Quienes habitamos en el planeta de la Democracia, que es uno que tiene sus propias reglas (leyes) sacralizadas en la Constitución Nacional, debemos rendirle tributo porque es lo que corresponde. Pero también por principios, que es algo que no todos pueden exhibir. Por ello sabemos respetar los resultados electorales.
Esta, que es una verdad de perogrullo, nos fue escamoteada en muchas oportunidades entre 1930 y 1983 con todos y cada uno de los golpes de Estado. Por eso es tan importante hacer este señalamiento. Cada nueva jornada electoral es una fiesta de la libertad y la participación popular, que hace crecer a todos los argentinos.
Suarez y Vidal ganaron las elecciones PASO. Si bien son los nombres de dos de los dirigentes del macriradicalismo, se trata de un modo de sintetizar que hicieron buenas elecciones y también es un modo de sintetizar lo que ocurrió ayer. Vayan para ellos mis felicitaciones y en ellas a sus partidarios y simpatizantes.
Se pueden tejer mil conjeturas acerca de lo que pueda ocurrir en el turno de noviembre, que es el que define. Algunas piezas se van a mover de otro modo, pero lo más probable es que se mantenga esta tendencia en casi todos los distritos. No tiene sentido hacer futurología, algo que ni los mejores encuestadores formularían.
Espero que estén a la altura de lo que han depositado en sus frentes y partidos todos sus votantes, La soberanía popular está en juego. Alegra también saber que no hubo denuncias de consideración acerca de la limpieza y calidad de los comicios, más allá de algunas demoras en la apertura de la votación. Más allá del Covid-19.
Quienes festejan deben hacerlo porque de ellos es el centro de la escena. En cada provincia, con sus características y también respecto a la Nación. Fue estimulante ver los actos de todas las agrupaciones, triunfantes y perdidosas, poniendo de relieve que seguimos en ajuste al paradigma del voto popular.
Vos sabés muy bien lo que opino del neoliberalismo, por tanto seguramente advertirás que en lo profundo de mi corazón estoy triste. No tiene sentido, en un primer momento, buscar responsables. Lo mejor es respirar profundo, aceptar los resultados y prepararnos para noviembre. Esto no es un Boca/River, es mucho más.
Mis principios no van a cambiar por un resultado por adverso que sea. No lo digo desde un costado testarudo, cerril, sino porque lo pienso y lo siento. Trato de no ser una veleta porque fui educado de esta forma pero también porque zahiere a la más elemental de las inteligencias acomodar la realidad a lo que esperamos de ella.
Por tanto sólo resta ir evaluando, con el correr de las jornadas, todo lo que irán decantando los hechos que ayer nomás protagonizamos todos los argentinos. Los resultados son sagrados porque representan la soberanía popular, más allá que nos gusten o no. En el convencimiento que la Democracia es un tesoro al que cuidar.


