“Solución minera” para Malargüe
El intendente de Malargüe, del mismo color político que su antecesor, plantea para su Departamento la tan conocida “solución minera”, condenando a sus coterráneos al mismo triste destino que hoy padecen los Jachalleros en San Juan, o los habitantes de Famatina, en La Rioja, o los habitantes de Belén, en Catamarca.
No es posible que el señor intendente desconozca lo que hizo la empresa Barrick en Veladero, aguas arriba de Jáchal en San Juan; tampoco puede ignorar lo que hicieron las empresas Glencore, Goldcorp y Yamana Gold en el yacimiento Bajo de la Alumbrera, en Belén, en Catamarca. Mucho menos puede ignorar las ruinas ambientales que dejaron los ingleses hace 100 años, con la explotación del oro en el Cerro Famatina, en La Rioja, cuyos arroyos aún hoy bajan contaminados.
Hacer creer que la “solución minera” será el maná que alimentará a nuestros comprovincianos malargüinos como a Moisés, es un engaño fácilmente rebatible, viendo lo ocurrido en San Juan, la Rioja y Catamarca, además de cientos de lugares del mundo que hoy son pueblos fantasmas.
Pero lo más grave y que debe preocuparnos como sociedad, es la incapacidad que demuestran los sucesivos intendentes y legisladores de ese querido Departamento, para desarrollar soluciones productivas innovadoras, que eviten a nuestros hermanos del sur mendocino caer en el destino minero, ya que apostar todas las fichas a explotar un recurso finito, conducirá, una vez agotado ese recurso, a una nueva decepción para ellos y no les quedará entonces la ilusión de la “solución minera”.
Malargüe tiene una subutilización crónica de muchos otros recursos que, bien cuidados y no contaminados ni por la minería ni por el petróleo, pueden ser motivo de enriquecimiento para toda la sociedad malargüina.
Pensemos en la Laguna LLancanelo, un sitio RAMSAR único en América, punto de encuentro de las aves migratorias, hoy atacada por las explotaciones petroleras y por los propietarios vecinos que quieren invadirla. Antes de la pandemia, los sucesivos intendentes no hicieron todos los esfuerzos imprescindibles para lograr un flujo sostenido de viajeros de todo el mundo. Esperemos que recapaciten y lo hagan en la post pandemia.
Pensemos en la crianza de ganado caprino, una riqueza gastronómica totalmente subutilizada que, salvo lo que hizo el ex intendente Jaque, desde tiempo inmemorial es explotada en forma precaria y dependiendo más de la naturaleza que del espíritu emprendedor de los crianceros.
Pensemos en todos los atractivos que posee -algunos únicos en el mundo como La Payunia-, que necesitan ser puestos en valor y atraerán más turistas a Malargue que los que llegan a toda la provincia de Mendoza.
Pensemos en el Observatorio Pierre Auger, radicado en allí por sus condiciones únicas para captar los rayos cósmicos.
Lo que le falta a Malargüe no es “libertad para contaminar un poquito”, como pedía una legisladora de ese Departamento, ni es permitirles que no cumplan la Ley 7722, que nos protege precisamente de quienes quieren contaminar con cianuro y otras sustancias nuestros recursos hídricos.
Lo que necesita Malargüe es optar por otro camino para sus habitantes; es buscar y lograr una real ayuda estatal para desarrollar alternativas económicas viables, para dar trabajo a los jóvenes que hoy solo añoran un sueldo asegurado, lamentablemente convencidos por los medios de in/comunicación, de que a través de proyectos mineros, algunos muy contaminantes, podrán ingresar en el mundo del consumo que hoy les está vedado.
El señor intendente y sus legisladores deberían pensar, algo que a veces es difícil, cómo salir de ésta crítica situación laboral, a la cuál sucesivos intendentes llevaron a ese querido Departamento; pensar cómo estadistas para honrar el cargo con que la sociedad malargüina los distinguió y jugarse por encontrar las soluciones que el momento exige.
Pero apuntar a la solución minera, no es el camino de grandeza con que sueñan nuestros hermanos malargüinos y, de optar por esa salida, a mediano plazo se verán las consecuencias, como hoy en Jachal o en Belén, por citar casos cercanos.
Columnista invitado
Alberto Lucero
Ingeniero Electricista – UTN – Fac. Reg. Mendoza. Titular de “LENIX PUBLICIDAD”. Titular de “INFO POINT SYSTEM”. Co-fundador de A.M.P.A.P. (Asambleas Mendocinas por el Agua Pura), en Tunuyán.


