Por desgracia para mí, no fui amigo de Marziali. A pesar de ello, sí tuve el placer y el honor de intercambiar algunas palabras con el maestro-poeta en un par de inolvidables momentos de mi vida.
Al enterarme de lo ocurrido (su muerte), me sentí intensamente conmovido. Lloré. Lloré mucho.
Con cierto alivio, comencé a ver en las “redes sociales” que no éramos pocos los conmovidos. O sea, los movidos ‘con y por’ Marziali.
Por no ser amigo, escribo estas palabras en carácter de ‘fan’ según la moda. Como fanático según la expresión socio-cultural tradicional ‘criolla’, como él elegía.
Prefiero decir que comparto estas palabras de inmenso dolor como admirador.
El poeta-cantor me acompañó desde mis jóvenes veinte años. Hace casi cuatro décadas. El maestro andaría por sus treinta primaveras, y me deslumbró con esa pasión infinita que nos transportaba a nuevos mundos cuando él comenzaba cada tema.
“Buen día, yo soy de lejos, vengo de parte… mejor no voy”, decía el ciego del subterráneo. “El ciego me está mirando y he visto por su canción… los secos que andan abajo y arriba gran chaparrón”. Soy admirador del maestro-poeta, porque mirarlo y escucharlo fue admirarlo inmediatamente, necesariamente… inevitablemente.
Parafraseando y citando a otros ‘faros-poetas’ constituyentes de mi vida… qué puedo yo escribirte comandante… “si el poeta eres tú”. Para qué llorarte… si “morías comenzando a vivir”.
Quién se atreve… “ahora” a criticarte, si siempre dijiste… “yo me muero como viví”… bello-necio-militante de la vida, de la justicia y de la igualdad.
Y sí. El muy coherente hijo de su madre, se murió como vivió. Con esa pasión con la que viven los que… “se beben la vida de un trago”.
No se murió como los que sólo perduran. Como los que solo transcurren por la vida. Él honró la vida, hasta su último segundo. Él murió cómo vivió. Mal que nos pese y “nos duela hasta el aliento”… no poder verlo hoy, abrazado a una guitarra.
Y sigo llorando. Lloro y escribo. “No hago otra cosa que pensar en ti, y no se me ocurre nada”.
¡Aayyy!, maestro-poeta-compañero… así, todo junto, como me gustaba escribirte por Facebook. ¡Ayyy!, maestro amado: ¡cómo duele no poder mirarte!
Pero bueno… lo que tampoco se puede, es dejar de ad-mirarte. ¿Y sabés por qué no se puede?… poeta menduco-moronense-intergalático… ¿Sabés por qué no se puede?
¡Por tu coherencia!
No pudiste con tu genio, sabio poeta. No podías morir como nosotros, los mortales. Tuviste que hacerlo “ahí”. ¿Dónde más? Imagino que miraste para los costados pensaste: “¿dónde más morir, sino aquí?”.
En el… Monumento a la Coherencia.
Imagino también que “sentiste” a Marita, a los amigos, tus hijos y… a la patria chica. Seguramente fue así. Pero tu coherencia gritaba…. “¿dónde más morir?”.
Y “pensaste” una vez más… “Qué se puede hacer en este mundo incendiado… sino cantar”… y… entonces… sencilla y complejamente… fiel a tu esencia… ¡te dejaste ir!
Te preguntaste qué más se puede hacer en este mundo… “con palabras des-habitadas” … y te respondiste… “se puede morir coherentemente”.
Así. Sin vueltas. Sin dolor. Sin fin. Como un hijo de la lágrima.
¡Y sin anestesia!… cómo era tu costumbre.
Por eso nos duele tanto a nosotros… los que seguiremos ad-mirando “tu vida-obra” hasta nuestro último suspiro.
Queda claro entonces… que sos in-mortal. De hecho, te las ingeniaste para no morir. Sólo te fuiste hasta allá para hacer una siestita menduca en “Nuestra Amada Isla Utopía”.
Está claro que elegiste no morir. Sólo te recostaste “ahí” un ratito.
“Al ladito” del “Che”.
Hasta Siempre “sub-comandante” Marziali.
Hasta Siempre… Sabio-Maestro-Poeta-Compañero.
Hasta Siempre.
Su admirador
Columnista invitado
Javier Vaquér
Licenciado en Psicología, Universidad del Aconcagua, 1992. Psicólogo especializado en Atención Primaria en Salud Mental. Psicólogo Comunitario formado en Enfoque de Redes. Miembro del Movimiento Nacional hacia un Sistema Integral de Salud, filial Mendoza. Psicólogo Asesor en Salud Mental Comunitaria, en la Coordinadora de Entidades Intermedias del Barrio La Gloria, presidida por el ‘Cura’ Jorge Contreras. Ex asesor del Dr. Roberto Chediack, concejal socialista de Godoy Cruz. Director de Redacción de la Revista ‘Construyendo Redes Sociales Solidarias’, editada y diseñada por el escritor y poeta Luis Villalba. Ex Director del C.A.P.S. Nro. 30, Centro de Salud cabecera de Godoy Cruz. Ex Director de Cultura de la Municipalidad de Godoy Cruz. Autor de decenas de artículos de opinión sobre Salud Mental, Cultura de la Inclusión y análisis políticos de orden provincial, nacional e internacional, publicados en diarios y revistas de Mendoza desde 1995 a la fecha.
Nota publicada en Diario los Andes el 22 de julio de 2017
Las fotos son del enooorme reportero gráfico Coco Yañez, rutilante artista mendocino y argentino
Mendoza, 11 de mayo de 2006, Jorge Marziali, músico
Mendoza, 11 de mayo de 2006, Jorge Marziali y Marita Londra, en estudio
Mendoza, sin fecha, Jorge Marziali, cantor, poeta, amigo


