Crónicas de indias, al modo de los frailes invasores que aprovechándose de saber leer y escribir, se embarcaron a hacer la América que no se llamaba así. Más o menos.
Conseguimos yerba, gracias a una bonaerense de Luján, dimos con un mercado en donde hay muchos productos árabes y turcos, exquisiteces y misteriosas yerbas (misteriosas porque sus envases están escritos en caracteres árabes o turcos, no lo sabemos). Luego, mate.
El miércoles 8 de marzo, Día Internacional de la mujer, nos invitaron a un conversatorio titulado “Mujeres en la Revolución Bolivariana – Historias y Desafíos”, en la Casa Nuestramérica José Martí. Tres historiadoras y dos dirigentes políticas. Sólo menciono lo que, a mi criterio, fueron los puntos más importantes de sus ideas.
Anabel Díaz Aché mencionó especialmente el valor de Milagros Sala y el escándalo que significa su prisión.
Gladys Arroyo, el papel relevante y pocas veces mencionado de las mujeres en las guerras de la independencia y en el actual proceso bolivariano. El carácter subversivo de Chávez irrumpiendo con sus propuestas hacia las mujeres. “Un verdadero revolucionario, debe ser feminista”. Chavez. La incorporación de mujeres, muchas, en el ejército y la marina, pues en la aeronáutica ya habían.
María Daza, del método marxista de hacer historiografía para revelar el papel de las mujeres en la historia. La historia insurgente que lo muestra. El Diccionario de historia Insurgente, confeccionado y editado por la Revolución.
Génesis Garvet, diputada. Chávez, el hombre que más acercó al pueblo a su historia. Descolonizar la agenda del feminismo. Por ejemplo, la consigna “somos las hijas de las brujas que no pudieron quemar”, que considera eurocentrista, la reemplazaría por “somos las hijas de las mujeres violadas, explotadas, torturadas y masacradas por el invasor español”. Advertencia: la inteligencia artificial en manos del enemigo. Debemos elaborar nuestra propia inteligencia artificial, pues al paso que vamos ellos nos conocerán más que nosotros mismos, herramienta para dominarnos aún mejor.
Génesis Colmenares, dirigente de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Del papel fundamental y mayoritario de las mujeres en las organizaciones comunitarias.
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El jueves, alargando la última cebadura del tarro, nos llama Miralys, de la Cancillería, invitándonos al acto de repudio del decreto de Obama -declarando a Venezuela una amenaza para la seguridad de Estados Unidos- y sus consecuencias. Citación en la Casa Amarilla, planta alta, edificio del tiempo de la colonia. Piso de madera de dibujos exquisitos, cielorraso de paneles de madera tallada. Sala de enormes retratos al óleo, con firma de los autores, de Sucre, Bolívar, Eliécer Gaitán, Che Guevara, José Martí, Manuela Sáez, el Chicho Allende, Juana Azurduy, y otros que no recuerdo ahora. De allí a otra sala en planta baja, con sillones tapizados en capitoné de cuero verde y mesas redondas de patas talladas, para ofrecernos un… desayuno. Sánguche de jamón crudo y noséque más, cremita pepeada, langostas (unos sacramentos pequeños), carpacho de lao lao (un canapé de pescado de río) y jugo de maracuyá y café. Por el apuro, con esto salvamos el desayuno, y por la hora, salvamos el almuerzo.
Luego a la plaza Bolívar, a las sillas de los extranjeros invitados. Allí hablaron Rafael Correa, que explicó como en una escuela, cómo se ha venido atacando a Venezuela desde Estados Unidos y sus desastrosos efectos sobre la población. En cinco años -2008 a 2013- ingresaron al país 85.000 millones de dólares por la venta de petróleo, y en los cinco años posteriores al bloqueo, sólo 750 millones. Advirtió “si alguien de la izquierda propone la dolarización, es un traidor”. Lo dijo dos veces.
Diosdado Cabello, con su enorme capacidad de comunicador popular, relató anécdotas de la resistencia al golpe de 2002 y de la arremetida de Estados Unidos a partir de la muerte de Chávez, porque no contaban con el apoyo del pueblo a la revolución y a Maduro. El Presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez se encargó de ridiculizar a las oposiciones -porque aclara, no es una sino nueve, que no se ponen de acuerdo y se traicionan mutuamente- y su actitud de rechazar el diálogo o traicionar los acuerdos apenas firmados.
En estas movidas, nos cruzamos a cada rato con Carmen Navas -la compañera funcionaria del Instituto Simón Bolívar que siempre nos pregunta por José e identifica a la Liga Argentina por los DDHH con el apellido Schulman- y no perdemos oportunidad de aprender. Caminando hacia la plaza nos explica que los negros prefieren la palabra afro como identitaria, pues otras definiciones han sufrido deformaciones y connotaciones negativas. Por ejemplo, en Estados Unidos negro (nigger o nigga) es ofensivo, peyorativo. Y algo que sería obvio: mulato o mulata es una clasificación animal. Dado que los negros fueron considerados máquinas de trabajo, ganado, el hijo o hija de blanco y negro, fue asociado por los esclavistas a la procreación de las yeguas con el burro, que genera la mula o el mulo. Mulato entonces, es como mula.
Sedientos y buscando sombra que nos proteja de este bochorno de las tres de la tarde, como lo llama Gabo, caímos en un bar restaurante con aire acondicionado a tomar jugo de guayaba y de pepinos con limón. Sentados a una mesa ladera de otra en que está Miriángeles, una niña afro, encantadora, de diez años, que despliega todos sus cuadernos y lápices sobre la mesa y se pone a escribir, aunque cuenta que no le dan tareas para la casa, pero le gusta escribir. Un detalle que me llamó la atención: afila un lápiz con un sacapuntas que deja la viruta en una caja adosada… y la guarda enterita en la mochila, para no ensuciar el lugar. Los tres tomamos jugo de guayaba mientras nos cuenta de su escuela y que no le gusta decir que está viviendo en un hotel, porque no tienen casa.
Digresión: Argentina tiene 47 millones de habitantes y le faltan 3 millones y medio de casas, lo que se llama déficit habitacional. Venezuela tiene 28 millones de habitantes y se nos hace pesado averiguar cuál es su déficit habitacional, pues todo lo que aparece en principio en Google acerca de Venezuela es negativo. Pero lo que sí sabemos con certeza es que en los últimos diez años se construyeron 3.200.000 casas en este país. Imaginemos si en nuestra Patria, que no está bloqueada por Estados Unidos, hacemos algo parecido…
Ayer hicimos turismo. Viajamos en colectivo, lo que merecería un relato propio de mejor pluma. Pero es asombroso el bochinche al que los caraqueños están acostumbrados. En todos los colectivos (camionetas, carros o busetas) suena a todo volumen la música, y aunque en estos días nos ha tocado música llanera, bachata, merengue, a veces aparece algún horrible reguetón. En los taxis pasa lo mismo. Si a esto le sumamos el pregón permanente del “colector” -el muchacho que, como en Chile, vocea el destino del coche- es un nivel de ruido que es más parecido a una fiesta que a una calle comercial. El Museo de la Arquitectura nos permitió charlar un rato con los dos empleados, que además de divertidos, son muy cultos, chavistas y amables.
Uno de ellos se puso orondo cuando le comenté que su bigote es en Argentina un bigote montonero. Desde la planta alta del museo se ve el Nuevo Circo, la antigua Plaza de Toros. Después el museo de arte y diseño, mucho más serio y onda museo. La gente habla en voz baja, y te hacen poner unos cubre zapatos, como en los hospitales. Y barbijo, claro. En la Avenida Bolívar, anchísima, se ven en la vereda norte unas figuras de papagayos en los postes de luces, y en la vereda sur, en una extensión de más de cien metros, los bustos de Marx, Lenin, Che, Sandino, Farabundo Martí, Giuseppe Garibaldi, Artigas, Abreu y Lima, Ezequiel Zamora, Emiliano Zapata, Martin Luther King, Filiberto Ojeda Ríos, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, Ho Chi Min, Manuela Sáenz… se nos escapan algunos.
Caracas, 11 de marzo 2023
Columnista invitado
Fernando Rule Castro
Referente de la Liga Argentina por los Derechos Humanos. Ex preso político de la dictadura cívico eclesiástico empresarial militar. Militante político. Escritor.


