El arte aflora, siempre. Más allá que hallemos excusas para desarrollarnos en ese trascendental oficio que encuentra los elementos que puedan comunicar eso que llevamos adentro. Es un puente permanente y robusto la cultura, que se sirve de una necesidad y de un deseo. Allí fructifica la mirada singular, la observación única.
Aferrarse a la historia, rastrear qué ocurrió en los parajes donde la artista se propuso convidar su sapiencia y su arte, son motivos por demás atendibles. En otro sentido, visto ya desde el mural terminado hacia atrás en el tiempo, todo puede explicarse. “Cuéntale tus planes a Dios” reza el dicho que enlaza los hechos a lo ya ocurrido.
La celebración de la estética en un contexto ético, es sublime. Líneas abajo podrás advertir en torno a qué figura pública mundial, la artista encontró puntas para conformar este bello y sensible mural. Su pueblo se halla entonces representado, en asocio con la Argentina unida a través del sistema de trenes. Emociones por doquier.
“Cuando me mudé a mi casa nueva en el año 2010 fue una gran sorpresa descubrir ese rincón con historia.
“En una conversación con alguien que conoce acerca de San Antonio Oeste me sorprendí con la anécdota que me contó…
“Resulta que ese lugar era un gran médano y en una ocasión, cuando Antoine de Saint Exupery visitó nuestros pagos, se le averió el avión. Al autor de “El principito” le estaban arreglando la nave en los talleres del ferrocarril, que quedaban muy cerca.
“Justo en ese médano, en el que algún día estaría mi casa, se lo observó escribiendo, muy concentrado y en armonía con la naturaleza del lugar…
“No dudé en contarle la historia a la artista Lidia Rosana Gómez cuando comenzó a pintar un mural en la pared lateral de mi casa, para que expresara con su talento artístico lo que ella quisiera.
“Y hoy lo pueden disfrutar los que, por el pasaje, día a día cruzan para “el otro lado del pueblo”…
“Estas hermosas palabras escribió Mariela Uribarry dueña de los casa donde pinté este mural.
“En esta ocasión, esta obra está inspirada en la anécdota que me contara la dueña de la casa donde lo pinté.
“Esta obra, además de la historia que cuenta, es parte de un proyecto personal que inicié y he llamado “Proyecto Flora”. Tiene como objetivo plasmar en los muros la “Flora Autóctona” del monte de Bahía de San Antonio, el lugar donde vivo.
“En esta ocasión la especie protagonista que se enlaza a la anécdota de Antoine de Saint Exupéry y su paso por aquí es el “Molle”. arbusto autóctono que seguramente debió acompañar en sus tardes de relato al escritor, que es parte del paisaje natural.
“”Niño Ferrocarrilero” en algún sentido me remonta en el recuerdo al Principito, caracterizado y encarnando a los antiguos pobladores que trabajaban en el ferrocarril y en la estación de trenes aquí en San Antonio Oeste.
“Es por ello que al mural decidí ponerle por nombre “Niño ferrocarrilero y el Molle”.
“Las del “Molle” a la rosa, y las demás a las estrellas”.
Columnista invitada
Lidia Rosana Gómez
Artista visual, nacida en la ciudad de San Antonio oeste, Río Negro, Argentina. Es multifacética: muralista, escultora, pintora, y gestora cultural. Hace 11 años que se dedica al arte. Ha llegado con sus obras a diferentes lugares de Argentina y de otros países. Es dueña de Innover Espacio Cultural, un lugar donde desarrolla diferentes actividades artístico-culturales en conjunto con otros artistas de las diferentes disciplinas. Gestora de “Pintando la Bahía de San Antonio“ que convoca a creadores de diferentes lenguajes artísticos, tanto a nivel nacional como internacional. Ha sido declarado de interés municipal, provincial y nacional. Miembro del MIM: Movimiento Internacional de Muralistas Ítalo Grassi como muralista y Delegada Nacional por la zona atlántica de Río Negro.
(Fotografía: Rocío Gilabert)