Ayer hablaba de las elecciones en Boca con mi amigo, el VIEJO CHITO, a quien estoy convenciendo de a poco para que haga uso y abuso de su PASE EN BLANCO, consiguiendo un nuevo fichaje para que el susodicho, desde Revista TU HUMOR , se venga al “Diario Sapunar”, y jugar para nosotros el próximo Mundial de los Medios Alternativos, por la Copa LA PURA VERDAD.
Luego del cuarto vaso de Hesperidina (otro clásico olvidado que vuelve a por sus fueros), en su versión “vintage” (la “tumbera hard”, mejor conocida como “pajarito”) arribamos a la conclusión que Boca votó a Riquelme como bandera y estandarte de sus glorias pasadas, y resumen de inveterada prosapia xeneixe de paladar negro.
Y envueltos en los efluvios del naranjín telúrico que ni siquiera el mismísimo Melville Sewell Bagley hubiera imaginado en sus más etílicos sueños de gloria, concluímos que si Lionel Messi hubiera sido el candidato a Presidente de nuestro querido y vilipendiado país, el mismo pueblo devaluado que puja por volver a la gloria del «déme dos» , tanto los ”argentinos que somos derechos y humanos” hoy devenidos en “los argentinos de bien”, como lo más recóndito de las “huestes de lo nacional y popular” , o “las empresas y empresarios que quieren al país” lo hubieran elegido con el 79 % de los sufragios (siempre hay contreras militantes furiosos del MOCO -Movimiento Organizado Contra Otros- que no saben de qué se trata, pero se oponen…) representara a quien representase.
Esta dosis de «exitoína» que la «sociedad del espectáculo» debordiana necesita -tanto como al agua el ombú- y en que inexorablemente hemos decantado es, sin lugar a dudas, el espacio fundacional desde donde surge el fenómeno socio-psicológico de nuestra «joven» nación.
Una patología social que padecemos desde siempre, y que orgánicamente, se produce especialmente al inicio de la adolescencia: la IDOLATRÍA.
El atribuir a otro mágicamente los ideales de lo que queremos alcanzar, de lo que DESEAMOS, PERO NO SABEMOS COMO LOGRAR ha sido desde siempre nuestro talón de Aquiles, ese espacio mortalmente vulnerable que como corolario, termina generando esta apocalípticamente zombie pérdida de la identidad y la autoestima del pueblo, que hasta olvida quien es, de donde viene y hacia donde va, y vaga y divaga buscando un PAPÁ AUSENTE que lo abandonara hace tiempo, y que hoy como acto reivindicativo de su padecer trata de hallar asociándose al primer ídolo que aparezca y parezca colmar sus más ocultos y recónditos deseos.
¿Así habrán de haber llegado casi siempre al poder los ÍDOLOS “POLÍTICOS” QUE SUPIMOS CONSEGUIR… coronados de gloria vivamos, o juremos con gloria morir?
Esteee… digooo… esteee… quiero deciiir… ¡VIVA LA PATRIA, VIVA LA LIBERTAD, CARAJO!
Pd: no sé si esto será así, pero suena tan búho y sabio que, seguramente, un panelista experimentado, muuuy bicho, viejo vizcacha y bien remunerado, de leerlo, lo convertirá en leit motive y tema de discusión social para olvidar y sedar la rabia y la impotencia de tener que hablar sin eufemismos de «lo que vendrá».
Y eso sí que es jodido.
Abrazo compa.
Columnista invitado
Juan Rozz
Historietista, guionista, cuentista, escritor. Columnista en Revista TUHUMOR, edición digital, colaborador en NAC & POP Red Nacional y Popular de Noticias. Autor del libro “Historias de Desaparecidos y Aparecidos”, Acercándonos Ediciones. Creador de “El Caburé Peña de Historietistas” y “El Caburé – Cooperativa Editorial”. Creador, productor radial y columnista de “Gorilas en La Plaza” – EfeEmeUnydos. Colaborador en “Rebrote de la Historieta Argentina”. Colaborador en “Web Guerrillero” – Periódico Digital Internacional. Colaborador en “Museo de la Palabra” – Fundación César Egidio Serrano.


