El cobre es un elemento metálico de número atómico 29 y fue uno de los primeros metales en ser extraídos y utilizados por la raza humana en lo que actualmente es el norte de Irak; se han recuperado monedas, armas y utensilios domésticos sumerios fabricados 3.000 años a. C.
Desde Irak, los fenicios llevaron el cobre a Grecia y fue Chipre, a medio camino entre Grecia y Egipto, el país del cobre por excelencia, pero fueron los egipcios quienes descubrieron que el agregado de pequeñas cantidades de estaño facilitaba la fusión del metal y perfeccionaron los métodos de obtención del bronce; eso permitió dejar atrás la Edad de Piedra, con el Neolitico iniciado 10.000 años a. C., e iniciar la Edad de Bronce entre los años 3.000 y 800 a. C.
Hoy su alta demanda hace que sea un gran negocio poseer el cobre y por eso el Gobernador remitió al Senado el proyecto de exploración minera del yacimiento de cobre Cerro Amarillo, un proyecto minero situado en el departamento de Malargüe, en una zona montañosa entre Valle Noble y Valle Hermoso, en la alta cuenca del Río Grande, dentro de ambientes glaciares, periglaciares y con el área de máxima concentración mineralógica en la Laguna del Cajón, uno de los espejos de agua dulce de montaña más grande de Malargüe.
Es un yacimiento de pórfidos de cobre, lo que significa que el cobre se encuentra mezclado con oro y molibdeno, carísimos minerales que por supuesto saldrán sin declaración alguna desde nuestro país rumbo a las refinerías dueñas del negocio a nivel mundial, bajo el nombre genérico de Concentrados de Cobre.
Nos preguntamos: el Sr. Gobernador y algunos de sus funcionarios ¿donde viven? ¿Ellos olvidan que el Departamento General de Irrigación presentó el informe de Pronóstico de Caudales 2022/2023, anticipando ‘sequía severa o extrema en los ríos mendocinos’?¿Porqué el Gobierno provincial insiste en promover la megaminería hidrotóxica, que profundizará la crisis hídrica, afectará la sustentabilidad de la agricultura y provocará un ecocidio de los oasis mendocinos?.
Recordemos que desde las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura (AMPAP) destacan que en la zona donde se ubica la concesión minera de Cerro Amarillo, se encuentran los ríos y arroyos que nutren hidrológicamente a importantes cuencas hídricas, como la Cuenca del Río Grande y a las nacientes del Arroyo del Deshecho, de la Cuenca del Río Atuel.
Desde AMPAP, Marcelo Giraud aclara que los mendocinos propietarios de la concesión minera, serían los principales beneficiarios si el proyecto avanzara, lo que demuestra lo poco que interesa el cuidado ambiental cuando hay grandes sumas en juego.
O sea, otra vez, como pasó con Bajo La Alumbrera, se llevarán valiosos minerales que perderemos para siempre, nos pagarán regalías miserables según la Ley 24196, utilizarán inmensas cantidades de agua purísima para el método de flotación que invocan y al cabo de 20 años, nos quedaremos con los cráteres y los residuos de la explotación para toda la eternidad.
Columnista invitado
Alberto Lucero
Ingeniero Electricista, Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Mendoza. Titular de “LENIX Publicidad”. Titular de “INFO POINT SYSTEM”. Co-fundador de las A.M.P.A.P. (Asambleas Mendocinas por el Agua Pura), en Tunuyán.