Susana Rinaldi, vida y obra de una artista completísima
Parte 4
No es tan común como podríamos esperar, por tanto verla cantando sobre el escenario es un espectáculo privilegiado que los sentidos agradecen. Se prodiga y entrega hasta la última gota de sudor a la interpretación -por entero- de todas y cada una de sus canciones. A estas alturas no podemos hablar de sobreactuación, puesto que el suyo es un modo tan personal que se sale de cualquier parámetro. Para sus admiradores más acérrimos, entre los que me encuentro embelesado, cada oportunidad de verla en vivo resulta especial.
Su repertorio, hecho a la medida de los textos que escoge para hilar lo que quiere expresar artísticamente, han sido masticados en horas de ensayos que, a la luz de la artista tremenda en la que se ha convertido, es casi una obviedad precisarlo de tal forma. Conoce a su público, con el que se acompaña desde hace décadas, y encuentra la manera de volver a sorprenderlo. Ya sea que lo haga con aquellas glosas que tan bien seleccionó, como con las canciones con las que sigue el derrotero de lo que te está contando.
Creo que cuando una artista te hace sentir único entre los cientos de miles de sus espectadores, la logrado calar hondo en tu sensibilidad. De ahí en más se trata de recrear la ceremonia del encuentro una y otra vez. En todos los casos, para regodearse con poemas bellísimos que se destilas de sus intervenciones milimétricamente estudiadas como de las canciones que encarna. Con la música ciudadana como eje central de su elección, asimismo pasea por otros ritmos demostrando la ductilidad de quienes se han preparado.
(viene de la edición anterior)
“1983-1989: Retorno de la democracia
“Al retorno de la democracia en 1983 tras las elecciones generales que consagraron a Raúl Alfonsín como presidente, Rinaldi regresó a la Argentina y se acercó a su proyecto político de defensa de los derechos humanos. En el marco de la visita del presidente de Brasil José Sarney a la Argentina en 1986, fue convocada por el Presidente para asistir a una función de gala en el Teatro Colón en la que interpretó tangos junto a Eduardo Falú y Mercedes Sosa. A pesar de su apoyo constante a las políticas socialistas y radicales de Alfonsín, se mostró defraudada cuando, en la última visita de Julio Cortázar a la Argentina en diciembre de 1983, «un personaje bastante desgraciado convenció al ex Presidente Alfonsín para que no lo recibiera». Aún así, en una columna de opinión con motivo del quinto aniversario de su muerte en 2014, llegó a catalogarlo como «el padre de nuestra democracia definitiva» y reconoció que fueron muchas las presiones que recibió su gobierno.
“Instaurada la democracia, condujo por Canal 11 el programa de TV diario La cigarra junto a María Elena Walsh y María Herminia Avellaneda, que irrumpió con los tradicionales espacios vespertinos dedicados a las amas de casa del estilo de Buenas tardes, mucho gusto y fue uno de los primeros ciclos televisivos de la era democrática y feminista. Ahí, aparecieron por primera vez en televisión local las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. También entrevistaron a artistas y políticos censurados durante la dictadura militar. El ciclo, por su contenido periodístico y de opinión, suscitó críticas y escepticismo, y fue desplazado del aire seis meses después de su lanzamiento en 1984 luego de no satisfacer la expectativas generadas. La revista Humor, por ejemplo, publicó una tapa que rezaba: «La cigarra no es un bicho, son tres».
“Tras la muerte de su compañero Julio Cortázar el 12 de febrero de 1984, Rinaldi creó y dirigió un homenaje, Rememorando a Julio, en el Festival de las Artes de Guanajuato de México y en el Teatro Presidente Alvear, espectáculo que fue sucedido por un concierto en honor a Carlos Gardel en el 50º aniversario de su muerte celebrado en el Carnegie Hall de Nueva York y un recital en conjunto con el poeta francés Léo Ferré en las Fiestas de la Merced de Barcelona.
“El exilio, que dio paso a su consagración en el extranjero, la convirtió en una de las artistas argentinas con mayor proyección internacional —Italia, España, Francia, Israel, Estados Unidos, Cuba, México, Colombia y Alemania fueron algunos de los países que visitó como cantante entre 1982 y 1987—, a tal punto que en un concierto de 2023, su hija Ligia Piro afirmó que «el único país que le faltó por recorrer fue África». En San Remo, Italia, fue reconocida con el premio Tenco a la «Mejor Cantante Extranjera» y designada «Embajadora Cultural». Por aquella época, también, fue galardonada con la Orden de Caballeros de San Martín de Tours.
“Su estadía en el exterior la dotó de ideas innovadoras acerca del tango escenario que luego buscó volcar en sus espectáculos. Con el paso del tiempo, perdida la espontaneidad de sus comienzos y volcada al tango escenario —que le permitió unir su profesión de actriz con la de cantante— dentro y fuera del país, Rinaldi adoptó tics y ademanes en su estilo interpretativo que, según algunos críticos como Julio Nudler, «resintieron su calidad». Más allá de las transformaciones que se dieron en su interpretación a lo largo de los años, —al igual que Piazzolla— fue desdeñada por el oyente tradicional de tango, aunque logró conservar un público adepto a lo largo de toda su carrera.
“En 1988, interpretó el personaje de la pirata Jenny en la La ópera de tres centavos de Bertolt Brecht en el Teatro San Martín de Buenos Aires, donde actuó junto a Víctor Laplace. Finlandia la invitó en el mes de julio como «artista de honor» al Festival del Acordeón Sata-Häme Soi y le otorgó el título de «Embajadora del Tango», lo que dio lugar a que el público finlandés la llamase la «señora Tango». Al año siguiente, grabó en formato CD su show «Montón de vida» y lo presentó en el Olympia Music Hall de París, Italia, México, España, Colombia y otros países latinoamericanos. En Madrid, según El País, fue «acogido entusiásticamente por el público el día del estreno».
“1990-1999: Giras internacionales y reconocimientos
“A comienzos de los años 1990, radicada definitivamente en Europa, actuó en Suiza, Suecia y Dinamarca, llevó adelante una larga gira de actuaciones en las Maisons de la Culture de Francia y ofreció un concierto de beneficencia en una gala conmemorativa del primer aniversario de los Acuerdos de Oslo celebrado en la Unesco, organismo que en 1992 la designó «Embajadora de buena voluntad». A través de esa misión, se encargó de promover y recaudar dinero para campañas de alfabetización en favor de los niños sin hogar. Fue declarada «Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires» en 1990 y «Visitante ilustre de la Ciudad de México» en Televisa en 1991.
“De nuevo en Argentina, protagonizó un espectáculo escrito y dirigido por ella misma, Tangos de la mala vida, y cantó en España —en el Festival de Santiago de Compostela y la Expo Sevilla de 1992—, Suecia, Noruega y Dinamarca, donde recibió críticas favorables. El ABC de Sevilla señaló que «Rinaldi es una de las grandes voces de la música argentina, que sostienen firmemente el tango como la única patria de los corazones solitarios» y que «con ella llegó la nostalgia, la melancolía que se hace requiebro para convertir en vida color de rosa lo que es pura quimera y desolación». Recuerdos y porvenir, un show con una serie de espectáculos que habían sido grabados en CD, fue presentado en el ciclo Clásicos Populares del Teatro Municipal General San Martín de Buenos Aires en 1994, por el cual recibió el premio ACE de música popular y con el que luego recaló en América Latina y Europa. Rinaldi manifestó en esa oportunidad que no le importaba «cantar en la Argentina por dos pesos. Porque me importa cantar aquí, nada más. El dinero lo gano afuera». Poco después, se presentó en el Teatro Coliseo a total beneficio del Hospital Italiano.
“Tuvo un protagónico en el espectáculo de revista Gotán (1995), en el Teatro Avenida, donde recreó el papel de Milonguita. El CD grabado en vivo de Gotán continuaba siendo un best-seller de ventas en 2005. Su éxito fue tal que las entradas permanecieron dos años agotadas en Buenos Aires y Mar del Plata, y Julio Tahier —el creador del musical en 1979— le espetó al director Manuel González Gil: «Qué linda obra hiciste». Cuando la actriz Laura Conforte fue seleccionada por González Gil en 2015 para recrear el mismo papel que había hecho Rinaldi, le dijo: «¿Estás pensando en mí para algo que hizo la Tana Rinaldi? Me dio un panic attack».
“Su disco «Tiempos de malvivir» fue presentado en Buenos Aires en 1997 a sala llena en el Teatro San Martín. El diario La Nación publicó en esa oportunidad que «Susana canta mejor que nunca. Y sabe alcanzar cúspides de antología… hasta su don histriónico… juega con soltura y con esa garra envidiable de las mejores cantantes». Ese mismo año encabezó una gira por Europa con motivo del lanzamiento de su CD europeo, «Sin estridencias», producido por la compañía sueca Prophon Records, con el cual recorrió Gotemburgo, Helsinki, Estocolmo, Malmö, Oslo, París, Málaga y Madrid. Fue en esa ocasión donde Suecia creó el premio Susana Rinaldi para distinguir a artistas suecos y latinos, y París la honró con la medalla Echelon Vermeil Medail. Con ocasión de su visita a Madrid y Málaga luego de diez años ausentada de España, El País destacó que «pocas veces la mujeres logran ser reconocidas como cantantes de tango, un género demasiado masculino y perverso de letras desgarradas y nada candorosas. Sin embargo, desde hace muchos años Susana Rinaldi está considerada como la voz femenina más importante del tango. Su voz quejosa y grave está… dispuesta a demostrar por qué merece ese título». En un reportaje español, Rinaldi manifestó que «[los suecos] se quedan sorprendidos al escuchar los nuevos repertorios en los que se habla de un presente donde todo ha cambiado y la vida tiene otra crueldad. Porque el tango está muy ligado a la nostalgia. Y la nostalgia ya no es lo que era». En diciembre de 1998, fue declarada «Monumento Nacional de Argentina» durante un evento organizado por el Centro de Divulgación Musical en el Obelisco de Buenos Aires.
“Luego de participar en el Festival de Música de San José de Costa Rica, volvió a la Argentina para una serie de conciertos en mayo de 1999: Tangos de una noche y Sin estridencias, que reunían tangos contestatarios y de protesta social. Un crítico de La Nación, en referencia al estreno de Tangos de una noche en el café-concert Clásica y Moderna, puntualizó que «lo que sorprende en este regreso —uno ya sabe que ella ha eliminado de su gestualidad los abominables tics tangueros— son los fraseos». Ese mismo año cantó por primera vez en Japón —en Tokio, Nagoya y Osaka—, en el Festival de Jazz de Estocolmo con la Stockholm Jazz Orchestra —donde tocaron también Chick Corea y Gary Burton— y en Caracas. En Francia, dictó un seminario mensual sobre la historia del tango canción para los actores profesionales del estudio de Ariane Mnouchkine en el Theatre de la Cartoucherie y fue invitada por Finlandia para inaugurar como primera artista internacional el Festival de Tango Tangomarkkinat 99, que reunió a 140.000 personas. Su actuación, acompañada de la Orquesta de Seinajoki, recibió el premio Estrella de Oro del Tango. A su regreso a la Argentina, fue parte de la apertura de la exposición «Buenos Aires 1910» en el auditorio del Banco Mundial en Washington D. C..”
(continuará)
Alguien le dice al tango
Homenaje a María Elena Walsh
Como dos extraños
Fuente: De la red de redes


