“El” Orlando, como decimos los mendocinos, es uno de esos artistas incansables a la vez que inclasificables, que parió nuestra tierra. Plástico de referencia, sus cuadros, esculturas y objetos se defienden solos. Atesora, con el paso del tiempo, las virtudes que se suman en las obras artísticas cuando son de buena factura y hacen época.
En lo comunicacional me tocó trabajar con él. Siempre admiré al conductor de “Radio abierta”, aquel inefable programa de Nacional que, recuperada para la flamante democracia, dirigía Raúl Marín. Fue necesaria esa programación popular de jerarquía, luego de los años oscuros de la última dictadura militar.
La relación entre arte y erotismo, tiene en “El” Orlando a uno de sus cultores, al punto que ha propiciado y producido un evento provincial de resonancia nacional e internacional. La Erótika es una muestra anual en ese sentido, porque el artista tiene eso de incisivo, de provocador, que le admiramos. Ahora necesita tu ayuda.