A pesar que huelen a derrota, ni EE. UU., ni gran parte de Europa y mucho menos el Israel de Netanyahu aceptan con franqueza negociar una salida pacífica para esta guerra absurda en la que ya han perdido mucho, pero con tosudez parecen querer persistir hasta perderlo todo.
La guerra está en una meseta dolorosa y genocida, sostenida por el frente occidental a fuerza de atentados asesinos -¿de qué otra manera es posible llamarlos?- como el que se cobró la vida del primer ministro de Yemen y de gran parte de su gabinete o los ataques al perseguido y hambreado pueblo palestino en acciones cotidianas que la más enorme opinión pública internacional califica de genocidio.
Del otro lado las operaciones militares de respuesta a las provocaciones del sionismo israelí han sido más que moderadas, incluso por parte de Irán. El esfuerzo por mantener canales que permitan alcanzar una tregua y abrir espacios de negociación han sido el principio que justificó la moderación en las respuestas militares en todos los frentes de combate. Ha habido desproporción entre la magnitud de las provocaciones occidentales y las acciones bélicas de un frente oriental que se dedicó más a extender sus estrategias diplomáticas y su corsé económico por todo el planeta. La cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS en el idioma de las siglas) es paradigmática y una expresión exitosa de ese rumbo que sin dudas lideran los chinos.
Establecida cada vez con mayor nitidez la relación entre la creación de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda y este Foro que denominan Iniciativa para la Gobernanza Global y que diseña la arquitectura económica de la multipolaridad, aún sin confrontar con rudeza ni con el FMI ni con el Banco Mundial, la alternativa está con claridad sobre la mesa y sin patear el tablero, señalan con hechos porqué eligieron el camino pacífico y se oponen a la guerra.
Quedó creado el Banco de Desarrollo de la OCS en esta su 25° Cumbre, por propuesta de Xi Jinping y establecidos los cinco principios de la IGG: igualdad soberana, el respeto del derecho internacional, la Iniciativa para la seguridad Ggobal, la Iniciativa para el desarrollo global y la iniciativa para la civilización global.
Por otra parte China anunció que ya ha invertido 84.000 millones de yuanes en proyectos del mundo en desarrollo y anunció otras cifras complementarias.
El apoyo de Rusia y su líder Putin fue amplio y explícito al igual que el del resto de las naciones concurrentes.
Columnista invitado
Lido Egisto Iacomini
Periodista de internacionales y Geopolítica. Ex miembro de la coordinación de Carta Abierta, responsable de su Comisión de Política Internacional. Ex miembro de Participación Popular. Editor responsable de Ediciones Nuevos Tiempos. Director de la Revista Digital Cuadernos de Bitácora (Geopolítica y Política Internacional). Todos los jueves y desde hace 7 años tiene un programa en Radio Asamblea Y el mundo sigue andando (internacionales). Columnista en radios De la Azotea y otras. Escribe en el diario Tiempo Argentino.


