Así como cada vez que puede repite, como una letanía, que no comprende el porqué de la negativa de los mendocinos a la megaminería y el fracking, al Gobernador no lo he escuchado hablar de la pobreza. ¿Vos? De la que incrementó exponencialmente el malcrismo, que lego se agravó preocupantemente por la pandemia.
Yo sé que el vive en Chacras de Coria desde antes de ser Intendente de Capital, algo que está expresamente prohibido por la Ley de Municipalidades. Pero quizás sabe de la existencia de todos aquellos que, desarrapados y con una expresión que mezcla la aberración con el espanto, caminan sin rumbo las calles del Gran Mendoza.
Lo hacen sin norte, sin esperanzas. Tratan de “hacer la diaria” en condiciones muy endebles y que deben preocuparnos. Se trata, en definitiva, de hermanos y hermanas nuestros que, producto de la situación de emergencia económica, no saben qué van a llevar a la boca día a día. Muchos de ellos también viven en la calle.
“Pobreza en Mendoza: cada vez más familias completas piden comida en la calle
“El aumento de las cifras de la pobreza repercutió en la dificultad de cada vez más mendocinos para acceder a la comida. Así lo confirmaron desde la Pastoral de la Calle.
“Por la crisis económica que generó la pandemia, cada vez más personas en situación de calle necesitan pedir comida para vivir.
“La pandemia ha impactado negativamente en cuanto al aumento de la pobreza en Argentina y esto quienes trabajan en territorio lo saben mejor que nadie. Así, Cristián García, coordinador de la Pastoral de la Calle, una organización que pertenece al Arzobispado de Mendoza, y se dedica a asistir a las personas sin techo, explicó que, mientras hasta el 2019 le ofrecían comida caliente en lugares públicos a personas en situación de calle, durante el 2020 y con la pandemia, la problemática recrudeció. Actualmente, cada vez son más las familias completas las que les piden asistencia alimentaria a alguno de los 10 grupos que realizan este tipo de tareas solidarias e integran este movimiento.
“El coordinador aclaró que esta actividad solidaria la comparten también con integrantes del grupo Mies (de la Iglesia Evangélica) y con otra organización católica denominada “Puente Vincular”.
“Una familia necesitó más de $50.000 para no caer en la pobreza durante enero en Mendoza. La canasta básica local se mantiene por debajo de la nacional.
“La línea de la pobreza en Mendoza superó los $50.000
“Para la CEPAL, Argentina cerró el 2020 con el 38,8% de pobreza y 8,1% en la indigencia.
“Según ese organismo, programas como el IFE ayudaron a reducir el impacto que provocó la pandemia en la Argentina pero no alcanzaron.
“Cómo se organiza la ayuda
“García manifestó que si bien antes de la pandemia era más fácil llegar a la gente en situación de calle ya que sólo les bastaba con colocarse en una plaza o en algún punto de la Ciudad, con las restricciones la situación cambió.
“Sin embargo, no por eso dejaron de brindar ayuda.
“Lo que hicimos fue armar un mapa, marcando los principales lugares a los que teníamos que llegar, la mayor parte de la gente en situación de calle vive entre Ciudad y Guaymallén, allí es donde más trabajamos
“Cada grupo asiste a una zona específica, a la que lleva viandas con almuerzo, cena o merienda. En cuanto a la forma en la que compran los alimentos, el coordinador manifestó que son las comunidades a la que pertenecen los integrantes de los grupos quienes se encargan del sostenimiento económico de la ayuda.
“El lado más crudo de la pandemia
“Si bien la pandemia produjo cambios negativos para muchísimas personas, su lado más cruel es sin duda, el aumento de la pobreza y de la indigencia. Todas las medidas de prevención, entre las personas que viven en situación de calle son mucho más difíciles de cumplir. Recién en octubre reabrieron las duchas y consultorios médicos que funcionan en la Iglesia de la Merced, en la Cuarta Sección. Hasta ese momento, las personas en situación de calle no tenían ningún lugar en donde ducharse ni cambiarse la ropa. Otros aspecto que destacó el coordinador, es que la falta de acceso a la vivienda durante la pandemia agrava la situación de vulnerabilidad.
“La gente que vive en la calle está cada vez más asustada con los efectos de la pandemia. Muchos nos dicen que muchos se quejan de que se tienen que quedar en su casa, pero ellos no tienen ninguna casa en donde quedarse
“Quiénes son y dónde encontrarlos La Pastoral de la Calle está compuesta por diez grupos de jóvenes. Aquí sus nombres y qué ayuda proporcionan:
- comedor Tarcisio Rubin, reparte merienda los lunes
- UPA parroquia santiago apostol y san nicolas, reparte cena los martes
- Los amigos de la calle. movimiento de Schoenstatt. reparte cena los miércoles
- La consolata. Nuestra Señora de la Consolata. Colabora con ropa y calzado
- Kerygma. Parroquia Sagrada Familia. Reparte cena los viernes
- Hijos de la virgen. Reparte cena los sábados.
- Mesa Tendida. Santa Bernardita, reparte almuerzo los domingos.
- Casa de asistencia La Merced. Duchas los miércoles de 8 a 10
- Pastoral Guadalupe. Trabaja con mujeres y mujeres trans en situación de prostituciones, violencia y riesgo social.
- Grupo Olla, Parroquia San Miguel, Las Heras.
“Diariouno.com.ar
“Paola Alé
“2 de abril de 2021”.
“Personas en situación de calle: ¿cuál es la realidad en Mendoza?
“El caso de M, la niña de 7 años que había sido secuestrada por un hombre en Parque Avellaneda puso el foco nuevamente en la vulnerabilidad de las personas en situación de calle. Según el Gobierno provincial, unos 150 mendocinos/as viven en los tres albergues del área Metropolitana y alrededor 70 duermen a la intemperie. Se suma un grupo con “estrategia de calle”, es decir, personas que se acercan a plazas o comedores en busca de alimentos para luego regresar a los sitios donde viven, la mayoría, en asentamientos.
“Hace bastante venimos trabajando con tres albergues, dos de hombres y uno de mujeres. Antes, abrían sus puertas sólo en invierno pero esta situación cambió el año pasado cuando se decretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) y pasaron a funcionar durante 24 horas para que las personas pudieran tener un lugar donde estar, recibir las 4 comidas, dormir, bañarse y cumplir el aislamiento”, comenzó a explicar Alejandro Verón, subsecretario de Desarrollo Social de la provincia.
“Tenemos dos convenios: uno con fundación El camino y otro con la asociación Remar y actualmente, unas 150 personas se están alojando en los tres albergues. Creo que la estrategia de haber modificado la modalidad de atención nos dio la posibilidad de hacer un trabajo más extendido con estas personas y muchas se han revinculado con sus familias o han podido destrabar su situación particular. Nos pone muy contentos que quienes estaban alojados/as hayan podido avanzar, superando la necesidad de acudir a un albergue”, sumó.
“El funcionario señaló que en este último tiempo se ha sumado gente nueva en la calle producto de la situación económica y los problemas sociales generados y/o agravados por la pandemia por coronavirus. “En esto, hay una cantidad de personas que no quiere ir a ningún albergue, estamos hablando de 60, 70 aproximadamente que literalmente viven y duermen en las calles del Gran Mendoza”, expuso.
“En primera persona
“Gustavo lleva años viviendo en la calle. La conoce a fondo como también a las realidades de quienes tampoco tienen adónde ir. “Con mi casa a cuestas”, como dice al referirse a su mochila y una bolsa con sus pertenencias, este hombre de 58 años pasa sus noches en la Terminal de Mendoza “porque ahí hay personal policial y de Gendarmería. Es que ya me golpearon una vez para robarme, hay que tener cuidado, estamos en riesgo todo el tiempo”, cuenta.
“Es una de las personas que prefiere no alojarse en uno de los albergues, los motivos son varios y van desde el trato que encuentra dentro por parte de algunas personas -sin generalizar- que trabajan en estos lugares hasta el comportamiento de otros con quienes comparte techo. “No en todos hay lockers para guardar lo que tenemos, entonces, por ahí te despertas y te robaron todo adentro del albergue”, expresó. Ya cansado de lidiar con esas situaciones y las peleas que presenció por el mimo motivo, decidió tomar sus cosas y mudarse a la calle.
“El caso de la niña M y de tanta gente que vive en las mismas condiciones se podría evitar si existiera una política de abordaje de esta situación, no ocurrirían estas cosas. Esto habla de la problemática compleja que debería tratarse de manera integral y no se hace. Hace unos días, el diputado nacional Federico Fagiole, del movimiento Nuestra América (FdT) presentó junto a Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social de la Nación un proyecto para amparar a las personas en situación de calle garantiza sus derechos humanos”,
“Lo más importante de esto es la creación de centros de integración social en todo el país que responde a ciertas características y que aborda integralmente esta problemática”, agregó.
“No sólo he visto el aumento de personas en situación de calle, sino también el rango etario. Veo desde niños hasta ancianos, familias enteras. Son personas de clase media que han perdido el trabajo, hay mucha gente capacitada y sin empleo, hay que cambiar el concepto de ‘linyera’ por la nueva situación de calle que implica también la militancia por los derechos humanos y civiles. Son mendocinos/as que han quedado sin trabajo y por supuesto que todo se profundizó por la pandemia y estamos en vísperas de la segunda ola”, dijo Gustavo.
“Y continuó: “Entonces, el pedido es que las autoridades apoyen este proyecto para que se trate, apruebe e implemente en la provincia, que se preocupen por esto porque además, cualquier persona en situación de calle es vector en época de pandemia, somos itinerantes, vamos de un lado a otro”.
“Sitioandino.com.ar
“Florencia Rodriguez
“30 de marzo de 2021”.