La Campaña del Desierto que llevó adelante Julio A. Roca fue para exterminar a los habitantes originarios y quedarse con sus tierras. Eran las ubicadas en la pampa húmeda y se las entregaron a los integrantes de la Sociedad Rural de entonces, presidida por José Martinez de Hoz, antepasado del tristemente recordado Ministro de Economía de Videla; y las tierras periféricas, sin importancia ganadera, se las repartieron entre los oficiales del Ejército de entonces.
En 1858 el Teniente Coronel Rufino Ortega, hombre de confianza de Julio A. Roca, llegó al actual Malargüe con el Regimiento I de Caballería de Línea y obtuvo en concesión las 48.000 hectáreas de El Chacay. Posteriormente Rufino Ortega recibió otras concesiones en Cañada Colorada (Malargüe), en Cuadro Nacional (San Rafael) y en Rodeo del Medio (Maipú) y fue el principal responsable y ejecutor de los traslados y distribución de indígenas prisioneros, utilizados como trabajadores serviles en sus tierras y en las de otros oficiales del ejército.
Luego, entre 1884 y 1887 Rufino Ortega se desempeñó como Gobernador de Mendoza, seguramente elegido por Roca, y procedió a la fundación de la villa cabecera de Malargüe mediante decreto del 16 de enero de 1886.
Podemos decir que Malargüe está dentro de Mendoza gracias al interés de Rufino Ortega en mantener sus propiedades dentro de la provincia que llegó a gobernar, pero hoy se levantaría de la tumba si conociera los planes del actual Intendente Juan Manuel Ojeda para “zonificar”, es decir separar del resto de Mendoza en algunos temas, al Departamento de Malargüe y así permitir la megaminería contaminante, que es gran demandante de agua de sus montañas. Ojeda es un fiel discípulo de Cornejo, quién tuvo la idea del Mendo-Exit de Mendoza con respecto a la Nación y ahora el Intendente Ojeda propondría un Malar-Exit, tan solo para que avancen proyectos que están prohibidos por la Ley 7722.
Es bueno recordar que la Ley 7722 en su Art. 1 dice que viene a “garantizar debidamente los recursos naturales, con especial énfasis en la tutela del recurso hídrico…”, o sea, lo más importante de esa Ley es garantizarnos el cuidado del agua, agua que en Mendoza solo viene de la nieve de los glaciares cordilleranos, ya sea en forma superficial, en ríos y arroyos, o subterránea, en los acuíferos y vertientes. El intendente Ojeda muy suelto de cuerpo, aseguró que es inminente la presentación de un proyecto de ley para excluir a Malargüe del alcance de la Ley 7722, lo que permitiría llevar adelante explotaciones metalíferas sin restricciones para el uso de sustancias químicas.
Por eso todos los martes, varias instituciones que cuidan el agua de Mendoza, se vienen manifestando frente a la Legislatura (y todos los mendocinos deberíamos acompañarlos), expresando su rechazo a este proyecto, traído de los pelos por Ojeda con el apoyo de las empresas extranjeras que tienen sus ojos puestos en yacimientos como Don Sixto, que les permitirían llevarse el oro y otros valiosos minerales, utilizando fabulosas cantidades de agua y dejando para las futuras generaciones el regalito de los residuos tóxicos de esa explotación.
Pero como siempre decimos, no se conformen con nuestras opiniones y entren a cualquier buscador como el Google y escriban MINA DON SIXTO MENDOZA. Más de 400 mil páginas permitirán, separando la publicidad de las empresas mineras, entender porqué decimos lo que decimos.
Columnista invitado
Alberto Lucero
Ingeniero Electricista, Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Mendoza. Titular de “LENIX Publicidad”. Titular de “INFO POINT SYSTEM”. Co-fundador de las A.M.P.A.P. (Asambleas Mendocinas por el Agua Pura), en Tunuyán.