200.000.000 de originarios, en el continente más avanzado de la historia (asesinados bajo la cruz y la espada) “descubierto” por los bárbaros e incultos europeos, que robaron riquezas pero destrozaron 100 culturas. Hoy, el Eje del Mal se ensaña con Palestina. El salvaje colonialismo, el nazionalismo católico y el sionismo no descansan. Viven de la muerte, en esa macabra marcha.
El planeta -la humanidad toda-, desanda otra etapa mas de horror, mientras el Eje del Mal (EE. UU., Inglaterra y sus aliados), se regocija, ante los brutales genocidios que promueve, bajo esa mentalidad nazi-fascista, que los acompaña desde antes de ese pensamiento y praxis, que crearon ellos mismos.
Hitler (verdadero demonio), es solo un hito, frente a lo inconmensurable de la tragedia que marca nuestras vidas, desde el principio de los tiempos. Mi reacción de hoy, espontánea -aunque profunda, ya que tiene que ver con mi razón de ser desde hace 86 años-, parte del video que difunde la participación de jóvenes -nacidos en la Argentina y en la Patria Grande, en general-.
Veo que ostentan uniformes de la oscuridad y la barbarie y el armamento de munición gruesa, producido y enviado desde la tierra de la acumulación de riquezas, que posee la deuda externa mas grande del mundo e imprime billetes sin respaldo, con los cuales han empapelado el mundo, cuyos habitantes son sometidos a amenazas, invasiones, ocupaciones y robos -de toda naturaleza, aunque, especialmente, petrogasíferos y productores de energía, en general -.
El lavado de cerebro ha sido tan inmenso que -como acá-, matan, saquean y sojuzgan, con gran alegría, como si estuvieran cumpliendo un mandato sagrado, en tanto destrozan al ser humano, a sus creencias y sus convicciones cristianas, mahometanas, o de cualquier naturaleza, que pregonan fraternidad e igualdad entre los hombres de buena voluntad, leales y solidarios.
Los demonios no son dos. En nuestra vida política, son varios, pero se funden en uno solo, que sirve al mayor destructor de la tierra. El planeta de un puñado de miserables, que acumula el poder económico de ocho mil millones de habitantes. Muchos extraños, nacidos acá, para servir a tales miserables, que insultaron al país y a los propios argentinos yéndose a Israel, hoy, espantados, abandonan su guarida y ruegan por volver, no porque nos quieran, sino porque la Argentina es un paraíso (ocupado, es cierto) y una potencia mundial, que algún día -cumpliendo el mandato sanmartiniano-, ha de liberarse.
Y por nuestra condición humana, que cuenta con Aerolíneas Argentinas -empresa de bandera esquilmada y odiada, por ese excremento, que son ellos mismos-; los rescatamos del infierno que habían elegido y volvemos a brindarles nuestro tan golpeado corazón -por ellos mismos-, albergue y existencia.
Es cierto que ya se usa poco, cultural y humanamente, por eso, como el nazismo, el sionismo (creador de aquél), es antisemita. El hecho de que los hebreos y los árabes, entre otros, sean -originalmente-, semitas, se oculta y se desprecia. Ocultan su origen fraterno, para cumplir, a destajo, con el poder, que integran.
Es brutal -por donde se lo mire-, pero es parte de ese desapego y odio. Lo mas grave es que resulta parte de una hecatombe mundial, que nos precipita al abismo. No hesitan en destruir a los pueblos y a la propia especie (en realidad, a todas las especies), camino vesánico a la absoluta desaparición del planeta. La Paz mundial, tiene la misma jerarquía que la existencia. Los judíos de bien, tendrían que encabezar la marcha, junto a todos los hermanos de la especie. Que así sea.
Nadie debe dudar -o esperar-, hay que entender que nos va la vida en ello. Esto está ligado a la propia elección del 22, donde una candidata y un candidato operan en pos de ese final (quien dude, use el duro oficio de pensar; analice y reaccione, en defensa propia y de la vida).
Ni la Argentina ni nosotros somos una mierda, con un excremento por signo monetario y el más grande libertador entre libertadores -como un intento de borrar nuestra historia; a nuestros héroes y mártires y a nuestra cultura, como pidió Churchill-, es el libertador de libertadores. Nada es un invento pese al esfuerzo de los extranjeros (extraños) Milei y Bullrich, súbditos del mismo amoa.
13 de octubre de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


