A los peronistas de hoy, viejos y -más aún- jóvenes, les cuesta entender la diferencia entre Peronismo y Desarrollismo. Lo podemos resumir en pocas palabras: desarrollismo es desarrollo con capitales extranjeros, los cuales invierten en lo que les conviene a los países a los que llegan y no en nuestros intereses nacionales estratégicos. Peronismo es “vivir con lo nuestro” (Aldo Ferrer dixit) y desarrollar una estrategia de crecimiento pensada por nosotros y no desde Wall Street o Londres. El desarrollismo es lo opuesto.
Los desarrollistas ahora se llaman neoliberales, y acusan de “subversivos” a los que pretenden “aislarse del mundo”, sean o no de izquierda. “Zurdos” o “montoneros” fueron los insultos que recibía el kirchnerismo a poco de iniciar su gestión. Buena señal, si vamos por buen camino…
Lo cierto es que el país, desde la Segunda Guerra Mundial, sólo registra dos períodos de gobierno de desarrollo independiente, soberano y con correcta distribución de la riqueza: Perón (1946-55 y 1973-74) y el kirchnerismo (2003-2015, un poquito en el período 2019-23, no mucho). ¡Se equivocan de mala fe quienes afirman que “Menem era peronista”, no lo era, Menem destruyó la obra de Perón en nombre de Perón, que es otra cosa, a no confundirse!
Cuando llevamos ese razonamiento a la provincia de Mendoza, entonces queda claro lo que en la nota anterior decíamos (a) con unos cuadros: el peronismo obtuvo alta adhesión popular mientras no renunció a sus tres banderas; esas adhesión se desplomó a los niveles de hoy desde el derrocamiento de Alberto Martínez Baca (1973-74, 13 meses de gobierno). Quienes seguían a Martínez Baca eran considerados “zurdos”, “montoneros”, “subversivos”, incluso por los propios “peronistas” de las 62 organizaciones, la CGT y el PJ: como no pudieron construir un “peronismo sin Perón”, pasaron al “peronismo de Perón” y se apropiaron del peronómetro para dejar afuera a los “infiltrados”, como se los llamaba en aquel tiempo. Ese es el peronismo que, aliado a la dictadura militar, sobrevive hasta hoy. Los otros, los infiltrados, los sobrevivientes de la masacre, están desperdigados, en las catacumbas.
El peronómetro, en realidad, es el peor error del propio Perón, y fue instituido en su discurso en la noche del 20 de junio de 1973, tras la masacre de Ezeiza, cuando se acabó el romance entre el general y la juventud maravillosa y se anunciaría la masacre mayor. Ese día, a un mes escaso de asumir Martínez Baca (MB) y otros funcionarios incluyendo gobernadores, ya tenían los días contados, como muchos otros militantes de la Resistencia.
MB había sido socialista y abrazó la causa nacional y popular a partir del golpe de 1943 (N del A.: dicho sea de paso, en 2023 se cumplieron 80 años de ese golpe que restauró la democracia en el país, impidió nuestra entrada en la Segunda Guerra Mundial y catapultó a Perón a la conducción nacional del segundo movimiento histórico; el gobierno “peronista” de Alberto Fernández no hizo ningún recordatorio, como si ese golpe hubiese tenido el mismo sentido que los otros golpes).
El mismo Héctor Chaves, en este diario (5) calificó de infame a ese discurso del propio de Perón, la noche de la masacre de Ezeiza. Transcribimos unos párrafos de sus reflexiones: “El partido pasó a ser de la derecha peronista, por eso dejamos el partido; si no, no hubiera sucedido lo que sucedió. La contradicción entre Montoneros y Perón no pude verla con claridad en ese momento… después se ha podido ver con claridad que la Triple A no nació de un repollo; si bien no la habrá creado Perón, es imposible que él no supiera. Probablemente él en vida no hubiera dejado las atrocidades que se hicieron, es probable, pero en el terreno de las conjeturas. Pero que él desató la represión, no cabe ninguna duda. El 1º de mayo de 1974 ya era muy claro; yo ya estaba en la Plaza y me fui; el que dice que Perón hizo que se fuera la gente está equivocado, es mentira; yo en ese momento era dirigente montonero, y me fui como cualquier otro; fue una reacción espontánea de los militantes. Una desilusión muy grande. Nos juntamos en la Facultad de Derecho y era como si estuviéramos en un velorio, nadie hablaba. Cuando algunos gritaban “no queremos carnaval” cuando coronaban a la reina del trabajo, era una provocación estúpida, pero merecida. Salir ahora a averiguar quién empezó primero es medio difícil; yo creo que hubo un error garrafal de conducción; nosotros, en ese momento cuestionando al gobierno elegido por el pueblo argentino era una torpeza histórica incalificable, más allá que a nosotros no nos gustara y que nos hubiera defraudado. Por eso es que hoy en día soy un fanático de la democracia, aunque gane Cobos con su voto; porque, si se genera una discusión política, que ya se ha generado y creo que no va a parar (¡año 2008!, N del A.), habrá que disputar en el terreno de las ideas, el terreno de las propuestas y el terreno de la militancia. Yo no tengo ninguna intención de convencer a una señora de las cacerolas de teflón, pero sí tengo interés en discutir en Mendoza cuál es el proyecto político, económico y social que incluya a todos los mendocinos” (7).
Muchos militantes auténticos del propio campo nacional y popular adoptaron irónicamente los motes que les daba el enemigo. Como en la escuela en la que me jubilé, donde un curso de alumnos que eran todos de altísimos promedios (“tragas”), recibían burlas y los llamaban “nerds”, y entonces en el viaje de fin de curso se hicieron estampar remeras con el nombre de… nerds.
Muchos militantes que no eligieron la vía armada en aquellos tiempos fueron calificados de “montoneros”, y con el tiempo, para burlarse de los fascistas, esos mismos militantes, que nunca mataron una mosca, reivindicaban ese insulto.
Martínez Baca era bonaerense, pero se instaló en San Rafael como farmacéutico. Los sureños de hoy ni saben quién fue, o fueron “guardianes” que delataron a sus propios compañeros… conocemos casos de ambos bandos; pero ahora deben enterarse que ese gobernador estuvo a un paso de concretar el trasvase de aguas del río Grande al Atuel, tema que sigue siendo cacareado desde hace, oh casualidad, cincuenta años, y que no está en vías de solución, ni por asomo. Si los sureños mendocinos estudiaran la historia de su propia provincia quizás podrán entender que justamente vino del “zurdaje” esa solución no ejecutada nunca. Pero no, en el sur mendocino se sigue apoyando el Mendoexit de Cornejo y a la Triple A de la UOM o al desarrollismo de Frondizi.
Algo de eso hay en el libro Mendoza Montonera, de Hugo de Marinis y Ramón Abalo. El libro está dedicado a la obra de MB quien, se sabe, nunca fue montonero, nunca empuñó armas. Es posible que los autores hayan hecho eso de usar un mote del enemigo con sentido irónico. En ese libro colaboraron militantes hoy fallecidos (Alfredo Guevara padre) y otros que aún militan (Guillermo Martínez Agüero, por ejemplo).
En nuestro plan de trabajo para reivindicar la figura de este grande, y como hemos acordado con el propio nieto del ex gobernador, Carlos Diego Martínez Cinca, participarán el propio Chaves, el director de este diario y una ex detenida que vive en San Rafael. Por ahora. Poco a poco se va a ampliar el círculo, y deberemos hacerlo en un lenguaje propio del siglo XXI, tal como se viene planteando en los cursos de formación política del Instituto Patria.
Cuando repetimos “Ay, Patria mía!”, en seguida asociamos esa expresión con Manuel Belgrano, olvidadísimo padre fundador cuyas ideas económicas siguen siendo ignoradas, incluso por el propio peronismo, a pesar que Cristina dijo mil veces “es mi prócer favorito”. Lo cierto es que el pensamiento belgraniano tiene mucho que ver con el peronismo, también en Mendoza. Algo vimos en nuestra primera parte (a).
También pensamos en líderes peronistas de Mendoza que sembraron semillas que aún no germinaron, sepultados por el olvido por imperio de la lobotomía colectiva que sobrevino a la tercera experiencia peronista, hace 50 años (b). Pusimos el caso del Gobernador Alberto Martínez Baca que, aunque no era mendocino de nacimiento, entregó su vida por esta provincia ingrata y murió en la pobreza, como el creador de nuestra bandera. Su legado está aún por estudiarse.
Terminamos (en realidad arrancamos) con una cita del “Gordo” Guevara en el libro mencionado, donde hace una historia de cómo se formó la Tendencia Revolucionaria del peronismo: “A MB lo pusimos nosotros, no fue la organización, nuestra línea política. ¿Por qué MB?. Porque de todos los dirigentes… digamos los dirigentes políticos importantes que había en Mendoza, posibles, eran cinco”… Uno de ellos Pedro Cámpora, hermano de Héctor J., que luego sería presidente: no podía ser que hubiera un Cámpora en la presidencia y otro en la gobernación. Así, parece ser que fue Héctor J. quien tomó la decisión final. Redondea Guevara que, si bien las Fuerzas Armadas Revolucionarias habían pedido por escrito, al propio Perón, la candidatura de MB, la decisión fue de Cámpora: “¿Peso de los Montoneros, de la JP? ¿de donde?. El peso de ellos en Mendoza era igual a cero… MB tenía apoyo propio, porque ya había sido candidato antes, a vicegobernador, junto a Corvalán Nanclares”, afirmaba Guevara, y agrega que “MB tenía congresales, no era un tipo llegado del aire, no fue alguien impuesto por los Montoneros… era el presidente del Partido en San Rafael”.
Luego se pregunta “¿por qué lo de la asociación con Montoneros? Porque ahora todo se demonizó, ahora resulta que MB y los Montos, eran lo mismo, todos éramos iguales. Todos somos subversivos, todos somos lo mismo, ¿qué problema hay? MB no era Montonero, ni respondía a las líneas montoneras… Diferencias había, y bastante grandes”. Y viene una semblanza del MB persona que reproduciremos en la próxima entrega, junto a los testimonios de quienes siguen vivos.
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, profesor de Historia jubilado y presidente de la Federación Argentina de Espeleología (FAdE). Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Co-fundador de la Biblioteca de la Memoria Jaime De Nevares (2007) y de la Agrupación Luis Barahona (2018), Malargüe. Colaborador de nuestro medio desde los orígenes, en temas históricos, políticos y ambientales, que se pueden consultar aquí.
Notas
⦁ https://marcelosapunar.com/2024/03/11/ay-mendoza-mia-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/05/25/reflexiones-sobre-el-25-de-mayo-y-el-peronismo-por-carlos-benedetto/
Links a las notas sobre el pensamiento de Héctor Chaves en las que se nombra a Martínez Baca:
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/05/27/sostiene-chaves-1-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/06/03/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-parte-2-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/06/10/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-3-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/06/18/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-4-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/06/25/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-5-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/07/01/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-6-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/07/08/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-7-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/07/16/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-8-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/07/22/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-9-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/07/29/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-10-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/08/05/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-11-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/08/13/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-12-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2021/08/20/sostiene-chaves-o-el-abc-del-peronismo-13-por-carlos-benedetto/


