Quienes tienen auto están que trinan. El Gobernador Suarez también quiere echar mano a recursos que salgan de ahí, para luego rifarlos en la tómbola del neoliberalismo. Para convidárselos a sus amigos y socios, metamorfoseados detrás de sociedades anónimas a las que, casualmente, le sean asignados para gestión.
Porque claro ¿quién dijo que estos radicales ultra derechizados no creen en la gestión? Lo hacen a su manera, privatizando todo, desarticulando al Estado, endeudándolo/nos hasta más no poder -como hizo Alfredo Cornejo que sumó más deuda que los tres gobiernos que lo precedieron, juntos. Negociados de toda calaña.
Las redes están rebasadas de reclamos, muchos de ellos provenientes de votantes del oficialismo -aquellos que por tener un autito, quizás, se consideran de la “clase media”-. Por tanto ahora Suarez se las ve en figurillas para retroceder, aunque seguramente con esa actitud tan suya en la que la empatía es sólo un sustantivo más.