Sergio Massa -futuro presidente de los argentinos- deberá ser quien -cumpliendo con el mandato popular, haga lo necesario para cambiar el rumbo de estos ocho años. Siendo soberanos se puede.
Se puede y se debe ser soberanos, en camino a imponer la justicia social y la independencia económica, en unión y libertad. Con todos y para todos nuestros connacionales. Todos los candidatos opuestos, ya se manifestaron, en el sentido de seguir las directivas del FMI/EE. UU…. entregándolo todo.
Lo que se entregó en los cuatro años de Macri (señalado, en todos los principales medios del mundo, como el mayor delincuente del planeta, además de haber sido quien nos entregó -en línea con el mismo FMI-, por cien años, al tomar una deuda que se reconoce impagable, para maniobras financieras y fuga).
Dolorosamente, los últimos cuatro años han sido una continuidad -aunque diste por lejos, de tanto desastre- y haya tenido que enfrentar una pandemia brutal y los efectos de la guerra planteada por EE. UU. -una vez mas-, en Ucrania, haciéndonos contribuir con cinco mil millones de dólares -o mas-, para proveer de armamento a un enfermo mental grave -presidente de facto y genocida del pueblo que sometió, durante varios años-.
En síntesis, se obligó a los argentinos a perder el poder adquisitivo de sus ingresos -en algunos casos, el 75 %, o sea que perciben el 25 %-, de lo que recibían, hace ocho interminables años. Un importante sector de jubilados, marcha a la cabeza de los damnificados.
Ese es el panorama que enfrentamos y que se debe y se puede superar, en base a un programa de gobierno -reiteramos-, que contribuya a recuperar nuestra soberanía. Un gobierno de unidad nacional es -pues-, el camino y saludamos esa decisión.
El frente de Unión por la Patria, ha tomado una posición acertada, que está acompañada por distintos sectores y dirigentes de diversa extracción. Leopoldo Marechal decía que, del laberinto, se salía por arriba.
Éste Concejo Superior Confederal de los adultos mayores, tiene la certeza mas absoluta de que, en coyunturas terminales -como la actual-, solo es posible salir, con un gobierno de unidad nacional, apoyado -firmemente-, por el pueblo, en su conjunto. Ese gobierno, que consideramos en formación, estrechando filas, decididamente, deberá proceder -desde el vamos-, a dar por finalizadas las concesiones de los puertos nacionales; del Paraná y las vías navegables -todas-; de los servicios públicos DD. HH. y cuyos titulares han infringido en demasía, todas las leyes; no haciendo inversiones, ni mantenimiento y fugando -a guaridas fiscales-, la totalidad de las ganancias y subsidios); además de nuestros recursos naturales, que deben ser explotados racionalmente y con el dominio de las empresas estatales -para ganar, sin dañar, ecológicamente, la región-.
Argentina es una potencia mundial y deberíamos recuperar nuestra soberanía, brindando una vida justa y digna, a todo el pueblo argentino. Tal vez, sin sacrificios extremos. Solo se trata de recordar las palabras de Ortega y Gasset -en una de sus visitas al país-, con una absoluta firmeza: ¡Argentinos, a las cosas!
Y que veamos coronada esta empresa de estar unidos y ser libres (“¡lo demás no importa nada!”), nos dijo el más grande libertador de América. Todo esto nos hará retemplar la esperanza.
29 de agosto de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


