La oposición amenaza con destrozar el sistema previsional, pero Massa concreta una permanente pérdida de poder adquisitivo.
Los jubilados han sufrido (y lo continúan haciendo) una gran pérdida de poder adquisitivo, en estos mas de siete años de destrucción, vaciamiento y entrega del país; llevado a cabo por unos, legalizado y naturalizado por los otros. En este juego, hacia la disolución nacional, somos quienes mas sufrimos, mientras se deja de lado la justicia social -que imperó hasta diciembre del 2015-, retrocediendo cien años en la materia.
La beneficencia, la mendicidad y la caridad son las características mas sobresalientes. Estamos absolutamente por debajo de todo, en la indigencia menos merecida. El Presidente prometió, antes de asumir, un 20 % mas el 10 % de diciembre, para todas las categorías de jubilados y pensionados. No solo no cumplió, sino que, tampoco pagó el trimestre adeudado por el gobierno anterior.
Afirmó que, entre los bancos y nosotros, los jubilados, elegía a los jubilados. Entones, le dio todo a los bancos y a la economía concentrada y profundizó nuestra miseria. Prometió terminar definitivamente con los bonos y continúan dando bonos -no remunerativos-, arrastrándonos, por debajo de la inflación.
Cada día ganamos menos. Cada día aumenta nuestra caída al vacío, sin contención. La pirámide previsional, por otra parte, ha sido quebrada, en camino a la desaparición del SIPA y del FGS, en coincidencia con la tierra arrasada del gobierno anterior, en cuanto a las jubilaciones.
Es imperioso que se decrete un aumento inmediato de $ 50.000 para todas las categorías. Y no debe demorarse un momento mas la actualización de las remuneraciones, para recuperar lo brutalmente perdido, en esto años de padecimientos. No pedimos nada excepcional. Solo volver a la situación en que -trabajadores y jubilados- nos encontrábamos.
Si durante doce años fue posible, nada impide -a nadie-, que vuelva a serlo. Como venimos repitiendo -hasta que nos oigan-, basta de la Teoría del Derrame, del Cavallo de Troya -que pareciera estar presente-. Basta de darle todo a las empresas de la dañina economía concentrada, hay que redistribuir la riqueza.
No puede ser que crezca la pobreza, en momentos en que crece -como en estos años-, la macroeconomía. No puede ser que aumente el empleo, pero los salarios no lo hagan en idéntica medida. Siempre nos ha preocupado la difícil condición de los trabajadores. Cuando perciben retribuciones justas, eso debe convertirse en mayores aportes.
Lo grave es que la mentalidad de terminar con el Estado, para terminar con la nación, hace que se exima de pagar los impuestos correspondientes a las empresas y bancos, que cada día acumulan mas. El Estado para un funcionamiento correcto necesita tributos justos.
En la Argentina sobran los recursos. No es cierto cuando se dice que hay voluntad política, pero no hay recursos. Solo con el contrabando diario, por la ausencia del gobierno, en el control y la administración, de los puertos nacionales, se dejan de cobrar -deliberadamente-, unos treinta mil millones de dólares. A eso debe sumarse la condonación de deuda a las concesionarias de electricidad que han evadido; no han invertido, ni mantenido los servicios y han fugado ganancias y subsidios (¿que tienen que ver el gobierno y sus funcionarios, con estos canallescos robos, que van a guaridas fiscales?).
El Estado debe recuperar el Paraná y todas las vías navegables; todos los servicios públicos concesionados (DD. HH. y Defensa Nacional), incluidos -entre otros-, el total dragado y balizamiento, llamado Hidrovía, no postergando -un día mas-, la construcción del Canal de Magdalena.
Con la ecuación de todo eso podríamos liberarnos de la deuda, nula de nulidad absoluta y del FMI. Argentina es una potencia mundial y debe dejar de ser un enclave colonial -hoy, por la decidida acción de los dos gobiernos el anterior y éste, que han tenido, en su seno, a súbditos de EE. UU. y a cipayos, de acuerdo con lo que está a la vista-.
¿Adónde fueron a parar, en mas de siete años, las decenas de miles de millones del BCRA?. Adónde fueron a parar las reservas -casi el doble-, del FGS. Podríamos seguir enumerando, pero de lo que se trata es de exigir lo que se nos debe y los aumentos que corresponden, de todo este vaciamiento del país de su legalización y naturalización. No pueden los mas pobres pagar tanta fuga a guaridas fiscales y la aceptación de una deuda inexistente que, una vez mas se le hace pagar al pueblo, aunque se diga lo contrario.
16 de abril de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


