí, la mujer que el miércoles ingresó a la escuela a los gritos y fuera de sí le propinara una violenta piña en el rostro (a la altura del ojo izquierdo tiene el hematoma morado del golpe).
““Todavía estoy temblorosa, me pierdo un poco. Y aunque hay algunas cosas de las que no me acuerdo y me han contado, los médicos que me atendieron me dijeron que la saqué relativamente barata. Porque, con la violencia con la que me pegó, si me golpeaba más en la sien, ‘me sacaban en un cajón’. Así, literalmente, me lo dijo uno de los médicos”, repasa –aún consternada- Vanina en diálogo con Vía Mendoza.
“Incluso, en ese mismo momento y antes de golpear a la vicedirectora, la mujer le dio un golpe de puño a una de las celadoras en la boca del estómago; mientras que su hijo –alumno de quinto grado del establecimiento- le dio otro golpe a uno de los celadores, según reconstruye Vanina y el resto de los trabajadores de la escuela que fueron testigos del violento ataque.
““La verdad es que no me siento cuidada, no me siento protegida. No sé si voy a presentar mi renuncia, porque la realidad es que ni me conviene ir a trabajar. Lo hago por amor a los niños, a mi profesión. Pero por otro lado tengo a toda mi familia pidiéndome que deje la carrera. No es justo, porque luché la vida entera por ello. Pero ellos me piden llorando que por favor deje, que no quieren verme muerta. Y yo estoy mal, ¿cómo voy a dejar la carrera de mis sueños y cómo le digo a mi mamá que no se preocupe, que no me van a matar?”, agrega Vanina. Y su voz se quiebra para dar lugar al llanto que mezcla el miedo con la impotencia.
“Vanina, quien es docente desde hace 22 años y ya se ha preparado para el concurso de jerarquía, llegó el miércoles pasado a la escuela e hizo lo que hace cada día ni bien llega: cerrar el portón para que la escuela quede al resguardo de cualquier imprevisto. El detalle es que el imprevisto ya estaba puertas adentro.
““No sé cómo entró la mujer, porque la escuela siempre está cerrada y alguien tiene que abrir la puerta. No había llegado ni a dejar las cosas, cuando escuché un griterío, insultos, una verdadera locura. Entonces me dirigí al lugar de donde venía todo el caos y veo que estaba esta señora con su hijo (un niño de 12 años, de casi 1,70 metros que está en quinto grado) y ella no dejaba de insultar sacada, ¡no te puedo explicar! Nos fuimos acercando para pedirle que se calmara, pero cada vez se ponía más tensa la situación”, reconstruye la vicedirectora.
“Y cuando estaban todos los presentes intentando calmar a la violenta mujer, ella comenzó a agredir físicamente. “Primero (la mujer) le pegó una piña a la celadora en el estómago, por lo que –ante esta situación- salió a socorrer a su compañera un celador hombre, y es ahí cuando el hijo de la mujer comienza a pegarle piñas también al celador. Cuando veo todo esto, salí corriendo para me meterme entre la mujer y la persona a la que estaba golpeando, le pido que se tranquilice y hablemos con calma y ella me dice: ‘¿y usted qué se tiene que meter?’ y me pega una piña en la cara. ¡No me mató de casualidad!”, agrega Cerro Sarsotti. Y, una vez más, deja en claro que tiene algunas lagunas mentales y que hay momentos que no recuerda.
“Luego de recibir el violento golpe en su rostro, los compañeros de trabajo de Vanina se dedicaron a asistirla y se activaron los protocolos correspondientes. “Llamé al supervisor para darle aviso de la situación y fui a la Policía para hacer la denuncia y que se constaten las lesiones. Estuve dos horas en la Policía y otras cuatro horas en el hospital para que me revisen, realmente fue vergonzoso pasar por esa situación y –lamentablemente- uno termina de entender por qué muchas mujeres directamente deciden no hacer denuncias cuando son víctimas de violencia de género, porque el abandono y la indiferencia son terribles. Pero yo quise mostrar lo que me pasó y me animé, para que no siga pasando”, reflexiona la vicedirectora.
“También en su Facebook, Vanina se refirió en un posteo público a la traumática y difícil situación que vivió y este no tardó en viralizarse y sumar una gran cantidad de adhesiones y mensajes de apoyo. Desde el SUTE, por medio de un comunicado, repudiaron el ataque y exigieron que se adopten las medidas correspondientes para evitar que estos episodios se repitan.
““Cada vez somos más maltratados. Y, encima, hay gente que nos trata de vagos. ¡Si supieran lo que estamos trabajando! A quienes nos tratan de vagos, los invito a que vayan a la escuela y vean lo que trabajamos por los niños. La escuela siempre ha sido un espacio abierto a los padres, a la comunidad, pero estas cosas no hacen más que alejarlas. Es indignante que me haya pasado eso simplemente por defender a una compañera. La mujer luego fue a pedir disculpas y dijo que no sabía que yo era la vicedirectora. Pero el problema no es que me haya agredido a mí, que soy vicedirectora, sino que agreda a cualquier persona”, piensa en voz alta la docente.
““Los docentes estamos desamparados. Yo me animé a poner la denuncia, pero mis compañeros no, por miedo. Estamos trabajando con miedo, nos sentimos desprotegidos. No puede entrar una madre así y agredir como lo hizo, si le pega a un niño de esa manera lo puede matar”, destaca con preocupación.
“Aunque le recomendaron pedirse licencia, Vanina no ha pensado hacerlo por el momento. “Me recomendaron tomarme cuatro días, pero en el momento no pude hacerlo porque no quiero perder el Ítem Aula. Después, cuando intervino la ART, me volvieron a insistir para hacerlo. Pero no quiero una licencia interminable, quiero defender a mis compañeros docentes. Quiero que se termine el maltrato social”, sigue, ahora con tintes de impotencia en sus palabras.
“Vanina está pasando todo el fin de semana largo en cama, cumpliendo con el reposo que le recetó el médico. Por momentos se siente mareada y el viernes fue a revisarla una ambulancia con los médicos a fin de seguir su evolución. “Cuando hice la denuncia, pregunté si a la mujer la iban a detener o algo (porque ha tenido otros problemas ya). Y uno de los policías me dijo que solamente quedaba presa si me llegaba a matar. En pocas palabras, tengo que esperar a estar muerta para que se actúe de alguna manera”, destaca con impotencia.
“Desde la DGE se contactaron con la vicedirectora y se pusieron a su entera disposición (desde la Dirección de Educación Primaria y en la figura del Defensor del Docente). Incluso, le han puesto a su disposición a un abogado, aunque Vanina analizará la situación y los pasos a seguir una vez que termine el fin de semana largo.
““Tengo entendido que esta mujer tiene otros antecedentes de violencia –aunque no en la escuela- y que ha cambiado muchas veces a sus hijos de colegio. A raíz de esto se le ha puesto una perimetral (restricción de acercamiento a la escuela). Pero es un hecho que no vamos a dejar pasar esta situación”, sintetiza.
“Viapais.com.ar
“Ignacio De La Rosa
“9 de octubre de 2021”.
De las redes sociales… palabras de la propia docente
“Bueno…todo mi agradecimiento a todos los que se solidarizaron con esta terrible y denigrante situación….22 años de carrera y soportar esto….con muchas ganas de renunciar a esta hermosa profesión…. Ya estamos cansados de ser maltratados y por eso no me molesta que se sepa lo ocurrido…
“TODA SITUACION DE VIOLENCIA NO DEBE SER SILENCIADA NI NATURALIZADA.le pido a Dios que proteja a todos mis compañeros porque muchos estamos con miedo…y nadie pero nadie de un directivo”.
De las redes sociales
“Hola compañeras vamos a trabajar con miedo.Yo quiero respuestas…Tantas capacitaciones sobre violencia y me toco….me agredieron adentro de la escuela por defender mis compañeros.solucion…licencia….yo no quiero perder el ítem aula ni naturalizar esto….quiero que DGE me de soluciones ya…..que vea porque podemos estar de licencia…porque otro castigo después de esta humillación. No compañeros la violencia no se calla no se esconde…..donde está Thomas?quiero trabajar tranquila sabiendo que todos vamos a estar bien”.