Otra muerte que lamentar y, al mismo tiempo, que poner en evidencia en su saña, violencia recurrente y acoso en todos los órdenes. El futuro de nuestra sociedad también se puede atisbar desde este momento triste, del que solo saldremos con más visibilización y una participación activa del Estado.
Los medios masivos de comunicación, para hablar de uno de los factores que tanto puede servir para abreviar dolencias, pueden desenmascarar prácticas y señalar al patriarcado como una de las rémoras tribales que ciegan tantas vidas. Los medios tienen una obligación moral que, muchas veces, queda detrás de sus pingues negocios.
Entonces allí debe trabajar el Gobierno del pueblo, obligando a quienes detentan los oligopolios trasnacionales de medios, a velar por la seguridad de todos, en lo atinente a violencia intrafamiliar. Hay mucho por hacer y parece acrecentarse cuando se observan las cifras, tristes, vergonzantes y por demás decidoras.
“18 denuncias. 7 meses de agresiones. Amenazas de muerte.
“Quiero ser la última”
“Si no vuelvo hagan mierda todo”
“Matías Ezequiel Martínez, policía de la Bonaerense, el asesino de Úrsula, la violentó de muchas formas: la acosó, la amenazó, la maltrató, la asesinó de 30 puñaladas.
“Úrsula lo denunció muchas veces. No la atendieron. Archivaron sus denuncias, no le tomaron la declaración. La justicia patriarcal y la policía cómplice permitieron que Martínez viole tranquilamente la perimetral y la asesine.
“En lo que va del año 2021 la suma de femicidios asciende a 44 en nuestro país. Los efectores públicos que deben proteger nuestras vidas nos ponen en peligro. Es responsabilidad del Estado conocer las leyes, cumplirlas y hacerlas cumplir, destinar mayor presupuesto a prevenir y erradicar la violencia de género y diseñar e implementar políticas públicas específicas. Es urgente.
“¡Basta de femicidios, travesticidios y transfemicidios! ¡Ni una menos! ¡Vivas y libres nos queremos!”.
BUENOS AIRES (ARGENTINA), 03/06/2020.- Una mujer con un tapabocas que dice “paren de matarnos” participa con el movimiento feminista “Ni una menos” en una marcha, este miércoles, contra el aumento de feminicidios que ha dejado el confinamiento, en Buenos Aires (Argentina). Surgido en Argentina, el movimiento “Ni una menos”, que le ha dado ya la vuelta al mundo, cumple cinco años reclamando medidas en defensa de la igualdad de género y contra la violencia machista.
Agencia EFE
Juan Ignacio Roncoroni


