La extranjería quiere avanzar en base a la misma prédica. Su publicidad, sus mensajes, la base de sus discursos, concuerdan con las miserabilidades de Videla, Massera y Churchill.
La propuesta reiterada tiene que ver con el ’55 y con la destrucción -el exterminio- del peronismo -ayer- y del kirchnerismo -hoy-, pero el pueblo no se suicida. La grave situación de estos últimos ocho años, a causa del endeudamiento, evasión, robo y fuga, del macrismo y la legalización y naturalización del albertismo (inexistente, pero destructivo), obnubilan, dan bronca y son malos consejeros, pero pensados.
A tal punto que en el debate, cuando Massa señala que el desastre y el endeudamiento, para maniobrar financieramente y fugarlo todo, es obra del cipayo Macri, Bullrich se enfurece y arremete contra él -víctima de las circunstancias-, mintiendo sobre la deuda y el desastre, al afirmar que fue obra de este gobierno.
La ineptitud; el statu quo y su negativa a gobernar, lo complica, pero no al grado de ser el protagonista de la entrega, pero si, el cómplice. Desoyó a Cristina, que marcó el camino, pero le dio el centro, para responsabilizar a quien le marcaba los errores y horrores.
Lo de la deuda con el FMI/EE. UU., fue una felonía -del mas bajo nivel-, ello obliga a Massa -a diario-, a marcar la diferencia, diciendo que su gobierno comenzará el 10 de diciembre. Reitero -hasta que se naturalice y entienda-, que son muchos los extranjeros (extraños), que han nacido -por casualidad-, en la Argentina.
Desarrollan actividades contra el país -en forma constante y permanente-. Jamás habrán de reconocer que el colonialismo salvaje -desde 1492-, asesinó, a mansalva, a 200 millones de originarios, bajo la cruz y la espada. Solo un ser superior y generoso, como el actual papa, fue capaz de reconocerlo y pedir perdón, en nombre de la Iglesia, honrando su condición humana.
Estos extranjeros lo calumnian y odian, pues practican la doctrina del odio, sin solución de continuidad. Tanto Macri, cuanto Bullrich y Milei, han obrado -y continúan haciéndolo-, a favor de Inglaterra (que es el Eje del Mal, junto a EE. UU., la OTAN, el Estado de Israel y sus aliados), caminando arrodillados y afirmando que las Malvinas no tienen el menor valor y pertenecen a Gran Bretaña (ocupadas por la OTAN, con un peligroso arsenal nuclear, que pone en riesgo a la zona de paz que conforman Latinoamérica y el Caribe, nuestra Patria Grande).
Son la pestilente carroña que homenajea a la miserable genocida Margaret Thatcher, quien dio la orden de hundir a nuestro “General Belgrano”. El delincuente mas grande del mundo (que no está preso porque la justicia y la corte están en poder de los jueces y fiscales que -a su vez-, son súbditos norteamericanos, que reciben órdenes de todo ese andamiaje, que integran la embajada, las mafias mediáticas, la economía concentrada y lo mas vil de la extranjería, a la sombra del Departamento de Estado).
Un problema sin solución para ellos es que el peronismo se hizo carne en el pueblo -en los más humildes- y otro tanto ha sucedido con el kirchnerismo, que es el peronismo del siglo XXI (todo es peronismo y responde a la impronta de ese profeta -para los tiempos- Juan Perón).
Cuando se habla de peronistas del PRO, o los que defienden los intereses de EE. UU. y la economía concentrada (también los exportadores contrabandistas), se macanea de lo lindo. Todos los supuestos, que forman partidos, para tratar de arrebatarle unos pocos puntos al peronismo, para favorecer a la extranjería, se dicen que son, pero quedan desnudos, al abrir la boca.
El peronismo (el Frente), es la lucha en defensa y por la elevación del pueblo -en su conjunto-, de la soberanía, de la independencia, de la justicia y la libertad. Y el peronismo no defiende la “propiedad privada” de quienes -ayer y hoy-, se apoderaron de la tierra (desde hace 190 años, especialmente).
Como la tierra es de la Patria y nosotros somos sus hijos (como los originarios), nuestra Constitución (1949), habla de la “función social de la tierra”, no de la mafiosa y corporativa “propiedad privada”. Cuando la persona común, se atrasa, o tiene algún problema “legal”, se la despoja de su techo.
Mucha de la gente en situación de calle, es producto de ello. La propiedad privada, para el pueblo, no existe, ¡no sean miserables!!!. Repito -porque la única verdad es la realidad-, la propiedad privada, es una mentira mayúscula, en un país sin justicia, justicia que hoy transcurre la etapa mas macabra de su ya triste historia.
El siglo XX y lo que va del XXI, se han destacado por la encarnizada persecución y proscripción, a las dos personas mas relevantes, como estadistas -a nivel internacional-, un hombre y una mujer -que es decir lo mismo-; un conductor de multitudes y su discípula de mayor envergadura, pero, en el fondo, se ha proscripto -una y otra vez-, al pueblo todo (saquen conclusiones, porque no quiero extenderme en aclaraciones).
Terminar con la humanidad -como intenta el Eje del Mal-, sería terminar con el planeta. Es imposible, pues, aniquilar algo hecho carne y pensamiento, en el corazón y en la mente de un pueblo.
5 de octubre de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.