Cuarteto Zupay
Un desafío para la música popular argentina
Séptima entrega
He cantado en dos coros, en el de la Escuela de Comercio Martín Zapata, dirigido por Felipe Vallessi y en el de la Casa del Maestro, dirigido por Alejandro Scarpetta. He tenido un sexteto vocal al que denominamos L’cequia. Entono en la ducha desde siempre y lo he practicado en múltiples fogones, gitarreadas, cumpleaños y demás. Soy un barítono de registro amplio y amante de la música popular de nuestro país. Llevé adelante Latinocracia, el programa de referencia en cultura del oeste argentino… ¡dicho por terceros!
Es decir que tengo bastante idea de lo que me permito compartir con vos desde hace 39 años, como periodista. Escribo, edito libros. He tenido el honor de editar a grandes escritores y escritoras de nuestra Argentina desde Ediciones La Sopaipilla, como también llevar adelante 15 ciclos televisivos e hice más de 30 años de radio. Es decir, no sólo que me apasiona todo lo que hago al extremo de vivirlo como un hecho celebratorio permanente sino que me reporta saberes de muy distintas temáticas como así una mirada sobre hechos y procedimientos.
Con todo esto quiero señalarte que el Cuarteto Zupay es uno de los mejores grupos vocales argentinos. Esto, en una Patria como la nuestra, pródiga en agrupaciones musicales de orden vocal de altísima calidad, es todo un tema. Helos aquí, un vez mas, haciendo un formidable aporte a la escucha de la música popular. Derribaron fronteras y se animaron a abordar distintos estilos y géneros, apuntando muy alto. No sólo sus voces, absolutamente bellas, también la audacia de sus arreglos y, desde ya, la interpretación inolvidable.
(viene de la edición anterior)
“En 1986 lanzaron dos álbumes dedicados a María Elena Walsh, Canciones para convivir y Canciones infantiles, el primero de canciones dirigidas a adultos de la autora preferida del grupo y el segundo de temas dirigidos a niños. Canciones para convivir incluye ¿Diablo estás?, Palomas de la ciudad, Las aguas vivas, El buen modo, Para los demás, El viejo varieté, Sapo Fierro, Sin señal de adiós, Orquesta de señoritas y La clara fuente. A las anteriores 10 canciones le agregaron dos éxitos previos: Oración a la justicia y la Balada del Comudus Viscach.
“Canciones infantiles relacionó a los Zupay con el mundo de los niños argentinos en el que M. E. Walsh ha reinado durante cinco generaciones. Se trata de un álbum inusual en la música popular argentina, de un grupo de artistas consagrados que realizan un disco totalmente dirigido a los niños. Reflexionando sobre el arte para niños, Walsh ha dicho:
“Entre los literatos se suele considerar de una manera un tanto despectiva la actividad de escribir “para niños”. Entre otras cosas, los niños no fabrican prestigios literarios: no escriben crónicas en los diarios ni otorgan premios ni ofrecen becas.
“El disco incluye las canciones infantiles más famosas de María Elena Walsh, como Canción de la vacuna, El último tranvía, La reina batata, La pájara pinta, El reino del revés, Canción del jardinero, La vaca estudiosa y Canción de tomar el té. También incluye Los castillos, que ya había formado parte de tercer álbum, Juglares (1970). Llama la atención que el álbum no incluya la canción infantil más famosa de M. E. Walsh, Manuelita, la tortuga, que ya formaba parte del repertorio del grupo y que sí forma parte del álbum Dame la mano y vamos ya, de 1981, el primero que dedicaran a la autora. Entre 1988 y 1990 el grupo presentó el espectáculo Canciones infantiles en todo el país, incluyendo videos de cada tema en los que los integrantes cantan en ambientes oníricos y fantásticos.
“En mayo de 1987 el Cuarteto Zupay cumplió 20 años. Por esa razón lanzaron un álbum titulado precisamente Mayo del 67, jugando en cierto modo con el significado de mayo del 68, las rebeliones obreras y estudiantiles que se produjeron en Francia en esa fecha. Se trata de una retrospectiva, en la que el grupo seleccionó canciones de distintas épocas y álbumes. Ese año se presentaron en el Festival de Cosquín, donde se colocó una Placa de Honor, en reconocimiento a las dos décadas de trayectoria del grupo, y luego celebraron el aniversario con un recital en el Luna Park.
“En 1989 lanzaron el que sería el último álbum del cuarteto, Con los pies en la tierra, realizado junto al Coro Banco Provincia dirigido por Fernando Terán. El disco coincide con un momento histórico en el que el mundo cambiaba drásticamente, a partir de la caída del Muro de Berlín, preludio de la disolución de la Unión Soviética y del fin de la Guerra Fría, así como del inicio de la globalización. Simultáneamente Argentina vivía un momento de caos y confusión, con constantes insurrecciones militares que habían logrado la sanción de las leyes de impunidad y una crisis caracterizada por la hiperinflación y un aumento sin precedentes de la pobreza, que obligó al presidente Alfonsín a renunciar y entregar el poder anticipadamente a su sucesor, Carlos Menem.
“El título del álbum está tomado de una canción de Julio Lacarra que tiene como mensaje central la frase “con los pies en la tierra y un sueño cierto”. Los temas se caracterizan por expresar preocupación e interrogantes sobre el destino del mundo y la humanidad. La preocupación por el mundo, una temática ausente en el repertorio anterior del Cuarteto Zupay, se hace presente en Padre (“Padre, que están matando la tierra, deja ya de llorar, que nos han declarao la guerra”) de Joan Manuel Serrat; en Patria es humanidad, canción de estilo flamenco a partir de una frase de José Martí, de Alberto Favero y Mario Benedetti; en Fragilidad (“acero y piel, combinación tan cruel”) de Sting, un tema contra la violencia; y en Ciegas banderas (“ya no quiero más banderas en mi mundo/que se enfrenten como gallos en la arena”) de Víctor Heredia. El disco incluye también varias canciones de reflexión sobre la condición humana como Levántate y canta (“¿Por qué caerse y entregar las alas?/¿Por qué rendirse y manotear las ruinas?”) de Isella y Héctor Negro, A redoblar, de Mauricio Ubal y Rubén Olivera, canción emblemática de la resistencia a la dictadura uruguaya del grupo Rumbo, Balada del ventarrón de Chico Novarro y María Elena Walsh, sobre los permanentemente renovados desafíos que presenta la vida, Piedra y camino (“soy peregrino de un sueño lejano y bello”) de Atahualpa Yupanqui, y la novedad de una canción de Rubén Verna y el periodista Carlos Abrevaya, titulada Todo está por hacerse todavía (“porque allí donde sea el fin será el principio”). El álbum cierra con un tema de María Elena Walsh, El viejo varieté, que dice en su estrofa final:
“¡A escena los artistas,
“mientras el mundo exista
“no se suspende la función!
“Durante 1989 y 1990, los Zupay presentaron el espectáculo Con los pies en la tierra, junto al Coro Banco Provincia, en los teatros General San Martín y Alvear de Buenos Aires, y en el resto del país. En 1991 lanzaron un nuevo espectáculo, Y ahora… ¿qué hacemos?, sobre un libro y con la participación del periodista y humorista Carlos Abrevaya, en el Teatro General San Martín de Buenos Aires. Abrevaya se había destacado por su trabajo conjunto con Jorge Guinzburg en la tira cómica Diógenes y el Linyera y la revista Humor®, y luego en el programa de televisión La noticia rebelde, que revolucionó la crítica y el lenguaje televisivo desde el primer año de la era democrática.
“En octubre de 1991 el Cuarteto Zupay se disolvió. La razón principal fue que, con la asunción del peronismo en 1989, Pedro Pablo García Caffi comenzó a dar prioridad a su deseo de dedicarse a la dirección musical clásica. En 1990 realizó la producción artística de un álbum de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el Teatro Colón y, a principios de 1991, le presentó al por entonces intendente de la Municipalidad de Buenos Aires, Carlos Grosso, un proyecto de reestructuración de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, que finalmente se concretaría con su designación como director general en 1992.
“La formación final fue Pedro Pablo García Caffi, Eduardo Vittar Smith, Rubén Verna y Gabriel Bobrow”.
Canción de cuna para gobernante
Sábana y mantel
Inconsciente colectivo / Los dinosaurios
Chiquilín de Bachín
Canción del jardinero
(Texto encomillado, tomado de la red de redes)