Lo tienen todo estudiado al dedillo, para que este capitalismo salvaje, fuertemente financiero y concentrado, siga haciendo su acumulación vertiginosa sobre las espaldas de ciudadanos y ciudadanas. Esta es una de las recetas que aplicaría Javier Milei, candidato a presidente por La Libertad Avanza, de hacerse cargo de Casa Rosada. “Dios no lo permita” diría la querida vieja del barrio, a lo que deseo agregar: sepamos votar los argentinos, a favor y no en contra de nosotros mismos.
Lo demás es tema para iniciados, que son quienes disponen los conocimientos para comprender la letra chica de esta y otras tantas tretas que, como nunca en la historia argentina, se le cuentan a los votantes con pelos y señales. Recordemos que el ex Presidente Mauricio Macri ganó prometiendo pobreza cero y una batería de cosas que, como bien sabemos, nunca llevó adelante porque se trataba de engañar al soberano y de tal modo pasar las elecciones. Un gran delincuente.
Este tiempo electoral es de suma importancia para el futuro inmediato y, desde ya, para cualquier prospectiva nacional que desee sumar a favor de las condiciones de vida de las mas amplias mayorías populares. Lo que ocurre es que hay algunas franjas del electorado que se hallan disconformes con buena parte del sistema y están dispuestos a cualquier cosa. Debemos alertar a las personas de buenas intenciones pero desinformadas, puesto que Milei no es el camino del progreso.
“Otra polémica propuesta de Milei
“¿Qué es la banca Simons?
“Es un complemento del cierre del Banco Central, que dejaría al sistema bancario sin posibilidad de salvatajes. Consiste en trasladar el riesgo inversor desde los bancos hacia los propios ahorristas, haciendo que ellos mismos sean los que fondeen proyectos de inversión.
“El candidato Javier Milei propone implementar un sistema de banca Simons anticorridas bancarias. La herramienta es un complemento de la dolarización y cierre del Banco Central, que dejaría al sistema bancario sin posibilidades de salvatajes en caso de corridas bancarias. La experiencia de la convertibilidad, con el secuestro de los ahorros que implicó el corralito, requería atajar eventuales críticas al aplicarse de nuevo un sistema que elimina al prestamista de última instancia. Pero, ¿qué es la banca Simons?
“El economista de Chicago, Henry Simons, proponía hace casi un siglo desdoblar el sistema bancario. Por un lado, los depósitos tendrían un encaje forzoso del 100 por ciento, de manera tal que no podían ser represtados por los bancos. La ventaja de ello es que no hay posibilidad de corrida, ya que la plata que uno deposita queda íntegramente resguardada en el Banco Central. La desventaja es que, al no prestarse, los depósitos no generan ganancia. Más bien, generan pérdida ya que hay que abonar por la seguridad que brinda el banco custodiando nuestros ahorros. Ese sistema ya existe hoy en día y se llama caja de seguridad, práctica que se extendería al total de los depósitos.
“Para que no desaparezca el crédito, Simons proponía que quien quiera una remuneración por sus ahorros, debía arriesgarlos directamente mediante el fondeo de proyectos de inversión. Es decir, en vez de poner la plata en un plazo fijo (que ya no existiría) y que el banco sea el encargado de prestarlo, los ahorristas deberían ser directamente los prestamistas. Es lo que sucede cuando un particular compra acciones, obligaciones negociables de empresas o bonos públicos, práctica que se generalizaría vía fondos de inversión incluyendo créditos de corto plazo de consumo o de liquidez para las empresas.
“El principal inconveniente de la banca Simons es que traslada el riesgo inversor desde los bancos hacia los propios ahorristas. Así, la protección contra corridas es un eufemismo que vende como novedosa la posibilidad ya existente de contratar una caja de seguridad bancaria. Cuando en realidad, lo relevante del sistema es que ante la desaparición del plazo fijo, cualquier ahorrista que quiera obtener un rinde financiero por sus ahorros, deberá hacer inversiones financieras que requieren un análisis de riesgo complejo. Si tenemos en cuenta que la mayor parte de los ahorristas tienen muy vagos conocimientos de finanzas, las posibilidades de ver esfumarse sus ahorros por efecto de desvalorizaciones repentinas de instrumentos financieros, son muy altas.
“Esa situación se agrava con la desaparición del Banco Central en el marco de la dolarización. La falta de un prestamista de última instancia debilita la posibilidad de una intervención estatal para rescatar bonos, acciones o cualquier otro instrumento financiero que sufriera una repentina desvalorización. Eso agrava la volatilidad de los por sí ya muy volátiles mercados financieros, y ese riesgo extremo no recaería ya sobre los bancos, sino directamente sobre el valor de los ahorros de la población.
“@AndresAsiain
“Pagina12.com.ar
“Andrés Asiain
“17 de setiembre de 2023”.


