Mientras en el mundo se construye un nuevo orden, los “profesionales” de la política, mercenarios, cipayos, apátridas, extranjeros (no importa si nacieron en la Argentina); siguen de rodillas y al servicio de un imperialismo genocida que torna a desaparecer, por su propia perversidad asesina. Una vez más “los miserables” nos obligan a que la Argentina marche a contra pelo de la historia.
Los militantes nacionales, populares y revolucionarios (“el peronismo será revolucionario, o no será” Evita); los sanmartinianos; sabemos que: “si somos libres, lo demás no importa nada”. Y al decir libres, estamos diciendo: soberanos, independientes, justos, con el poder de “autodeterminación”, que respetamos, para todos los pueblos del mundo y para la humanidad, en su conjunto. 8.000 millones de almas bregan por ello. 8.000 millones de seres, quieren que la Paz y una justicia distributiva, reinen en el planeta. 8.000 millones de personas, que deben tener Derechos, por Humanos, solo intentan vivir; gozar de Salud y Educación; saciar su sed y alimentarse.
Mientras tanto, centrales del poder, como EE. UU., Gran Bretaña y sus colonias europeas (es decir, hoy: Alemania, Francia; Italia, los Países Bajos -que han caído tan bajo-; Polonia, etc. al servicio del nazismo actual (como el de la Alemania de Hitler, pero mucho peor), usan a un gobierno de facto y títere, que asesina a los propios ciudadanos de Ucrania, fogoneando la tercera (o cuarta) guerra mundial, hoy nuclear.
Ninguna persona bien parida y con materia gris, puede seguir el paso de esta locura sin final, que conduce a la destrucción total, de la humanidad y del mundo. Bajo las garras del águila de dos cabezas, pero que carecen de cerebro, se hallan las naciones endeudadas (algunas artificialmente, como la nuestra); las Naciones Unidas y todos los organismos internacionales, que solo han servido los designios del sistema, violando todo tipo de leyes y solo atentando, contra la humanidad y contra el mundo.
Nosotros, producimos alimentos -por lo menos, para diez veces nuestra población-, en tanto ellos solo fabrican armas y virus de diseño, en cientos de laboratorios (como el de Wuhan), distribuidos en todo el mundo. 8.000 millones, obran por la Paz; ellos han producido 317 invasiones; utilizado armas biológicas y terminando con la vida de millones de habitantes; saqueándolos y quedándose con todas las riquezas minerales, hidrocarburíferas y de todo orden (hasta con las momias y testimonios de las culturas milenarias, se han quedado).
Por todo ello -y mucho mas-, ningún argentino (natural y/o por adopción -que no es mas extranjero-), puede, ni debe, apoyar tanta felonía; tanto atropello y tanta muerte. Los empleados del Departamento de Estado; de la CIA; de la DEA, o de la Embajada y las fundaciones, o iglesias, etc., deben irse a Miami, o a donde les plazca, en la Argentina están de mas.
En el país, devenido en el “enclave colonial mas grande del mundo”, continúan presos los próceres contemporáneos y gozan y hacen gala, de su libertad, los mas grandes ladrones, corruptos y narcotraficantes del mundo, pues vacían y entregan todo; evaden y fugan, permanentemente, porque el imperio les da, a cambio, “licencia para matar, o para una impunidad total”.
Por ello, no hay un gobierno; no hay justicia; hay mafias mediáticas y económicas y otras maravillas. La oposición trabaja para ellos, los del Norte, y el Parlamento, está absolutamente contaminado. San Martín le dijo a los ingleses: “a los criollos no se los come de un bocado, como a las empanadas”. Este viscoso y vil elemento humano, quiere que sea así y por ello, trata de vendernos, “por treinta dineros”, o treinta monedas, como a Cristo (pobre Cristo y pobre Argentina).
Todos los días decimos, que “hay que salir” ; movilizarse y “algo mas”, porque la sordera de los funcionarios/funcionales, a todo este contrasentido y sumisión (con la degradación que ello supone), con 400 medios conspirativos y de entrega, lo exigen… hay muchos que solo pretenden mantener sus privilegios, “a cualquier precio”.
Y, en tanto se continúa sin gobernar, nos vamos aproximando a los siete años, de mansedumbre y servidumbre, en franco deterioro de la vida; hambreándonos (2014: hambre cero; memoria) y en una caída libre, al precipicio, con 20% de poder adquisitivo, en relación con los ingresos y el costo de la vida, hace solo siete años.
“Somos un país pobre”, escucho decir, a diario, por los medios. Los pobres de espíritu; de alma y de moral, son los hijos de mil putas que nos entregan y nos atan las manos, en forma cotidiana, cumpliendo, a rajatablas, las directivas del amo. Ayer, vivían en la embajada; hoy, reciben las directivas, por celular; total, no hay un juez, en el país, que haga justicia.
Cualquier cosa es posible; el espionaje es legal; el narcotráfico es legal; la trata es legal; los crímenes de lesa humanidad (el macrismo todo, con el mafioso criminal, a la cabeza y los asesinatos, a mansalva, de hermanos bolivianos, con armamento y municiones argentinas), son legales. Y el gobierno y la oposición están unidos, en el encubrimiento y en el silencio y protección. Es lógico, entonces -si no los echamos del país, a los canallas del macrismo y a propios, que actúan en conjunto-, que nos sometan a la miseria -alimentaria y humana-, sirviendo a los amos de la guerra y reconociendo, sin chistar, una deuda nula, de nulidad absoluta, otorgada a la materia fecal corporizada, para reducir a todo el pueblo argentino.
Se la dieron en mano y personalmente; evadió, fugó y el nuevo presidente, con un ministro de economía venido de allá, la aceptó, como legal. Total, ninguno de los dos, la pagará; solo el pueblo paga, siempre. ¿Cuándo tronará el escarmiento?. El pueblo-pueblo, tiene la palabra; porque solo el pueblo, salvará al pueblo. Y los que debemos hablar, hablemos. Y los que tenemos que pelear, peleemos. Basta de reticencia. Y si no, “callemos para siempre” y marchemos al cadalso. El cadalso, en la Argentina, es para los humildes; para el pueblo. Ellos, propios y extraños, están asegurados y “con licencia”. La Argentina es una potencia (colonizada, pero potencia, al fin).
Su destino, en el nuevo orden mundial, es otro. Nada que ver con la entrega de los miserables cipayos. Béliz -uno de ellos, que no debía mencionar, porque son muchos-, hombre del departamento de estado y del opus dei, vecino en la costa y amigo del presidente, que lo trajo -per se-, para cumplir con el Norte, operó, para su amo, mas de dos años y medio y encajonó el acuerdo con China, científico y tecnológico, “porque, lo preocupaba a EE. UU.”. Nos beneficiaba, porque “la ponían”. Por contrario imperio, la perinola yanqui dice: “lleva todo”.
Es una historia vieja y conocida. Roban todo y no dejan nada, dándole “un vueltito”, al cipayaje. La Argentina había convenido una tarea, con Rusia y con China, para emprendimientos científico tecnológicos -reitero-. A diferencia del patrón de todos estos personajes (de las actividades antiargentinas), ambas naciones, de primera magnitud, han sido amigos y socios estratégicos nuestros, desde siempre.
Hasta el año próximo, China es el país mas poblado del mundo. Mao le dio varios ejemplos, al mundo, pero -jamás-, invadió a nación alguna. Rusia estuvo siempre al servicio nuestro; alguna vez, recibió alimentos y -también- , apoyo financiero, de nuestra parte. No solo marchamos juntos, sino que salvó a millones de argentinos, de la muerte, enviando decenas de millones de vacunas Sputnik -cuando nadie nos daba nada-.
Estaban salvando al mundo, en peligro de muerte, por el virus de diseño, creado por EE. UU., en el laboratorio de investigaciones que operan en Wuhan (basta de misterios y mentiras). Hoy poseen cientos de laboratorios, de armas químicas, en distintos lugares del planeta. Esos asesinos, son los que el gobierno afirma, como Béliz, que son nuestros principales socios geoestratégicos. “Para semejantes socios -o amigos-, es preferible tener enemigos declarados”.
No solo debemos suscribir esos acuerdos, ya, para desarrollar todos los emprendimientos parados y los por realizar, sino que debemos multiplicar nuestras reservas y sacarnos de encima esa deuda ilegítima, que nos oprime. Que la sangre se la chupen a los que se la dejan chupar y a toda la recua de canallas alcahuetes.
Estos personajes, nada tienen que ver con nosotros, ni con la historia y la dignidad argentinas, que exigen continuar la lucha. Pensemos como San Martín, Güemes, Belgrano, Perón, Evita, Illia, Néstor y Cristina, tomando una actitud autónoma y soberana, ante el mundo y ante el nuevo orden mundial.
Exijamos el cese de la guerra organizada por EE. UU., la OTAN y sus aliados, a través de la castigada Ucrania, martirizada -reitero-, por un gobierno de facto, títere y fratricida. Continuando con la tarea comenzada antes del 2015, integrémonos al BRICS, que sigue sumando a las naciones mas importantes de la tierra. Seamos parte de ese nuevo orden mundial, de hombres libres.
Ya Perón, verdadero profeta y visionario, afirmó, no solo aquello de “Unidos o Dominados”, sino que se adelantó a los tiempos, asegurando que “si Latinoamérica -Patria Grande, si las hay-, no alcanza su liberación, será liberada por China”. Confiemos en quien debamos confiar y por los hechos, no por las falsas promesas; ni por noticias falsas. Nuestro destino de grandeza, es con los grandes, al servicio de nuestros hermanos y de la humanidad, para construir ese mundo nuevo y justo, que alguna vez nos prometimos..
Vamos por el nuevo orden, por el mundo nuevo, de ese nuevo hombre. Cumplamos nuestro destino de grandeza, para la felicidad de nuestro pueblo y para el imperio de la soberanía, la independencia y la justicia, por la liberación del hombre nuevo y de la humanidad toda.
29 de julio de 2022
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.