(viene de la edición anterior)
Me acuerdo cuando echaron andar aquello de “Néstor era bueno, la mala es Cristina”. Fue una de las frases que hizo que se me prendiera la lamparita de todo lo que estaba haciendo el pequeño ejército de dirigentes y militantes rentados que revistaron para el albertismo. Me refiero, claro, al caballo de Troya del enemigo, papel que decidió encarnar en forma ominosa el ex Presidente Alberto Fernández. Entonces, encima que retrasaba al pueblo argentino, sin tocar una coma del andamiaje regresivo que plantó el macriradicalismo, terciaba ideológicamente.
Cuando aún vivía el ex presidente que nos deslumbró con aquello de “vengo a proponerles un sueño”, tanto él como su esposa dejaron en claro, varias veces, que siempre que se hallaran en la misma ciudad -por sus múltiples ocupaciones- almorzaban y cenaban juntos a diario en la Residencia Presidencial de Olivos. Es imposible entonces que hubiera una mala y un bueno, pues fueron una pareja en la vida pero también en la política, a lo largo de décadas. El objetivo, claro está, es seguir pegándole para así bajarle el precio a la lideresa argentina
Con esta serie de notas pretendo que analicemos juntos cómo fue que esa basofia a la que llamaron albertismo, fue una parte más del plan para terminar con el kirchnerismo. Claro que en este caso se trató de una bomba puesta en medio del peronismo pejotista, para hacer implosionar a una de las dirigentes más importantes del planeta. No olvidés que es referencia obligada de partidos políticos, movimientos y sociedad civil del progresismo. También me propuse recordar algo que ex profeso quieren esconder, la proscripción de que es objeto.
Hubo una maquinaria destinada a desaparecer a Cristina y sus gobiernos, que realmente trastocó consideraciones tan elementales como inexplicables. Hubo un ex pre candidato a gobernador del Frente Elegí, en Mendoza, que no tuvo problema en pronunciar la bobada siguiente “el peronismo ha tenido tres dirigentes históricos, Perón, Evita y Néstor”, dicha sin que se le moviera un músculo de la cara mientras dejaba afuera, adrede, a la ex Presidenta. Fijate de lo que fueron -y son- capaces, pero hay mucho mas.
Debeos hacer foco en su obra de gobierno, que no ha sido superada y sólo puede ser comparada con la que llevó adelante el ex Presidente Juan Domingo Perón. Incluso hay que tener cuidado con la señal de noticias por cable C5N como así con el sitio www.eldestapeweb.com los cuales, si bien de lo poco potable para compartir, han decidido cerrar filas con este discurso negacionista del kirchnerismo, dejando en el camino a algunas de sus figuras más reconocidas. Nos jugamos una gran partida y debemos estar muy atentos.
¿Cuál es el argumento para pretender un peronismo sin ella? Hay demasiados operadores de todo porte, que sin dudar dicen “nadie pone en dudas su condición de líder pero…” y lo que sigue después resulta una afirmación por la contraria. Cuando le tocó empujar la lapicera lo hizo y muy bien, beneficiando a las amplias mayorías populares. Recuerdo que al término de su segundo gobierno dejó los salarios de argentinas y argentinos encabezando en el comparativo regional, algo que hoy fue revertido muy fácilmente por el anarco capitalismo.
Claro, venimos de cuatro años de macriradicalismo y de cuatro de albertismo, que lejos de copiarse de la recomendación de la única dirigente con votos que hay en nuestro país, que planteó aquello de llevar a raya “salarios, tarifas y precios”, deploró de mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo. Los mismos que la acusan de socialdemócrata, son los que gobernaron tan mal en lo que hace a intereses populares, que decidieron tomárselas a España para no ser vituperados en cada esquina de nuestro país. Impresentables.
(continuará)
La yapa será siempre la misma, una de sus destacadas intervenciones públicas que hicieron historia. En este caso Cristina habla por primera vez en la Apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso, el 1 de marzo de 2007.