Ingresar a estos edificios es siempre una aventura ya que pareciera que el túnel del tiempo existe y, por momentos, somos nosotros los que lo disfrutamos. Algo así como que se caiga el velo que ocultaba las opulentas habitaciones de los ricos y famosos de toda época. No estremecemos por mil cosas y queremos ver más y más
Gustos, lujos, excentricidades; un modo de vida que nos ha llegado a través de novelas, películas y relatos mil veces dimensionados por cada una de las personas que replican esas anécdotas de otros. En este caso se trata de un edificio que se utiliza como sede del Ministerio de Cultura desde hace muchos años. Eso se puede advertir.
La ausencia casi total de los muebles que ocuparon estos enormes y decorados espacios, es un dato que nos relaciona con la actualidad. En este caso se trata de oficinas de hoy, con un mobiliario que no encaja con lo que suponemos hubo aquí. Redoblamos los esfuerzos imaginativos y volvemos a concentrarnos en cada detalle.
“El Palacio Casey es el nombre con el cual se conoce a una de las antiguas residencias aristocráticas de la Avenida Alvear, en Buenos Aires. Su dirección exacta es Avenida Alvear 1690, y actualmente es la sede del Ministerio de Cultura de la Nación.
“El edificio fue proyectado en la década de 1880 como residencia de Eduardo Casey, por el arquitecto Carlos Ryder. Se terminó hacia 1889, y fue diseñado en estilo academicista, que ha sido catalogado como “tardovictoriano”.
“Ya hacia 1900, siendo propiedad de Teodelina Lezica de Alvear, se le construyó una ampliación y una escalinata hacia su jardín interno. En 1930 fue adquirido por Adelia M. Harilaos de Olmos, con el objeto de ofrecerla como vivienda en su visita al Cardenal Pacelli (futuro Papa Pío XII). Finalmente, Pacelli terminó alojándose en la actual Nunciatura Apostólica.
“En 1948 fue adquirido por el Estado Nacional, y desde 1960 es sede de la Secretaría de Cultura y sus dependencias”.