Con el DNU y el ómnibus, que confunde a muchos -deliberadamente-, por su extensión, con el propósito de enturbiarlo todo -en forma inconstitucional y atentando contra la Argentina y los argentinos- y por la incompetencia de no pocos legisladores, que debieron rechazarlos, desde el vamos. Jueces, fiscales y legisladores, están en la cuerda floja, ya que el gobierno, el macrismo y sus acólitos -solo por la tragedia desatada y la presencia de una feroz felonía, hecha una brutal presentación inaceptable-, son INFAMES TRAIDORES A LA PATRIA (algunos ya lo eran, mas no se les aplicó el correspondiente artículo de la Constitución, porque somos un país sin justicia y sus componentes, responden al departamento de estado).
Esto solo, por su infinita gravedad y la saña con que se opera, ya es una contundente declaración de guerra, contra la Argentina y su pueblo en su absoluta mayoría. La mafia de los medios y la información -parte monstruosa de nuestra historia contemporánea-, convirtió a un importante sector (trabajadores, profesionales, universitarios, científicos y técnicos, no solo los analfabetos, o semianalfabetos, a veces notables autodidactas), en “ignorantes de la realidad”, conformando una gran masa amorfa, que le hace posible la dispersión, la tergiversación y el camino a la disolución nacional.
Este fenómeno alcanza hoy -como nunca antes-, una dimensión escalofriante. Pero los argentinos hemos de responder -como decía ayer-, con la heroicidad que manifestó durante las invasiones inglesas, tal vez -y sin tal vez-, la mas grande epopeya de nuestra soberanía -aun siendo colonia-.
Las mujeres y los niños, hicieron punta, detrás, o a la par, nuestros militares y los criollos, afrodescendientes y esclavos (que entendieron que esta sería su Patria; Patria de libertad y de igualdad). Ellos no dudaron, tampoco debemos dudar nosotros, aunque Bullrich -agente norteamericana, de toda la vida, le duela a quien le duela-, intente convertir a nuestras fuerzas de seguridad y policiales, en tropas de cipayos -a la usanza de la India, invadida y dominada por el imperio inglés-.
En parte lo logró, al ponerlas al servicio de los usurpadores del sur, contra pueblos originarios; cuando asesinaron a Santiago Maldonado (huinca), a Nahuel y vaya a saber cuantos mas, poniendo al resto de tehuelches, mapuches y vaya a saber cuantos argentinos mas, fuera de la ley; perseguidos y torturados, cuando no presos, o muertos.
Esa es la Bullrich, la agente norteamericana, sionista e inglesa, desde siempre. Esto los identifica, a todos ellos, empleados del departamento de estado y al servicio, también y por ende, del sionismo y de la anglofilia. Si alguien supone que ser judío es ser sionista, se equivoca, de cabo a rabo.
Tengo y tuve, toda la vida, amigos y -quizá-, parientes, de tal origen. Y se que eran y son, argentinos de bien. Lo que nos está pasando (espero que, como las pesadillas, pase), es tan inconmensurable que, en un mes, quisieron que participáramos en dos guerras. En la que un bufón del sistema, criminal de guerra y usurpador del poder -en Ucrania-, que ordenó matar, durante años, a los ucranianos que no lo aceptaban y luego por órdenes de EE. UU., le declaró la guerra a Rusia (la mayoría de los ucranianos son pro rusos y Kiev fue una antigua capital de todas las Rusias).
Milei -por la de el-, le regaló dos de los helicópteros de Fuerza Aérea, medicamentos y alimentos. Una demencia mayúscula. Rusia es uno se los mayores aliados de la Argentina. Cuando EE. UU. creó, en los laboratorios de Pfizer, en Wuhan, ese virus de diseño, denominado COVID 19, difundiéndolo por el mundo, Rusia, sin dilación, nos envió -a través de Aerolíneas Argentinas-, ciento diez millones de vacunas Sputnik, salvando la vida de miles de connacionales.
Los bien paridos y memoriosos, jamás olvidaremos el noble gesto, de nuestro amigo Puitin. Los negacionistas -hoy en la Rosada-, quisieron negar el hecho público y el mas grande delincuente del mundo expresó “el que se tenga que morir, que se muera”. Claro, hablan de un pueblo que odian, como al país mismo.
Pueden cometer cualquier locura, pero diremos no, porque somos un país neutral, enemigo del crimen de la guerra (como supo expresar Alberdi). Sobre la marcha, se hizo solidario con otro genocida de -siempre-, Netanyahu, el carnicero de oriente medio. Recuerdo mis conversaciones con David Ben Gurión, quien me reconoció haber sido un endemoniado terrorista, antes de la creación del Estado de Israel, pero que tenía amistad con Anwar el-Sadat, entendiendo que había sido un terrorista, como él, defendiendo lo que el defendía, enfrentados. Este personaje sionista, es de una catadura incomparable.
Pero no pararon ahí; agredieron a las dos naciones compradoras -de mayor calibre-, de nuestras exportaciones. La hermana Brasil y la milenaria China. Ambas, amigas de toda la vida. China siendo el país de mayor población del planeta, jamás invadió a otra nación. EE. UU., en forma atroz y despiadada, invadió mas de 320 veces, matando poblaciones enteras, para apoderarse de sus reservas -especialmente petro gasíferas y de energía, en general-. Se consagró -por lejos-, como la mayor genocida del globo.
Los argentinos debemos estar de pie; unidos y organizados, porque tenemos al enemigo adentro. A los extranjeros (extraños), aunque hayan nacido acá. Olvídense los individualistas, del individualismo que les han inyectado. Mas allá de que el perturbado personaje haya logrado el 29 % de los sufragios y en una maniobra de Macri, les acumulara los obtenidos por ellos, lo cual es significativo, nadie le dio el mandato de vender a la Patria.
Desguasar, una vez mas -pero peor-, al Estado argentino y a sus empresas científico tecnológicas y de diverso orden, como la flota de bandera. Nada -ni nadie-, le otorgó tal mandato diabólico. Nada será suficiente, para que puedan avanzar. Capuletos y montescos cuando despierten de esta pesadilla, estarán de acuerdo, en defender la vida y la libertad de todos y cada uno de los argentinos.
No deben pasar porque sería la muerte civil y la desaparición de la Argentina y su pueblo. Lo del BRICS y el Mercosur. son felonías contra nuestro país y la Patria Grande. Debemos volver.
18 de enero de 2024
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.
Foto: Martín Bonetto