En Jachal, San Juan, sus pobladores no pueden tomar agua de la canilla. Lo hacen en botellas, bidones o de un camión que pasa cuando se le da la gana a la administración de gobierno, que además combate a quienes denuncian esta situación. Han sido contaminados los causes por las sustancias que utiliza la megaminería.
Suarez nos lleva a una situación similar con el fracking, que según sabemos por ahora se realiza en el Puesto Rojas, Malargüe y quieren llevar adelante en Tupungato, a la brevedad. Esto va a contaminar no sólo a ese bello departamento del Valle de Uco sino que también lo hará aguas abajo, con los cinco departamentos del este.
No hay tiempo para más, a la vez que debemos dejar de lado diferencias menores para unirnos en defensa de la vida. De otro modo, lo más probable es que terminemos como Jáchal. No sólo que es imposible pensar que pueda hacerse vino con el agua contaminada. Hombres, animales y plantas, tendremos los días contados.