Mientras el hombre renuncia a su condición y busca ser sustituido
En los años cincuenta ocupaba nuestro interés todo lo referente a la cibernética; la robótica, la informática y el avance de la automatización. Pero lo hacíamos poniendo por delante a las personas, que deben ser el centro de todos los sistemas progresivos de la política, de la economía, de la vida.
Lo conversábamos con Perón, al cual le preocupaba, desde hacía algún tiempo, la cuestión de la preservación del medio ambiente -tema del cual se habían ocupado, desde Juan B. Justo, solo los socialistas y/o algunos científicos relevantes, de los que tuvo siempre nuestro país-, como otra cuestión central.
Cientos de personas -vinculadas entre sí-, investigábamos sobre ambos temas. Especialmente ocupaba nuestro tiempo lo que hoy se define como Inteligencia artificial. Por aquél tiempo, era común que se prepararan partidas de ajedrez -en las cuales, la máquina hacía su parte-.
Recuerdo que el Dr. Pablo César Marini -entre otros-, aceptaba el reto -habitualmente- y me comentaba del notable avance de la ciencia, aunque -jamás-, perdiera una partida. Claro, en su caso, era casi natural, ya que me asombraba ganando partidas por teléfono, sin tablero, ni piezas.
Cuando comenzamos la Resistencia pasaba horas y/o noches, enteras, intercambiando conocimientos con Carlos Edmundo Frazzoni, que era dirigente sindical de OSN (FeNTOS), por Santa Fe, en los primeros tiempos de esa gran entidad gremial -que cofundamos, con representantes de todo el país-. Leíamos mucho a los tratadistas rusos -recuerdo-, que marcaban rumbos, en varias disciplinas científicas. Como dicen los muchachos del barrio: cuando se interesaron en el tema los Rotschild, Rockefeller, Musk (hoy), se “pudrió todo”.
El Eje del Mal, como todo, aceleró el proceso, pero para poder robotizarlo todo dejando sin trabajo a miles de millones. Para aplicarlo a la producción de equipos y armamentos, para eliminar a otros tantos. Porque, para ellos, todo pasa por la multiplicación del poder de fuego; del poder de muerte y por la acumulación del poder económico (racionalmente, sin sentido).
Para ellos, la vida es “una cosa”, mas allá de la Creación; de la Naturaleza; de Dios; del Gran Arquitecto y del ser humano, a través de la propia ciencia. El organismo humano es una máquina prodigiosa (mas allá de todos los pensamientos, respecto al origen del hombre). La Inteligencia artificial, debía tener sus límites y era para servir a la elevación del ser humano, no para su destrucción, que pareciera es lo que están logrando.
Dan vida al monstruo y el monstruo se los devora. Mas grave, aun, nos devora, a propios y extraños. Y hay temas mas elementales, pero tremendamente dañinos. Zuckerberg es otro de los miserables explotadores del sistema, para fines destructivos y de negación. Muchos me dijeron que estaba equivocado cuando hablé de los fraudes, mas cuando ese delincuente debió sentarse en los tribunales londinenses, fue condenado, por haber llevado a cabo varios fraudes, en diversos países incluidos la propia Inglaterra, Alemania, Argentina y EE. UU. (!!).
Nadie puede dudar de la complicidad del norte, por cierto. Seguramente, hubo otros casos de la misma magnitud, pero en nuestro país, se registraron en el 2015, 2017 y 2019 (aunque, con todo, no les alcanzó. Eso si, en el ’17 le arrebataron la banca a Jorge Taiana, aunque, mas tarde, se aclararán las cifras (!!!), pero no le dieron la banca. Vil uso del avance informático. Lamentable -particularmente-, por la tierra arrasada.
No obstante, por encima de estas “miserabilidades patéticas” -en el decir de don Hipólito-, hoy no pueden ocultar su pavura, Musk y los dueños del mundo, porque la inteligencia artificial (IA) hizo leer la mente de un humano -su pensamiento-, lo cual, para nosotros -en los ’50-, era de la imaginación de Julio Verne. Lo que está por venir, resulta imprevisible.
Mientras tanto, en décadas actuales -deliberadamente-, han ido avanzando, peligrosamente, hacia la virtual desaparición del ser humano, en camino a la disolución nacional; acá y en el mundo. No es casual la imposición del individualismo (cada uno se salva como puede, frente a nuestro “nadie se salva solo, la salvación es colectiva”).
Hay una silenciosa batalla cultural que ha penetrado en propios y ajenos. La historia de Grosso, sería muy pueril, pero no servía a estos fines, el reversionismo -en el decir de Perón, que advertía el resultado- y la falsificación de documentos históricos -condenado por la justicia argentina en épocas de resistencia, con Perón en el exilio y alertándonos-, configuraban los servicios que se prestaron y prestan, a la entrega; a la extranjería y a la invasión (para ellos, el objetivo de la IA).
No es casualidad que esto ocurra en consonancia con las recomendaciones de Churchill, respecto a que debía impedirse que Argentina se convirtiera en Potencia, porque lideraría a Latinoamérica hacia la temida liberación. Estos sistemas han facilitado, asimismo, el lavado de cerebro y la creación de masas amorfas, que nos afecta a nosotros, pero que puede terminar en un desastre, tal vez para ellos también.
Todo tiene que ver con todo y el esfuerzo de esos dueños del mundo se concentra, camino a la disolución de las sociedades humanas -reitero-, desde las familias, hasta las instituciones. Un hecho cierto, que está a la vista del mundo, es la programada “solución final”, para los viejos.
Mientras la ciencia logra resultados relevantes, para la prolongación de la vida, ellos instan a su liquidación y que, en tanto, se los enjaule en ghetos. Hay que eliminar -además-, la memoria, la experiencia y la sabiduría. El hombre no debe pensar, debe ser un robot mas.
En otro orden de cosas, se repite lo de hace 531 años, a partir de cuando se mató a doscientos millones de originarios de lo que se llamaría América y se destruyeron sistemática y sintomáticamente, cientos de culturas, algunas de las cuales alcanzaron un desarrollo notable, a la vista de hoy.
Quieren convertir en cenizas -asimismo-, a la solidaridad. La ansiedad por edificar culturas de hermano contra hermano y odio, en lugar de amor, en su anhelo. Los paniaguados (pero con fortunas, también) escribientes y difusores, de los medios, son otra prueba y se propala por el mundo, con el mismo tenor y bajo el mismo amo.
Y reitero lo expresado: todo tiene que ver con todo. El modus operandi, frente a la IA, está vinculado, directamente, con el disciplinamiento de los pueblos, para que marchen mansamente, hacia el patíbulo, es decir, hacia la disolución y el dominio definitivo. No significa que esta historia deba terminar así, pero si que está programada así.
24 de mayo de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.