Hay tres funcionarios del gobierno de Rodríguez Larreta en el video donde el ex ministro de Vidal se queja de no tener una Gestapo para acabar con los sindicalistas (si bien muestra tener medios propios e ilegales para perseguirlos). Todos los mecanismos de la persecución política anterior a 2019 quedaron al desnudo: uso de jueces, acuerdos con empresarios, participación del entonces gobierno de la provincia de Buenos Aires y de la Agencia de inteligencia de Macri.
Porque también hay tres miembros de la AFI en la reunión (De Stefano, por ejemplo, quien es a su vez funcionario de Rodríguez Larreta). Entonces, ¿quién espió a quién? Villegas, el ministro de Vidal que dirige la reunión, expone cómo perseguir ilegalmente opositores, en este caso sindicalistas. Pero a su vez, el video encontrado en un archivo encriptado de la AFI fue filmado por alguien que espiaba a los presentes en la reunión, sin que ellos lo supieran.
Es un juego de muñecas rusas: los que planificaban persecución ilegal y la realizaban, en ese momento eran ilegalmente filmados por otros. ¿Por quién? Es la incógnita. La cual quizá pueda desbrozarse, si se piensa que Vidal es querellante en una de las causas de espionaje en que está acusado Mauricio Macri.
Alguien ha recordado que cuando Vidal era “el plan B” como posible candidata a la presidencia en vez de Macri, de pronto su postulación se evaporó sin explicaciones. La sombra del llamado “carpetazo” contra ella podría ahora estar hallando una prueba. Son conjeturas, claro, por ahora no hay evidencia: pero conjeturas plausibles.
¿Por qué ocurrió esto? También comentan periodistas que recorren pasillos políticos y judiciales, que sería respuesta al fallo de Llorens y Bertuzzi absolviendo a la plana superior de la AFI (Arribas) y a Macri de los casos de espionaje, dejando todo en responsabilidad de agentes como los del grupo “Mario Bros”. Es altamente probable que varios de ellos acaben en la cárcel por acciones que efectivamente hicieron, pero que es inverosímil que pudieran realizar sin la anuencia –o las órdenes, en su caso- de sus superiores. Es decir: Dalmau Pereyra, por ejemplo, ha dicho que él actuó contra sus convicciones, pero debía obedecer. Nada garantiza que diga la verdad, por supuesto; pero sucede que tanto espía suelto haciendo acciones convergentes en la misma dirección y modalidad es poco creíble, pues sería una especie de “casualidad permanente”.
Se pedirá el juicio político de Llorens y Bertuzzi, insólitos visitantes de Macri cuando éste era presidente. El oficialismo no cuenta con número como para imponerlo, pero es un aviso. Y, claro, puede haber cosas peores: ¿no estarán ellos también filmados o “carpeteados” por los espías que dejaron filtrar el video de Villegas y su “Gestapo”? ¿No puede ser esto el inicio de una guerra sucia donde nadie sabe quién es quién, quiénes los espiadores y quiénes los espiados, que se mezclan y multiplican como en un juego de espejos? El video muestra a la vez al gobierno de Vidal haciendo persecución de sindicalistas por medios ilegales, y a ese mismo gobierno como víctima de un espionaje parecido. Vidal está ahora bajo muy fundada sospecha de haber practicado persecución ilegal de opositores, a la vez que ha sido objeto de persecución ella misma. Ciertamente, persecución orquestada desde y durante el gobierno de Cambiemos.
¿Y ahora? Se conjetura que habría decenas de estos videos. Nadie sabe si eso es cierto, pero todo hace pensar que es así. Si estaba “cableada” esa sala. ¿Por qué se iba a espiar sólo en una ocasión? Y, más inquietante aún: ¿cuántas otras salas estaban “cableadas” para espiarlas? Nadie puede saberlo, ni puede saber en dónde están guardadas copias de los videos respectivos. O si están guardadas en sitios diversos, y con diversos “dueños” que podrían sacarlos a luz.
Un caos de proporciones. Según un serio periodista televisivo –de los pocos que quedan- dijo haber preguntado a políticos de la alianza opositora qué pueden hacer frente a esta situación. Y la contestación habría sido “rezar para que no salga algún video en que yo esté, y mientras seguir como si nada”. Y, en verdad, no parece haber otras opciones. Nadie sabe quién maneja los videos, cuántos son, cómo y cuándo se los puede filtrar. El espionaje generalizado acaba en la paranoia generalizada, y la maquinaria sucia utilizada para atacar al kirchnerismo en su momento, opera ahora como una pesadilla sobre los mismos que la produjeron.
Esta situación podría empezar y acabar aquí, pero también ser el inicio de una serie indeterminada de nuevas apariciones de videos, según la voluntad y el arbitrio de No Sabemos Quién. El silencio de ciertos medios sobre el asunto, no resuelve lo ominoso de la situación: nadie sabe si aparecerán periodistas o directivos de medios en otros videos. Esto se presenta como una lúgubre lotería, donde alguien –podemos adivinar quién- inventó una maquinaria pesadillesca que ahora convierte a sus autores en víctimas.
Columnista invitado
Roberto Follari
Doctor y Licenciado en Psicología por la Universidad Nacional de San Luis. Profesor titular jubilado de Epistemología de las Ciencias Sociales (Universidad Nacional de Cuyo, Facultad Ciencias Políticas y Sociales). Ha sido asesor de UNICEF y de la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria). Ganador del Premio Nacional sobre Derechos Humanos y Universidad otorgado por el Servicio Universitario Mundial. Ha recibido la distinción Juana Azurduy del Senado de la Nación (año 2017) y el Doctorado Honoris Causa del CELEI (Chile, año 2020). Ha sido director de la Maestría en Docencia Universitaria de la Universidad de la Patagonia y de la Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Cuyo; y es miembro del Comité Académico de diversos posgrados. Ha sido miembro de las comisiones evaluadoras de CONICET. Ha sido profesor invitado de posgrado en la mayoría de las universidades argentinas, además de otras de Ecuador, Chile, Uruguay, Venezuela, México y España. Autor de 15 libros publicados en diversos países, y de unos 150 artículos en revistas especializadas en Filosofía, Educación y Ciencias Sociales. Ha sido traducido al alemán, el inglés, el italiano, el idioma gallego y el portugués. Uno de sus principales libros se denomina “Teorías Débiles”, y ha sido editado por Homo Sapiens (Rosario, Argentina). En la misma editorial ha publicado posteriormente “La selva académica (los silenciados laberintos de los intelectuales en la universidad)” y “La alternativa neopopulista (el reto latinoamericano al republicanismo liberal)”.