Nos va la vida en ser libres y nos va la vida en ser esclavos. La esclavitud no es una forma de vida, la derogamos en 1813.
Los esclavos de la insania del colonialismo salvaje, no lo eran -por voluntad propia-, sino por la imposición de una casta maldita, que ejercía su dominio a sangre y fuego. Una de las primeras decisiones de la nueva y gloriosa nación, en la relevante Asamblea del Año XIII, fue cumplir con la elevada misión de terminar con la esclavitud y quemar -en la plaza pública-, todos los elementos de tortura, utilizados por seres abominables y por la inquisición -también abominable-, regida por los Torquemada, de la edad media europea y por casi todos sus sucesores, en el genocidio -que comenzó en 1492-, logrando arrebatar la existencia a 200 millones de originarios, bajo la cruz y la espada.
Tuvo que llegar Francisco -papa de papas- para pedir perdón -en nombre de la Iglesia-, por esos crímenes que, bajo la cruz y la espada, consumaron tales delitos brutales. Hoy, esos mismos dueños del poder real son quienes ocupan el gobierno. En la Argentina cometimos muchos errores en el devenir de nuestra historia -de nuestra vida-, pero se nos derrotó porque las mafias de la economía concentrada; los medios corporativos y la infame justicia -con la CSJN, al frente-, lo tergiversaron todo, mintiendo -a perpetuidad- y lavando el cerebro a millones de connacionales, que se convirtieron en ignorantes de la realidad y constituyendo esa masa amorfa.
Esa masa amorfa que -utilizada por toda esa extranjería miserable, al servicio del norte-, se ha convertido en enemiga de si misma; llevada a odiar al país y a los propios, mientras se hundía, hundiéndonos a todos -a los serviles subordinados (ellos) y a nosotros, amantes de la verdad y de la libertad, en serio-.
Hoy debemos definir nuestro destino; el enemigo occidental -Eje del Mal-, que hoy está promoviendo la guerra en todos los rincones del mundo -pese al riesgo nuclear y la extinción de las especies y el planeta- y la extranjería -que desde el poder nos asfixia-, son enemigos inclementes y brutales.
No obstante, jamás debemos aceptar la esclavitud invisible a la que están condenándonos Debemos reconquistar la vida y la libertad, hazaña relevante que puede costar la propia existencia; porque para ser libres, habrá que arriesgar la propia vida; para ser esclavos, seremos muertos civiles, sin retorno.
Quienes no dejan de escucharme, me preguntan ¿cómo podemos?; lo primero que hay que hacer es no dudar, porque no existe otra salida; hace mas de ocho años que -ante los hechos reales-, afirmo que el tiempo del diálogo se ha extinguido, lo cual es mas cierto con la realidad que enfrentamos hoy. Dentro de las reglas democráticas, está la de derrocar a la extranjería, cuando se obstina en matar de hambre al pueblo; vender la Patria y terminar -definitivamente-, con el menor atisbo de soberanía, independencia, libertad y justicia.
Las FF. AA. deben demostrar que cumplen con sus juramentos irrenunciables: ¡subordinación y valor para servir a la Patria!!!¸y el juramento a la bandera, a defenderla ¡hasta perder la vida!!!; no son cipayos, ni deben serlo, ¡nunca!!!; su oscura experiencia es una escuela de vida; cuando sirvió a los enemigos de la Patria: civiles, empresarios viles; dueños de medios -con las manos ensangrentadas-; una justicia venal, corrupta y al servicio de potencias extranjeras, pagó con cárcel, el genocidio.
Ninguno de quienes los manejaron les pasaron las listas de a quienes había que matar o desaparecer; hicieron mil negocios y crecieron cien veces -o mil-, económicamente, en su marcha macabra, fueron juzgados, ni están presos, es mas, son los mismos mercaderes del templo de la actualidad. Quiero significar -con ello-, que deben evitar la invasión extranjera; respaldar al pueblo, en la toma del poder, acompañándolo, pero no tomar el poder, sino asegurar la integridad de la Nación Argentina -que debe ser soberana e independiente- y asegurar las futuras elecciones, que deben ser inmediatas.
Y se debe terminar con las falsas causas y procesos; los delincuentes del crimen organizado deben estar presos, junto a los jueces y miembros de la CSJN que lo merezcan, porque el ataque a la constitución y al derecho, del DNU 70/23, no puede ser avalado -olímpicamente-. Y la libertad de prensa, debe ser absoluta (sin censura previa), pero -luego-, todas las falsas afirmaciones, calumnias, infamias y mentiras, deben pagarse con cárcel, multas y cierre de los medios, como corresponde -ajustándose a derecho-, como afirmara Angela Merkel.
22 de abril de 2024 (hay que dialogar con las FF. AA. y que cumplan)
Existe la Democracia cuando se ejerce el poder popular. El pueblo elige y el pueblo depone a quien no cumple con el mandato que solo el pueblo puede otorgar. En la dictadura monárquica en que se convirtió el actual gobierno, se han cometido todas las atrocidades posibles y detestables que solo una tiranía despótica puede intentar, rompiendo todas las reglas.
Quiere el pueblo, entonces, terminar con el desquicio del vaciamiento; de la entrega brutal y de la indigencia colectiva, en solo cuatro meses de gestión. Han quedado en evidencia -asimismo-, actos de locura esquizofrénica, que solo un energúmeno del nivel de Javier Milei puede cometer, con la complicidad de una recua de delincuentes, narcos, tratantes y explotadores.
Todos han nacido en el país -accidentalmente-, pero odian a este país y a nosotros, los argentinos. Son extranjeros súbditos y amantes de la potencia invasora y genocida que realizó la ocupación de mas de 130 regiones del mundo, a sangre y fuego, saqueándolo todo y convirtiéndose en el gran estado terrorista del mundo, usando las armas químicas que solo ellos poseen y con las cuales hacen verdaderos estragos.
Son la extranjería que ocupa todas las instituciones; la CSJN y la justicia toda está a su servicio -la pagamos nosotros, pero cumplen las órdenes emanadas de EE. UU., a través del embajador y de las mafias locales-; otro tanto ocurre con un gran número de senadores y diputados. La CSJN -como última demostración de subordinación-, no ha impugnado el DNU 70/23, que no solo es anticonstitucional, sino que es nulo, de nulidad absoluta; la maniobra delictiva -de alta y muy dañina vigencia-, se logra, además, por la violación de todas las leyes y normas, contando con la miserable actitud de Martín Menem (¡Menem tenía que ser!) y de una lacra vil de diputados que operan, sin solución de continuidad.
Todo el conjunto de la extranjería se ha convertido en infames traidores a la Patria, lo cual les resulta indiferente, en razón de que -como repito siempre-, no tienen patria y la nuestra les repugna. Además de destrozarlo todo y en pos de la disolución nacional, han vaciado y se han robado todo lo que se puede robar; han hambreado a una mayoría inmensa; cubren todo con cortinas de humo y difunden versiones varias, por los medios mafiosos, mientras consuman espantosas operaciones para dejarnos sin Estado y sin país; porque un país sin Estado, es un enclave colonial.
Como si todo el desastre no alcanzara provocan conatos de guerra con China, Brasil, Venezuela, Rusia, Méjico, Colombia y otros; manifestándose a favor del brutal genocidio sionista en Palestina y naciones de la región. A continuación, declara como aliados estratégicos a EE. UU., Israel y Gran Bretaña; o sea a nuestros mayores enemigos, de la historia toda.
En las Malvinas invadidas -y donde ellos asesinaron tantos combatientes argentinos, como en el crucero General Belgrano-, se ha instalado -hace ya tiempo-, un brutal arsenal nuclear, de la OTAN, que conspira contra la zona de paz, constituida por Latinoamérica y el Caribe y se constituye en el mayor aliado de la invasión y la explotación de nuestros vastos recursos petroleros, pesqueros y de todo orden. El energúmeno ha solicitado el ingreso a la OTAN como sea posible.
Toda esta descomunal barbarie es solo una parte del diluvio desatado por la extranjería. El pueblo -a excepción de los ignorantes de la realidad, con el cerebro lavado por los medios mafiosos y corporativos, que conforman una gran masa amorfa-, quiere que esta pesadilla finalice. Seguramente, la movilización promueva la destitución y el triunfo de la democracia -hoy ausente-.
Por su parte, las FF. AA., deben hacer escuchar su voz, por que no están solo para cobrar sueldos -que no cubren sus necesidades, por cierto- y la Nación Argentina está siendo invadida; mientras estos personajes insólitos tratan de entregar Tierra del Fuego y otros lugares clave a nuestros mayores enemigos, instalando bases y dejando sin efecto los acuerdos científicos y tecnológicos con China, Rusia, India y otros países, que nos permitiría recuperarnos, teniendo soberanía e independencia además de relaciones multipolares-.
Las FF. AA. tienen claro que no deben tomar el poder, sino apoyar la decisión popular, garantizar las elecciones generales -en el menor tiempo posible- y defender a la Patria, que es ésta, la nuestra. Deben cumplir con el mandato de la historia y ser -a rajatabla-, sanmartinianos, haciendo honor a nuestra condición de argentinos.
LA DEMOCRACIA CONSISTE EN CUMPLIR EL MANDATO POPULAR Y CUANDO SE PONE EN PELIGRO A LA NACION, SE HAMBREA AL PUEBLO Y SE INTENTA VENDER LA PATRIA Y CONSUMAR LA DISOLUCION NACIONAL, EL PUEBLO DECIDE LA DESTITUCION DE LAS SEUDO AUTORIDADES, CONVERTIDAS EN EXTRANJERIA. SOLO EL PUEBLO SALVARA AL PUEBLO.
20 de abril de 2024
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


