¡Quiero ir a jugar a las pinturas de Montse! Observar bien cada detalle, prestarle atención a las tonalidades y los rincones, a las texturas sugeridas, a los oleajes. En todos los casos creo que me alcanza con hacer esa tarea previa, de la mano del deleite. Para entrar, me aprovecharé de su sonrisa.
Cada objeto allí fue pensado para mi regocijo. O no, vaya a saber. Quizás es una sumatoria de rayuelas superpuestas, transfiguradas, más juguetonas aún que aquel entretenimiento de millones de niños, comenzando por el gran Julio Cortázar. Contar trazos y puntos, pendientes, contornos.
Veo flores, piedras de colores, agua. Racimos abundantes y diversos, perfectos en su belleza, convocantes. Racimos, una perfecta alegoría de la individualidad y el todo. Ida y vuelta que trastoco en sube y baja, entrar y salir. Jugar a las escondidas con la obra de esta gran artista plástica. Jugar a las encontradas.
Columnista invitada
Montse Bassols
Nace el 21 de mayo de 1982 en Olot (provincia de Girona) Catalunya, España. A los quince años se radica junto a su familia en la ciudad de San Rafael, provincia de Mendoza, Argentina. Allí cursa sus estudios secundarios en la escuela Mercedes Álvarez de Segura, en la orientación artística. Más tarde continúa sus estudios recibiéndose de Profesora en Artes Visuales en el año 2007 (especialidad pintura) en el Instituto 9-014 Profesorado de Arte. Desde el año 2006 hasta la actualidad ha realizado más de 10 muestras individuales y 20 grupales en distintas ciudades como San Rafael, Maipú, Mendoza, La Plata, Buenos Aires, Olot (España) y Barcelona (España).