¿Sabemos -realmente- qué es lo que pasa en el país y en el Frente de Todos?
Cotidianamente, hay declaraciones, de uno y otro lado. Se dicen y se desdicen. Se toman determinaciones. Pero, ¿qué pasa, realmente?. ¿Quién conduce, en realidad?. ¿Estamos todos presos y sometidos al imperialismo norteamericano, que nos tiene atrapados, en sus redes?. Solo sé que nada sé -afirmaba Sócrates, al menos a él se le atribuye- y creo que estamos sujetados por esa lógica. No existimos, ni pensamos, si no podemos desentrañar el trasfondo de lo que se gesta.
Deducimos, por ejemplo, que lo de las tarifas de gas y electricidad, es una tramoya mas. Mientras se distrae la atención de todos, llenando planillas y haciendo dudar -a esta altura de los acontecimientos-, cómo el Estado desconoce los datos de los usuarios y no puede realizar un cruce ¿por ejemplo?. Dudoso el hecho, asimismo, de que, luego de toda esta tramitación, para mantener los subsidios, el nuevo ministro de economía anuncia, que se limitarán los consumos y -en estos días-, se están recibiendo facturas de saqueo, en domicilios de jubilados pobres (que son la absoluta mayoría, aunque hay mas indigentes que pobres) y de consumidores con carencias excepcionales, como las de no poseer ingreso alguno (solicitan el IFE y se les niega, pese a ser una miseria, viven -menos que a medias-, de la escasa solidaridad humana existente).
Lo que no tiene perdón, es que el gobierno roba, para los delincuentes particulares. Los mismos que asaltaron, aumentando el 3000%, los servicios (el presidente y el ministro, tienen un ataque de amnesia -tal vez-, ¿o prestaron acuerdo?), son los que siguen robando, con licencia. Y estuvieron en el acto del FR, anterior al de la reunión con los funcionarios (algunos, impresentables y ya conocidos, como ocurrió con el acto previo). Biden, no estaba, es cierto, pero si su empleado, creo.
Que los jubilados siguen yendo al muere, no quedan dudas. Pareciera que son todas en contra, como desde el 2015. No sé ¿que querés que te diga?. Pongo la mejor buena voluntad y trato de ser optimista. Mas, cuando ladra; camina en cuatro patas y mueve la cola, ¿puede no ser un perro?.
No hay caso, son tropilla de otro pelo, o aves de distinto plumaje; a una altura de la vida es difícil cambiar. Los desleales, además, son traidores y para ellos es normal, aunque nosotros insistamos en darles crédito. Quizá me equivoque. El pueblo merece que me equivoque.
A veces, entre sueños, o meditando, me asalta una duda cruel. Y si así como estamos todos presos -desde el 2015- ¿no lo estará la Jefa del Movimiento Nacional, Popular y Revolucionario?. ¿No estará presa, amenazada de muerte -ella y los suyos-, camino a la proscripción y a la muerte civil?. Es muy trágico, pero no imposible.
Ya demostraron, con nuestros mejores dirigentes, que son capaces de todo; que son los dueños del país y la impunidad; que los pudieron secuestrar; privándolos ilegítimamente y sin causa alguna de su libertad. Para domesticarnos, a todos. Ya lograron enfrentarnos, entre nosotros, haciendo olvidar la premisa (esperemos que eventualmente) de que solo unidos seremos capaces de liberarnos. De terminar con la dependencia.
Todos esperan que Cristina se pronuncie; que baje directivas; que tome la iniciativa. Si fuera cierto lo de mi meditación, la reacción debe ser inmediata. Perón no imaginó el 17 de Octubre, ni lo preparó. Mercante; una joven alemana -alta y rubia-, que llegara al país, a los cinco años de edad, llamada Elfrid Isabel Ernst (tal vez la que mas hizo y quedó en el olvido) y el hermano de Mercante (el padre de los Mercante, había sido dirigente ferroviario), llevaron a cabo las primeras acciones organizativas.
En el camino, se sumarían dirigentes sindicales, gremios; militares y civiles. Ese día -de la lealtad y de la revolución-, el pueblo terminó siendo protagonista -como lo fue Perón-. No olvidemos que, su primer impulso -como lo narró, tantas veces-, fue el de abandonarlo todo -abatido, como estaba-. Quiso, por un momento, desaparecer de la escena -junto a Eva- y ser feliz, a su lado y en una isla, junto al río.
El pueblo lo empujó a tomar la bandera y llevarla hasta la cima. Considero que, hoy, unidos y organizados, ampliadas nuestras bases, con representantes de toda la comunidad; con los partidos -que nos han enriquecido y son leales-, con el pueblo todo, debemos recuperar la Revolución y a su Jefa. Reconquistar la Patria; la Vida y el futuro; nuestra condición humana y la dignidad argentina. Ser Libres, Soberanos e Independientes.
Sesenta y siete años después, tenemos el deber y la obligación de volver a ser; de Volver a Estar. El enemigo ha crecido, en su potencia y en su fuerza, siendo mas cipayo que nunca; es un monstruo grande, que pisa fuerte; que condensa el poder, con la concentración económica; con las mafias judicial y mediática; con los mercenarios de siempre y mas; con la embajada -que perdura-, ejerciendo la fuerza, derecho de las bestias.
Es hora de hacer sonar el escarmiento y acrecentar, mensurablemente, aquélla gesta gloriosa. Porque el poder popular existe, aunque las divisiones lo atenúen. Que sea mayor que nunca. Nuestro destino, está en nuestras manos. La vaguedad es nuestro mayor enemigo. Nuestra salvación será la de nuestros hijos; la de nuestros nietos y la de las futuras generaciones.
4 de agosto de 2022
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.
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