Lacayos y amanuenses del Poder
Periodismo de periodistas
Hace rato que el periodismo es un artículo en extinción, al menos en los medios hegemónicos. Cuando el menemismo modificó la Ley de Radiodifusión 22.285, heredada de la última dictadura, se dio piedra libre a la generación de multimedios. Es decir, que una sola persona pudiera tener un canal, una radio y un diario, lo que acotó la diversidad de perspectivas. Párrafo aparte para la intentona kirchnerista que logró por amplia mayoría la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522, sancionada en 2009 como resultado de un amplio proceso de debate y discusión parlamentaria y popular.
Recordemos que la reforma de la ley de radiodifusión, también conocida como la Ley de Reforma del Estado, tuvo lugar durante el gobierno del ex Presidente Carlos Menem, entre los años 1989 y 1999. Realizaron modificaciones a la Ley de Radiodifusión 22.285, dictada en 1980 durante la última dictadura militar. Estas reformas se enmarcaron dentro de un contexto de desregulación económica y privatizaciones, tal como ocurre hoy, buscando adaptar la legislación a las nuevas políticas del gobierno. Esto ofició de duro ataque a la libertad de expresión.
Fernando Hidalgo es otro de los profesionales que repite y amplifica, tal cual, todo lo que provee la usina del Poder real en términos comunicacionales. Lo vemos a diario por la pantalla más caliente de la televisión abierta local, embarcado alegremente en todas las aventuras pensadas para desinformar a la sociedad pero manteniendo una apariencia de seriedad y objetividad. Como podrás chequear en la nota que sigue líneas abajo, es uno de los empleados del mes del discurso único. Decide jugar a ser otro títere de Sigifredo Alonso y los demás accionistas de un multimedio.
“Mendoza
“Canal 9 Televida en la casa de la familia Bibas en Israel: así es el kibutz donde Hamás desató el horror
“La familia argentino-israelí integrada por Yarden y Shiri, con sus hijos Ariel y Kfir, vivían en Nir Oz, a menos de dos kilómetros de la Franja de Gaza, donde los terroristas causaron una masacre.
“El kibutz Nir Oz se encuentra intacto desde la masacre que desató la organización terrorista Hamás el 7 de octubre de 2023. Muy pocas cosas han sido alteradas y sólo para señalar dónde vivían las personas que fueron tomadas como rehenes y no volvieron a aparecer, además de los que murieron en el acto. Entre ellos, la familia Bibas.
“La historia de los Bibas es paradigmática. Los niños del matrimonio formado por Yarden, el padre, y Shiri, la madre, fueron los rehenes más pequeños tomados por los terroristas. Ariel y Kfir Bibas tenían 4 años y apenas 9 meses de edad, respectivamente, al momento de la atrocidad.
“La casa de los Bibas, como el resto del kibutz -una comunidad agrícola típica de Israel- permanece tal como quedó tras el ataque. Lo único alterado es que el Gobierno israelí colocó las cuatro fotos de la familia sobre un sillón ubicado en una galería al ingreso de la vivienda.
“El breve pero intenso recorrido de Canal 9 mostró apenas el interior de la vivienda. Cuando se inició el ataque, la familia se ocultó y logró sobrevivir a la primera oleada. Pero posteriormente los terroristas volvieron y los apresaron bajo amenaza de muerte. Ese fue el último momento en el que Yarden vio con vida a su pareja y a sus hijos.
“Los distintos senderos que conectan el predio del kibutz también tienen marcas de la matanza. Por ejemplo, ahí pueden verse los rostros de otros argentinos cuyo paradero es desconocido y no se sabe si están con vida: se trata de Eitan Horn y Ariel Cunio, tomados como rehenes por Hamás. El padre de Eitan, Itzik Horn, habló este lunes con Canal 9.
“En Nir Oz vivían alrededor de 400 personas que trabajaban y cumplían diversas tareas, en tanto que los chicos tenían una escuela en el lugar. Del total, 47 fueron asesinadas esa mañana y otros 76 secuestrados y llevados a Gaza.
“Está ubicado a 90 kilómetros de Tel Aviv y a menos de dos kilómetros de la Franja de Gaza. Al momento de la visita de los enviados de Canal 9 al lugar, se sentían detonaciones por la actividad bélica más allá de esa frontera.
“En el camino pueden verse dos banderas de distinto color. Las negras señalan dónde cayeron los habitantes del kibutz asesinados por los terroristas. Las amarillas constituyen el reclamo para que devuelvan a los rehenes. Permanecen los rastros de los disparos y lugares donde el fuego arrasó.
“Otro detalle de la memoria de los israelíes es que han señalizado con un color rojo las casillas de correo para identificar a los caídos el 7 de octubre.
“Elsol.com.ar
“Fernando Hidalgo
“29 de julio de 2025”.


