El agua de Mendoza no se negocia
Resonaban en la Casa de las Leyes y como a lo lejos, en esos últimos días de diciembre del 2019, voces que decían a través de consignas y cantos “El agua de Mendoza no se negocia”… “Olé, olé, olé, olá, la cordillera que linda está, si la tocan que quilombo se va armar”. Mientras eso ocurría en las calles, en la Cámara de Senadores de la Provincia de Mendoza ocurrían miles de situaciones.
Como para darle un orden podríamos decir que alrededor de mediados de 2018 los senadores Alejandro Abraham y Juan Carlos Agulles dicen que es necesario dar la discusión de la minería en Mendoza. Pero en el medio hay una ley, la 7722 conocida como la ley del agua o antiminera, que prohíbe el uso de sustancias tóxicas en la explotación minera (es importante destacar que en ningún párrafo o artículo esta ley prohíbe la minería). Estábamos entrando en periodo electoral por lo cual quienes aducían conducción política -por lo menos en el Justicialismo- decidieron frizar la propuesta y no hablar del tema. En términos generales no convenía.
Recuerdo que sonaban las consignas, débilmente pero sonaban. Es más, se hizo una movilización importante y un olivo bendito por el Papa Francisco recorrió la provincia y fue plantado en la Plaza Independencia. Ese año cerró como siempre en Mendoza, como les gusta decir a quienes no nos conocen: nada cambió y somos cerrados, cosas que puedo desmentir claramente.
Se inicia el año 2019 y se acrecienta la crisis de un gobierno que sólo trabajó por transferir a manos llenas la plata que habían logrado las clases medias, con los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, a las manos de quienes creen ser los únicos con derechos ganados y comprados, es decir los ricos. Estábamos entrando en una crisis terminal, no había manera de sostener la mentira del PRO.
A todo esto se le suman las elecciones ejecutivas, eso era realmente hacer
silencio de algún proyecto minero, la política y sus actores sabían que ese tema no se tocaba porque el resultado era perder electorado, por lo tanto la campaña y las elecciones transcurrieron sin expresión alguna de los candidatos -en ese sentido-. Yo fui candidata a intendenta por el departamento de Godoy Cruz y le escribí a mis vecinos una carta donde les propuse tres consignas de trabajo para lograr un Departamento humanamente sano, socialmente Justo y mi gran compromiso en relación a lo que estoy escribiendo, ECOLOGICAMENTE COMPROMETIDO.
Muy tímidamente y ya resueltas las elecciones PASO Nacionales y Provinciales es decir cuando los candidatos a Presidente y Gobernador ya estaban definidos, la clase política comienza a decir que Mendoza estaba fundida, que no había trabajo, y que su matriz productiva estaba agotada. Si realmente uno los escuchaba sentía que no había posibilidades de vida futura.
Terminadas las elecciones y como si nada hubiera pasado se abre una puerta inesperada: la minería en Mendoza, una pelea de quien impulsa el proyecto de modificación de la 7722 entre las idas y venidas de los/as políticos/as, que deciden que el que debe mandar el proyecto a la casa de las leyes es el flamante gobernador electo Rodolfo Suarez y así ocurre. Pero cuando ya todos, a sabiendas de que si dependía de nosotros/as el tema tendría un tratamiento exprés y se aprobaría, ocurrió algo absolutamente inesperado, y que hasta va a quedar en la historia de Mendoza.
Para algunos políticos, el agua de Mendoza era un tema de barritas que afuera gritaban tímidamente EL AGUA DE MENDOZA NO SE NEGOCIA. Para otros, que habíamos venido a la política desde la militancia de las calles y del barro sabíamos que era imposible, porque el agua de Mendoza es un tema tan transversal que lo heredamos de los pueblos originarios, tan así es que el sistema de riego actual nos lo legaron los hermanos huarpes.
La curricula escolar está impregnada de la temática, el Estado multa a quien
derrocha. Al finalizar la escuela primaria los niños son designados guardianes del agua, hay asambleas del agua en toda la provincia, la juventud está cambiando de paradigma porque la casa común no acepta más agresiones. Incluso el feminismo entiende que la megamineria atenta contra nosotras, por ello la 7722 es una ley que los mendocinos viven como un logro de nuestro pueblo.
Lentamente las calles de Mendoza -a medida que avanzaba la aprobación de
modificación- se llenaban con nuestros vecinos, que literalmente se reunían en un solo grito: EL AGUA DE MENDOZA NO SE NEGOCIA. Fue la navidad con más gente en la calle que se recuerde y se generó una correlación de fuerzas favorable al agua pura tan fuerte, que parecía no detenerse.
Claramente no se detuvo porque los mendocinos frente a la aprobación, caminó desde todos los rincones de nuestra provincia pidiendo la derogación de la norma recién aprobada y restituir la plena vigencia de la 7722.
A las puertas del año nuevo nos encontramos frente a un gobernador aceptando la derrota. En la Casa de las Leyes se advertían muchas caras largas por no haber sabido escuchar el mandato y un pueblo aprendiendo dos grandes cosas: “es posible cambiar las decisiones de los gobernantes” y “la Plaza Independencia nos encontrará ahí cuando no estemos de acuerdo”.
Andrea Blandini
Senadora Provincial de Mendoza. Nació en el departamento de Godoy Cruz. De familia peronista, el
trabajo y la educación van a marcar su vida. Su hermana y ella fueron criadas por su madre, quien le transmitió desde muy pequeña la vocación por la docencia, la que comenzó a ejercer desde los 20 años, principalmente en el Oeste de Godoy Cruz, en zonas de sectores socio – vulnerables. Sus primeros pasos como dirigente social nacen de la preocupación por el trabajo en estos sectores y especialmente, de las problemáticas en la vida de las mujeres. Además de la docencia, la vocación por la política la acompañó desde siempre. Se incorpora al movimiento y decide ser un actor político tras la crisis del 2001-2002 cuando el Ex-Presidente Néstor Kirchner la convoca para ser parte de su proyecto político Nacional y Popular. Fue candidata a concejal por su departamento en los años 2009 y 2011. Toma la decisión de seguir un camino que busca estimular y fomentar el trabajo asociativo y el cooperativismo en diferentes comunidades de escasos recursos en Godoy Cruz. Fue una de las impulsoras del Proyecto de Refugio de la mujer víctima de violencia de género en Godoy Cruz y promotora de la incorporación a la carta orgánica del Partido Justicialista de la paridad de género a partir de este año. Hoy es Senadora provincial del Frente Somos Mendoza por el tercer distrito. Su compromiso es llevar la voz de los problemas e inquietudes de las mujeres mendocinas al Senado de Mendoza y trabajar para poner límites a las políticas de ajuste, endeudamiento y pérdida de derechos que lleva adelante la actual gestión de gobierno, tanto en la nación como en nuestra provincia.