El presidente Alberto Fernández emprendió esta semana una gira europea, cuya primera escala ha sido España, luego pasó por Alemania, terminando su corto periplo en Francia, este viernes 13. Gira que, como las anteriores, busca lograr consensos con sus pares europeos en torno a proyectos conjuntos tendientes a superar los actuales escollos.
Cabe recordar las graves dificultades con las que se ha encontrado desde que asumió su mandato en diciembre de 2019, dificultades que lo obligaron a redoblar esfuerzos cada día, porque si bien el mundo tuvo el azote de la pandemia en marzo de 2020 y luego este año enfrenta las consecuencias de la guerra en Ucrania, Argentina tuvo el catastrófico gobierno de Mauricio Macri, cuyo endeudamiento dejó a millones de argentinos bajo la línea de pobreza, los salarios cayeron 20 puntos, desarticuló organismos, destruyó empresas y elevó el desempleo a dos dígitos, tal como hemos venido manifestando en este espacio.
Seguramente el blindaje de los medios hegemónicos, impidió advertir la gravísima situación socioeconómica dejada por el macrismo, que el sentido común de la mayoría de los afectados, aún no la registra ni la va a registrar, como tampoco registró ni va a registrar los múltiples efectos de una pandemia que mató millones y paralizó todas las economías, a lo que ahora deben sumarse las consecuencias del conflicto ruso-ucraniano, que afecta dos rubros claves, alimentos y combustibles.
De allí que su mensaje presidencial haya sido el pedido del cese de la guerra en Ucrania que ha generado tantas muertes inocentes como problemas económicos en el mundo, sobre todo para la región más desigual del planeta que es América Latina. Pedido realizado como primer mandatario argentino y presidente pro tempore de la Comunidad de Estados de Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.
Así como luego de la llegada del navegante genovés cinco siglos atrás, el río Guadalquivir fue la puerta de América para los españoles, el presidente argentino dijo a autoridades y al periodismo que lo aguardaba, que España era para él y para los argentinos, la puerta de Europa, por eso iniciaba su viaje en la Península Ibérica, intentando llevar un mensaje de esperanza al viejo continente, como proveniente de un país proveedor de alimentos como también con posibilidades de exportar gas en el futuro desde el yacimiento de Vaca Muerta dada las restricciones de suministro gasífero impuestas por Rusia este último mes. Cabe destacar que España cuenta con reservas para seis meses coincidente con los meses cálidos, pero que pueden ser exiguas para la llegada de los primeros fríos.
El mandatario aprovechó también la oportunidad para fortalecer su mensaje de poner de pie a Argentina y ser candidato para un segundo mandato en 2023. Insistiendo que su enemigo es Macri y no la vicepresidenta Cristina Fernández -admitiendo diferencias como en todo gobierno, aunque no como intentaba insinuarle el periodista español, José Antonio Guardiola que lo entrevistó- anticipándose a las palabras del ex presidente Macri en la reunión anual de la Fundación Libertad, que así como Perón y Evita fueron los creadores del populismo que “lamentablemente” se ha exportado al mundo, “tal vez seamos uno de los primeros en erradicarlo”, aludiendo a la alianza Juntos por el Cambio. El ingeniero, varias veces procesado, lo hizo ante empresarios y representantes del arco opositor en esa reunión que contó en la apertura con las palabras del nobel de literatura Mario Vargas Llosa que visitó el país con motivo de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que se celebra en el predio de la Sociedad Rural de Palermo en la CABA. El escritor marqués, de paso por Montevideo, al alabar la gestión de Lacalle Pou, ante las encuestas que dan por ganador a Inácio Lula Da Silva en Brasil para las elecciones de octubre, expresó que a pesar de los pésimos resultados de Bolsonaro, es preferible a que gane Lula. De modo que sus propias expresiones alucinantes lo descalifican, aunque convengamos, entusiasman a la derecha autóctona, tan escasa de cerebro y tan colmada de delirantes.
El presidente argentino expuso también en detalle la pulseada llevada a cabo con el Fondo Monetario para que las condiciones impuestas por el nuevo acuerdo no afecten a los salarios de los trabajadores ni a las pensiones y jubilaciones, intentando que los mismos no sean superados por la inflación -inflación que según el INDEC, en abril alcanzó al 6%, la mayor suba anual en los últimos 30 años-, flagelo que viene azotando a todos los países con índices extraordinarios desde que comenzó la guerra en Ucrania. Por si acaso, la inflación de abril en EEUU fue de 8,3%, en relación al mismo mes de 2021, algo totalmente insólito.
Dentro de las condiciones del Fondo, también consideró que los ajustes energéticos recomendados deben ser afrontados por los que más tienen, dejando sin aumento a los sectores medios y aquellos que están adheridos a la tarifa social, conforme la premisa de gobierno, “primero los de abajo”.
Confía en el crecimiento de la economía conforme las proyecciones del ministerio conducido por Martín Guzmán para hacer frente a las obligaciones contraídas con el organismo internacional, como también en los proyectos energéticos conjuntos con España que pueden ser una oportunidad para la región.
Posteriormente repitió su mensaje de paz en Alemania, condenando la invasión a Ucrania, pero se expresó contra las sanciones económicas y rechazó la posibilidad de que se expulse a Moscú del G20, remarcando que “Argentina es un reservorio de lo que el mundo está demandando, somos grandes productores de alimentos y energía”.[1]
La propuesta presidencial se realiza en conocimiento de la experiencia tecnológica que posee España en materia de gasificar el gas natural licuado, como también en lograr el autoabastecimiento de gas en el país a partir de la construcción del nuevo gasoducto. Carlos Néstor Kirchner, cuya construcción anunció hace unos días.
Este viernes 13 en el último día de su gira, Alberto Fernández expuso en París que “el mundo necesita hoy más alimentos y más proteínas y no más misiles”, antes de su encuentro con su par francés, Emmanuel Macron reiteró “el mundo no soporta más muertes y la paz es urgente”. “Venimos a ponernos a disposición para ver en lo que podemos ayudar desde América Latina y para que el mundo recupere la paz”, dado que el mandatario francés preside a la Unión Europea (UE) hasta el primero de junio. Insistiendo, “no podemos seguir poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y energética”. También le comentó que su triunfo sobre la ultraderechista Marine Le Pen, “trajo mucha tranquilidad al mundo”, a lo que el galo le respondió: “tenemos la gran ocasión de construir juntos nuevos proyectos”.[2]
Insisto, no muchos reconocen estas tres crisis recurrentes a partir del azote neoliberal del ex presidente que dejó en la lona a los trabajadores y la recuperación del Estado a partir de la pandemia que obligó a recobrar instituciones públicas y privadas, ministerios, investigadores y asegurar la gestión de salud a través de cientos de hospitales que se habilitaron en la emergencia, mientras la población aislada intentaba sobrevivir el flagelo. Demasiado se ha hecho y poco se ha difundido con todos los medios de comunicación en contra y una oposición de cotorras negadoras que enardecían y enardecen todo el tiempo a la población. Es coherente entonces, que ante la guerra de Ucrania repitan el sonsonete que les impone el imperio y seguramente también, se llenarán la boca con los resultados de esta nueva gira.
Columnista invitado
Roberto Gregorio Utrero
Nació en Tunuyán, Mendoza, en 1947. Casado, cuatro hijos, tres nietos y un bisnieto. Técnico Mecánico; Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública; Becario de la FUGEVAR, Río de Janeiro, Brasil (Política Fiscal) y de FUNDAP, San Pablo, Brasil (Políticas de gobierno y empresas públicas); Diplomado en Economía Política, FLACSO Argentina; Magister en Historia de las Ideas Políticas Argentinas, Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo; Doctorando en Ciencias Sociales, UNCuyo; ex asesor consultor en materia de cooperativas de la Asociación Internacional de la Seguridad Social AISS, Oficina Regional para las Américas, Buenos Aires; docente, presidente y fundador del Instituto Cultural Argentino Brasileño (ONG); ex asesor de la Dirección Provincial de Cooperativas; ex asesor de la Federación de Cooperativas Argentinas Limitada. FeCoVitA; ex asesor de la Dirección de Escuelas de Mendoza; ex asesor del Consulado General de Brasil en Mendoza; ex docente de la Universidad de Congreso y la DGE; escritor, autor de: La dama de Sao (1996) nouvelle editada en Brasil; Ensayo sobre la torpeza, novela inédita; Joaquím Machado de Assis, uma indagacao aberta e permanente (2005); Des cuentos Desencuentros (2011), Zeta Editores; De Extremadura a Cuyo, el viaje sin retorno (2012), Zeta Editores; Ferrocarriles Argentinos, destrucción recuperación, (2012) trabajo federal coordinado por Juan Carlos Cena; Supone que estorba (2013), novela inédita; Impulso civilizador y política de Estado en Mendoza, el Ferrocarril 1884-1914, tesis de maestría, Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo, (2014); Justificando ausencias (2015), novela inédita; La mujer del pintor (2016), novela inédita; La colmena ferroviaria, relatos de los Talleres Diesel (2020) Lucero y Maffioli Editores; Huir al terruño, el lento derrotero familiar, novela próxima a editarse, además de haber publicado diversos artículos en Argentina y el exterior; cronista semanal de Revista Con Nuestra América, blogspot editado los sábados desde Costa Rica.
[1] Página 12, 11 de mayo de 2022.
[2] Pág. 12, 13 de mayo de 2022.