Hace 38 años que hago periodismo y me he especializado en la temática cultural, que me encanta. Latinocracia es uno de los tantos éxitos que he desarrollado a lo largo de mi carrera. Esta experiencia me permitió conocer un montón acerca del mundo de los funcionarios como así de los efectores. En líneas generales, en todos los ámbitos de la creatividad y el arte la queja fundamental viene de la mano de la insuficiencia de recursos. Pero ojo, porque esto también puede oficiar de distractor.
No es la única problemática. Hablando en criollo, siempre hay dos o tres vivos que suelen ser generosamente estimulados para quedarse con distintas tortas del poder relativo en lo que hace al direccionamiento de las políticas de Estado. No llama la atención lo que dicen desde la Asociación Argentina de Actores. Lo que resulta admirable es que no retrocedan ante este tipo de tratos y avanzadas con perfiles privatistas. Digámoslo con todas las letras: van detrás de un botín, de una caja.
Nuestra querida provincia es pródiga en figuras de catadura mundial, por la calidad de lo que llevan adelante. Pero también estamos en condiciones de repetir que la nuestra es una plaza bendita, hecha además de varias camadas de excelentes actores, músicos, plásticos y escritores. La Fiesta Nacional de la Vendimia suele ser el tiempo clave que muestra las heridas expuestas de una situación atada con alambres. Quizás el hecho político a desarrollar sea la creación de una ley que la encuadre.
De las redes sociales
“El negocio de las facturas
“En la gran recorrida por los municipios en estos meses con el sindicato intentando mejorar las condiciones de contratación de las fiestas departamentales, nos hemos encontrado con diversas situaciones “administrativas”.
“En varias dependencias nos encontramos con la existencia de un proceso administrativo muy peculiar: licitación de personas. En este caso artistas. Así como si fuera el alquiler de luces, de escenarios o de sillas, aparecen los trabajadores artistas enmarcados en un paquete que se “licita” y que una “productora” (casi siempre una asociación civil “sin fines de lucro” conocida) gana adjudicándose así la totalidad de la facturación del cachet de los artistas de la fiesta.
“Este procedimiento administrativo naturalizado por años, imposibilita que cada artista pueda decidir de qué manera facturar su trabajo y a qué institución hacer su aporte porcentual. De esta manera la “licitación” los obliga a facturar por tal o cuál asociación sin poder decidir.
“Está claro que la convivencia de ciertas asociaciones enquistadas en varios municipios presupone un atractivo “negocio de facturación”. Esto acarrea otros cuestionamientos: Quien contrata realmente a los artistas? El municipio o la asociación ganadora de la “licitación”?
“Quienes eran (hasta este año dónde el sindicato está intercediendo) los que negociaban los bajísimos cachet de los artistas en las fiestas y las precarias condiciones generales en muchos municipios? Qué tipo de contratos surgen de estas situaciones administrativas?
“El ovillo está muy enredado y estamos trabajando para desenredarlo. Los particulares “kioscos” entre municipios y asociaciones civiles deben terminarse. Los trabajadores deben tener el derecho de elegir por dónde facturar su trabajo.
“Debemos avanzar para que el estado finalmente reconozca la relación de dependencia a través de un contrato laboral. No somos prestadores de servicios, somos trabajadores. Queremos que se termine el negocio de la factura.
“Asociación Argentina de Actores
“Delegación Mendoza”.