Tercera entrega
Tres microrrelatos, lo bueno en envase pequeño
Hola, Marcelo!¿Cómo vas? Para vos y para todo tu público comparto otros tres microrrelatos .
Hace seis años que participo del Taller Literario La Colmena, que acerca a literatos de calidad reconocida desde hace veinte años.
Diré que mi experiencia en esta forma de compartir desde talleres es reciente: Fui atraída por el nombre de uno: “El adjetivo asesino” que el escritor Emilio Fernández Cordón conducía con maestría. La mecánica era original y muy amena. Todo un desafío a veces. Lamentablemente el Emilio nos dejó sin su experiencia y docencia especial.
Con la polifacética Mariela Zobin persistimos en el taller “El Mirador” que la poeta Bettina Ballarini se prestó a acompañar. Su actividad docente y creadora nos privaron de su ayuda.
Por invitación de Mariela, comencé a vincularme con La Colmena. Es un grupo que se maneja por redes y también en torno a un café semanal. Reúne a gente con dotes especiales para la escritura y la convivencia, por lo que es muy grato participar. Recientemente perdimos a uno de sus motores, el gran amigo poeta Aldo Rocamora, quien, a su ácida pero pertinente crítica, unía una cultura amplia y generosidad sin límites. Lo extrañamos.
Uno de sus divertimentos era jugar con refranes. Aquí va una muestra.
Precaución
Dolían los hombros arrastrando de sol a sol el artilugio de madera e hierro.
Su amo decidió reparar deudas y agravios entregándolo sin pena.
Aún así, en distraído gesto, alcé sus belfos.
Profeta
Moisés nació en Egipto y salvó al pueblo elegido. No tuvo la gloria de una pirámide. Ni siquiera un obelisco. Islámicos afirman que Damasco aloja el polvo de sus huesos.
Mahoma nació en la Meca y Medina aspiró su último aliento.
Pedro vio la luz en Belén. Roma acoge sus restos.
El único privilegiado fue Nadie.
Atisbos
Cuando su padre adoptivo, Claudio, ya no supo con qué saciar los caprichos del niño, éste se inspiró en la cuadriga en la que entraban los héroes victoriosos y estaba frente al palacio. Quiso que su cama imitara una.
Las inmensas habitaciones lo permitían y se hizo. Los cuatro caballos eran espléndidos.
Sin embargo el niño extravagante seguía quejándose y se despertaba de malos sueños con desvaríos.
Agripina le dijo: Nerón, hijo mío, los de afuera son de piedra.
Columnista invitada
María Inés Villarreal
Licenciada en Relaciones Públicas. Profesora de Lengua y Civilización Francesa. Profesora de Castellano como Lengua Extranjera. Ex Jefa de la División Despacho de la Facultad de Ingeniería, UNCuyo. Ex Secretaria de la Dirección de Extensión Universitaria y de la Dirección de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ingeniería, UNCuyo. Ha participado de congresos, seminarios, cursos de relaciones institucionales, relaciones internacionales y extensión. Integrante fundadora del Coro Femenino de la Escuela del Magisterio y del Coro Universitario de Mendoza. Fue Secretaria Ejecutiva de la Société Mauritanienne de Commercialisation de Poissons, en Las Palmas de Gran Canaria (España). Integrante de la Coral Polifónica de Las Palmas (España). Fue integrante de la Editorial “Canturía”. Participó en antologías de poesía y narrativa en Argentina y España. Hizo estudios de lenguas: italiano, portugués, inglés.