Hace ya varios días de este hecho, que conocimos más a través de las redes sociales y los medios alternativos que por algún que otro espacio, en muy pocos de los que tienen negocios con el poder real. Quería compartirlo con vos y aquí subsano esa pendencia que creo necesario salvar. Porque los mendocinos tenemos que saber.
Hay algunos que tienen coronita, mientras vos y yo no podemos ir a la cancha a ver a nuestro equipo preferido. Es el modo que tiene Cornejo, a quién le hemos conocido muchas más trapisondas por estos días, a partir de la documentada denuncia del sitio colega Elotro.com.ar que puso los números sobre la mesa (y se agradece).
Cuando las tendencias monárquicas envilecen a quienes fueron ungidos por los votos de la soberanía popular para ocupar un cargo durante cuatro años, debemos preocuparnos por saber en qué derrape se encuentra nuestro sistema. El distanciamiento social y todos los protocolos a cumplir en pandemia: bien, gracias.
“Quiénes fueron los “hinchas VIP” invitados al partido entre Godoy Cruz y River
“Alfredo Cornejo, Marcelino Iglesias y Alejandro Gullé estuvieron en el Malvinas Argentinas. La explicación del club y de los protagonistas.
“La imagen recorrió el país: a los 12 minutos del primer tiempo del partido que disputaron este sábado por la noche Godoy Cruz y River Plate, el árbitro Germán Delfino paró el juego para “quejarse” por la cantidad de público presente en la platea techada del Malvinas Argentinas.
“Las redes sociales también se hicieron eco de esa situación presuntamente anómala -a raíz de la pandemia, los encuentros del fútbol argentino son a puertas cerradas- y apuntaron fundamentalmente a la presencia de Alfredo Cornejo (diputado nacional), Marcelino Iglesias (intendente de Guaymallén) y Alejandro Gullé (procurador de la Corte) en la tribuna del estadio mundialista.
“Mientras en Twitter surgieron quejas y críticas por los supuestos privilegios, desde Godoy Cruz y el entorno de Cornejo, Iglesias y Gullé descartaron irregularidades. De hecho, AFA permite que los clubes que juegan de local puedan invitar a 120 personas, en tanto que extiende otras 75 invitaciones para el equipo rival.
“Según el Boletín 5873 del 4 de marzo de este año, en las tribunas el número debe oscilar entre 210 y 280 personas (prensa principalmente, más directivos o allegados y seguridad).
“Ver también: ¿A puertas cerradas? El video que deja mal parado a Godoy Cruz
“Fui como invitado de Godoy Cruz, dentro del cupo que autoriza la AFA, cumpliendo todos los protocolos”, explicó el intendente de Guaymallén, quien es fanático del Tomba. Además se quejó de los “chusmeríos” y apuntó con la “miserabilidad” de la oposición política.
“En tanto, fuentes allegadas a Gullé afirmaron que también estaba habilitado a ingresar al estadio, para lo que tuvo que firmar una declaración jurada. También destacaron que el jefe del Ministerio Público Fiscal es socio de Godoy Cruz.
“Sin embargo, hay que tener en cuenta que la AFA aún no autorizó la presencia de socios en la tribuna, a la que sólo pueden acceder periodistas, directivos, invitados y personal de seguridad.
“En este sentido José Mansur, presidente del Tomba, indicó que este sábado fueron “120 invitados de Godoy Cruz y 75 de River”.
“Se entregaron invitaciones a algunos sponsors y se hizo un sorteo con las categorías de socios”, señaló Mansur a El Sol. El presidente del Tomba confirmó que entre los invitados figuraban autoridades políticas.
“Elsol.com.ar
“Marisa Alarcón
“21 de marzo de 2021”.
“La platea VIP, otra triste prueba de que el fútbol es para los vivos
“Al fútbol no le importa nada, hay un desprecio total por las reglas, por el otro. Allegados, amigos, conocidos y colados. Además, ¿quién se ocupa de lo que pasa en las inferiores?
“¿Con público? Tribuna con “allegados” durante el partido del sábado por la noche que disputaron Godoy Cruz y River, en Mendoza
“Al fútbol no le importa nada. Se encadenan las fechas y en las canchas cada vez habitan más dirigentes, allegados, amigos, conocidos, colados, intrusos, pillos y alcahuetes con privilegios. Sin distancia, sin barbijos, sin vergüenza. Ni la discreción cuidan los incumplidores: cantan, gritan, insultan, agreden. La bochornosa platea vip. Porque no sólo se trata de ser más vivo que los demás, sino también hay que exhibir esa supuesta superioridad. Desigualdades y atropellos bajo el cómplice manto de la inacción. Las reglas no son las mismas para todos. El fútbol espeja a una sociedad, y en este caso, su decrepitud. El desprecio total por las reglas. Por el otro. Hasta el árbitro Germán Delfino llegó a detener el partido Godoy Cruz-River en el estadio Malvinas Argentinas, de Mendoza, por esa ola desacatada que se elevaba desafiante.
“Julián Alvarez marca un gol para River, pero el árbitro Germán Delfino llegó a detener el partido con Godoy Cruz en el estadio Malvinas Argentinas, de Mendoza, por los gritos de los “pocos” presentes,
“La laxitud callejera en los cuidados frente a la pandemia –ante la inevitable segunda ola, advertencia en la que todos los infectólogos coinciden–, encuentra aliento en la relajación de un fútbol especialista en atajos, permisos y concesiones. Trampa, sí. El socio colabora con su bolsillo y con su pasión. Pero observa a cientos de personas en su cancha, quizás en su asiento de abonado, mientras paga el pack fútbol para seguir el partido desde bien lejos, por televisión. Costosa ecuación y el sentimiento íntimo de sentirse estafado. Principalmente por su club, claro, que permite la disparidad. Hasta la propicia.
“El poder del ejemplo cuando a nadie le importa nada. Entre tanto desgobierno, también con cientos o miles de hinchas agolpados en los accesos de un estadio, hay que jugar. Siempre jugar. Y aparece Sarmiento, con 17 infectados de coronavirus entre el plantel y el cuerpo técnico y juega. “No hay descensos, entonces está bien que no se suspendan partidos por los contagios. Las decisiones son acertadas”, había dicho Fernando Chiófalo, presidente del club de Junín. Extrañas prioridades, singular escala: ‘Si pierdo no importa, ahora, si estuviese en juego algo mi punto de vista sería distinto’, de algún modo aceptó el dirigente. Otra vez, como siempre, ni siquiera asoma un criterio sanitario, sino el móvil de los intereses. Frustrante retrato. Al menos, sincero.
“Los futbolistas forman para la foto con barbijos y el plantel de Defensa y Justicia llega cambiado para no utilizar el vestuario juninense. Se juega, y gana inobjetablemente Sarmiento con sus remiendos porque esa es otra dimensión. Lo que sucedió no fue sólo por culpa de Sarmiento, aunque aceptó el papel de partícipe necesario; ¿alguien de la Liga profesional o de la AFA lo protegió? ¿Algún club levantó la mano para gritar que debía ser liberado de protagonizar este despropósito? Ni siquiera a nadie le interesó. Y ya no una cuestión de salud, sino algo menos relevante como la equidad competitiva. Más allá de la victoria frente al campeón de la Copa Sudamericana, la competencia se distorsionó. Pero al fútbol no le importa nada. Apenas su propio ombligo.
“¿Qué ocurre cuando un plantel tiene un brote de coronavirus? Nada. No es un obstáculo. A lo sumo tendrá que debutar un arquero, como Facundo Ferrero en Sarmiento. O Martín Tagliamonte en Racing, por la Copa Argentina. Y en los certámenes continentales la Conmebol autorizó a los clubes a anotar hasta 50 futbolistas en su lista de buena fe. Hay que jugar como sea, aunque en ocasiones haya que apelar a chicos de divisiones inferiores para completar el banco y hasta la alineación. Con los daños que encierra apresurar etapas formativas. Pero a quién le interesa. Quién se detendrá en el futuro si únicamente cotiza el presente. Ningún club puede pedir la suspensión, sólo autoridades gubernamentales pueden impedirlo. El escondite perfecto para el fútbol.
“¿Quién se ocupa de lo que ocurre en las divisiones inferiores? Hay contagios. Son jóvenes, generalmente asintomáticos, y afortunadamente no desarrollan con gravedad la enfermedad. Pero, ¿cuántos hisopados se hacen en cuarta o en quinta división? ¿Dónde están los protocolos? Sin rigurosidad en los estudios médicos, en los controles, esos chicos vuelven a sus casas. Muchos, conviven con sus abuelos. El fútbol y sus reglas tan particulares, con aroma a zona liberada. Caramelito narcótico, siempre funcional para evadirse un rato de la realidad.
“La Nación
“Cristian Grosso
“22 de marzo de 2021”.