¡Las concesiones deben terminar ya! Aunque el imperio lo prohiba, pertenezcan a macri, Caputo, Mindlin, Lewis, Manzano, Vila, Pagano…
Y que Massa -respaldado por Alberto y la mafia-, les condone deudas multimillonarias y finja multas irrisorias (que, generalmente no se pagan).
Nada es gratuito. Además, la farsa; la traición y la pertenencia a una ideología diametralmente opuesta al peronismo y a la línea convergente del Frente Nacional, Popular y Revolucionario, los delata. Unos y otros, son parte de lo mismo. Son extranjeros (extraños), nacidos casualmente en el país.
Son súbditos del genocidio global, que tiene un nombre y esta a muchísimos kilómetros, al norte. El pueblo debe informarse, organizarse y movilizarse, sin demoras; romper la grieta y actuar en defensa propia.
Si nos van a matar, evitémoslo, enfrentándonos -a como dé lugar- con el “poder real”, con Poder Popular, que es fuerte y está latente. Solo el pueblo salvará al pueblo. A veces, la revolución es en paz -como querríamos que fuera-.
Mas, cuando se terminan las palabras y la opresión -y el hambre-, son intensos, hay un solo camino. Al decir que las concesiones deben caducar ya, no solo me refiero a las eléctricas (que son una estafa al pueblo argentino, desde hace muchísimas décadas). Los servicios públicos, que son del Estado nacional, aunque se hayan concesionado, deben ser administrados por el Estado.
No solo por tratarse de derechos humanos, sino que tienen que ver, asimismo, con la seguridad y la defensa nacional. Es grave, de gravedad absoluta, ya que son y significan un castigo -para el pueblo- y la renuncia a la soberanía nacional.
Hay que pensarlo con profundidad. Miles y miles de hogares (diría millones), en todo el territorio, padecen por la falta de tales servicios, por su suspensión; por su falta y el total abandono.
No hay inversiones; no se efectúa mantenimiento alguno; se cobran subsidios; se evade y toda la ganancia -mas esos subsidios y lo que significan, monetariamente, cobrar y no hacer nada, destruyendo y abandonándolo todo-, forma una descomunal masa monetaria, que fugan a guaridas fiscales (protegidos por la embajada y la mafia -que integran-, más el gobierno, sus ministros y los funcionarios).
Somos el enclave colonial más grande del planeta, pero peor. Abundan los cipayos, los mercenarios y los sicarios. Así estamos. Y cuando me refiero a las concesiones, digo ¡¡¡todas!!!.
Hay todo un arsenal de leyes, que respaldan tal medida, además de la Constitución Nacional, cosa que fingen desconocer, muchos viles personajes del derecho -“profesores” y “juristas” por ejemplo, el miserable defensor de Lewis, Sabsay y nuestro presidente-.
Para no extenderme, la idea es esa. Un IAPI, es imprescindible, ¡ya! El control de las exportaciones e importaciones, no puede estar en poder de la mafia multinacional (y de los extranjeros de acá, no me canso de decirlo).
Un gobierno sin “testas”, ni “testes”, debe ser sustituido por otro, con inteligencia, coraje, capacidad y ovarios. ¿Está claro?. No hay otro camino. Frente a un gobierno ausente, hay 18 puertos a controlar y administrar; uno de los ríos más importantes del planeta, el Paraná, donde va y viene lo que el imperio quiere; desde el contrabando, hasta la droga y las armas -además de la trata-.
Todo en manos de los mismos. Estamos sitiados, pero, cuando los trabajadores reclaman salarios justos y los jubilados, haberes y pensiones dign@s, los ruines (presidente, gabinete con funcionarios “de rodillas”), dicen -sin escrúpulos y cara de piedra- , hay decisión política, pero no existen los recursos.
Además de su condición de arrastrados y súbditos del poder, son miserables infrahumanos. Solo tienen coraje para mentir, en forma sistemática. Puedo estar horas, señalando dónde están los recursos de una Argentina, naturalmente, una de las más poderosas potencias del planeta, esclavizada, por los de adentro y por los de afuera.
Hoy, en que roban hasta con el precio del agua -elemento esencial de la vida-, en el país del agua, se debe entender por qué, hay que recuperar la vida y la soberanía. Otro país es posible, que no les mientan más.
Obras Sanitarias de la Nación, Gas del Estado, YPF, el Concejo Nacional de Educación, el manejo de la electricidad, Aerolíneas Argentinas, ENTEL, todo lo que debe ser estatal (porque debe serlo y para garantizar Soberanía, Independencia y Defensa Nacional), por ser nuestro sustento -material y moralmente hablando-, debe volver a serlo.
Basta de dependencia infamante y vesánica. Basta de miseria, de indigencia y de hambre, en un país inmensamente rico, con un pueblo inmensamente pobre. Estamos ante una posibilidad histórica, para transformarlo todo.
Reflexionemos, organicémonos y movilicémonos; solidariamente y con decisión y valentía. Hay que barrer con toda la inmundicia (de adentro y de afuera). Sin dudar. Por nosotros, por nuestros hijos y por los que vendrán. La Patria y su gloriosa historia, lo exigen. La dignidad no debe perderse, ni la recuperación de la vida demorarse.
¡¡¡Vamos argentinos, que se puede!!!
18 de marzo de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


