“Regreso con gloria” sabía que, si misteriosamente había desaparecido el cable de mi compu, también misteriosamente debería aparecer. Y así fue… Y vaya si este sitio no es milagroso…Tal vez sea por el agua del mar más azul, con las cálidas aguas del golfo que baña las costas y cuando recorre la Restinga, plateada por los rayos del sol naciente, y llega a la máxima altura de la pleamar, el agua llega tibiona y hermosa.
Y como había kedado en enviarle a mis hijas la parte proporcional que me correspondía del bellísimo viaje a la Comarca Andina…ignoraba si ir hoy al banco… ¿otra vez a hacer esas colas eternas?… Frente al único cajero del Banco de la Provincia de Neuquén, que sólo tenía una única empleada, muy atenta siempre, que me contó de las vacaciones de Lukas, el otro empleado… Cuando fui el otro día, me saludó la gerenta, a kien le presenté las kejas en triplicado por la carencia de empleados que reiteré, por supu, en la central de Neuquén y sólo oralmente, de la pobreza miserable del Banco NQN en la Capital Federal, hoy CABA.
¿Por qué no hay una sucursal del Banco Nación, que es el único que nos dejó el turco? Seguramente kienes compraron el terreno sobre Las Grutas para construir la Mutual del Sindicato de Ejecutivos Privados de Patagonia y La Pampa, habrán sabido los problemas que tiene el acantilado, su fragilidad, que le impide construcción alguna ni el tránsito de vehículo alguno, demostrado por el voluminoso estudio de las tres consultoras de las Universidades de La Plata, la Universidad Nacional del Sur y el Instituto de Biología Marina de la Universidad Nacional del Comahue….
Eso fue cuando yo había presentado el recurso de amparo que me llegó cuando recién había cumplido 60 años, es decir, fue en septiembre del 2011. Y fue justo cuando me llegó la intimación a presentar las pruebas y si no lo hacía vendrían con la fuerza pública a buscarme. Y como fue cuando había acompañado a mi amiga, Andrea, a redactar el recurso de amparo manuscrito, de su violación en manada, como en el caso que explican ahora en la tele que pasó cerca de donde estuvo viviendo mi hermana Tehia, en la calle Thames a unas dos o tres cuadras de la placita Serrano con su esposo Marcelo Marino, asombrosamente parecido a Makri, kien asumió como intendente de CABA cuando ella tuvo ese terrible accidente cerca de San Nicolás de los Arroyos, donde hoy está la Expo-Campo Nacional, porque lo dijo Alejandrito Cánepa, de Radio Continental, uno de los periodistas que he seguido en su programa del sábado a la mañana durante años, absolutamente indignada por su consejo a los tamberos, a que dejaran esa vida dura de estar a la madrugada trabajando duro… y en cambio, si dan ese terreno a la soja, podrían estar cómodamente arrellanados en el sillón de su escritorio, analizando las cotizaciones de las diferentes bolsas para ver su precio internacional.
Lo recuerdo cada vez que voy a comprar los litros de leche para bajar mis decibeles y los de mi única gatita y sus amigos, Jantita, ya operada cuando estaba grave, el Churry, mi querido compañerito, junto a Manchita, la perraza que, seguramente, me acompañó en la terrible espera, cómodamente sentada en el Banco Neuquén… para comprobar que una cosa es tener el dinero en el papel de los últimos movimientos de mi cuenta personal de la caja de ahorro, y otra, muy diferente, es tener el efectivo. A Dios gracias me quedaba algo aún para poder parar el taxi Patagonia, y pasar a buscar la riquísima paella de “Les Tumikes”, la rotisería frente a la delegación municipal.
Pero hoy, cuando fui a comprar al negocio de “Ringo”, encontré a media cuadra, en la calle La Lobería al 200, un bello ejemplar de aguaribay, con las pimientas rosas colgando aún, de ese tronco inmenso. -¡Es el árbol sagrado de los pueblos del norte!- le expliqué a Antonio, el dueño de “Ringo, ubicado exactamente en cruz del infame negocio de El “León”. – ¡Es la cura del COVID! Allí, en la casa del aguaribay arrancado de cuajo, había vivido el año pasado Luisina, la excelente presi de la Asociación Protectora de Animales, cuando cosecharon cien kilos de hermosos duraznos amarillos que, este año en cambio, estuvieron todos agusanados, ignoro por qué.
Llamé a la casa, para pedirle al dueño si podrían traerme ese venerable árbol arrancado así… “Los árboles mueren de pie”, escribió Casona y me quedé meditando en esa hermosa obra de teatro, que he leído nomás, como muchas de sus obras. Y entonces, me contó Antonio que estuvieron filmando aquí, cuando yo no estuve. Como todo está donado ya, los textos escritos, para los indispensables equipos de salud mental, como consta en la declaración ante el juzgado de paz, de hace ya tantos años… y que repartí con mis ejemplares, a las bibliotecas de Las Grutas, San Antonio Oeste, otras bibliotecas populares varias y la última vez en la primera feria del libro de 25 de Mayo, La Pampa.
Pero las películas son para Al Anon. Lo decidí antes de salir de viaje, cuando por esas coincidencias de la vida, simultáneamente, mientras estaba escribiendo sobre la cocaína envenenada por mi amiga, la Reina de las Nieves, la artesana que pasó por todas las drogas duras, y salió adelante gracias a Al-Anon, la fundación de Alcohólicos Anónimos, totalmente gratuita, donde había ido por su mamá y donde se reencontró, allí también a un antiguo novio, músico y escultor de esas maravillosas obras de chatarra, que solamente tiene un trabajito de delivery en moto en Buenos Aires… y ella, con su hija, están bien, recuperaron la casa de su mamá y está estudiando sociología en la UBA con notas altísimas y la hija, medicina.
Estaba tan feliz por esta noticia justo cuando me llegó la opuesta: estaba chateando con la hija de mi gran amiga rockera de Buenos Aires, Martha Damond Pueyrredón -que falleció justo cuando yo estaba chateando con su hija- internada grave en el hospital Español donde le aplicaron una dosis de la vacuna COVID. Ya estaba grave en la Nochebuena… ¿Y le pusieron la vacuna? Obviamente eso hizo que viajara con mi botella de agua de mar. Y como se me acabó, ayer preparé una con la sal marina preparada en MHBHJNB( aquí pasó Jantita caminando sobre las teclas, dejando su firma) preparación de sal marina: cosechar agua de mar… ponerla en una asadera en horno al mínimo y cada tanto darla vuelta… queda una sal gruesa que, si queremos dejarla sal fina, basta con molerla, algo que puede hacerse en la mesa con una botella de vidrio o con un mortero como el que quedó en el ranchón, que era de mi familia materna, por eso tengo que verificar si está aún en el ranchón. O como el que me regaló mi yerno, asombrosamente parecido a…
Por esa razón, hoy me alegró saber que en San Antonio Oeste hicieron las elecciones internas del Partido Justicialista, con dos listas…como lo exigen las leyes rionegrinas. Pero hubo poquísimos votantes, porque eran elecciones limpias, garantizadas por las autoridades, para evitar lo que siempre pasó aquí: quiénes tenían un pilón de DNI para votar y ser elegidos aquí, allá y acullá. Con diferentes seudónimos y géneros. Porque yo misma lo he visto y escrito.
Antes de ir había escuchado los programas dominicales que siempre me han fortalecido para la semana. Comencé con una clase magnífica de Deportv que parecía la de Yoga Ashtanga que antes estaba en el canal rionegrino y ahora ¡lo ignoro! Una profe excelente daba yoga con sus mascotas, que tenían la misma paz que ella- y cuando yo intentaba hacer lo mismo, Manchita se subía a mi mantita y se acostaba a mi lado. O Jantita saltaba encima pidiendo comida o leche.
Por eso comprendí que mi camino para hacer ejercicios era ir a otro lado. Como haré mañana cuando comience el 8M con una clase de yoga. Luego, ayer domingo, vi “El Cálamo” del Islam, con esa actitud de profundo respeto a la naturaleza… Y entonces fui a cosechar los duraznos amarillos que me había pedido mi amiga. Coseché una bolsa entera de los hermosos frutos que el año pasado fueron tan sanos y, como comprobé después, este año estaban agusanados, aunque mi amiga sacó lo externo y dejó el interior que yo misma enterré para mejorar la tierra de su jardín y compartí sus rikísimos duraznos en almíbar.
Estoy ahora mirando AM24, como sigo habitualmente varios canales… Como si fuera una antropóloga intentando conocer las diferentes posiciones de un mismo tema, en una visión de la antropología cultural. Después siguió la misa con el obispo auxiliar de la catedral metropolitana, Monseñor Carrara. Y había imaginado que sería tal vez pariente de la compañera médica Norita Carrara, a quién le habían detectado un tumor cerebral y cuando fue a una sanación individual regresó sin problemas. Ayer imaginaba a su familia rezando por ella, como había hecho mi amiga, la secretaria del terciario, cuando su esposo estaba grave internado con COVID, entubado, incluso, y salió adelante gracias a esas cadenas de oraciones.
Como están ahora las discusiones por el acuerdo con el FMI, intento escuchar las diferentes posturas. Ya expresé la mía: habría que decirle al FMI que estamos de acuerdo con pagar el capital y no los intereses, como hizo Néstor K, para seguir discutiendo los diferentes puntos, porque es una deuda infame, y habría que lograr un mal acuerdo que un default. Pero habría que juntar la guita para pagar la primer cuota, cobrándosela a los infames que se han hecho los otarios y se llevaron la guita al exterior. Pero un default le impediría a la Argentina avanzar en campos importantísimos por el terrible atraso del país. No es posible que seamos un país dependiendo de la exportación de soja.
Pero comparto totalmente lo que dice Del Caño sobre la reducción de la jornada de trabajo, y hay dos proyectos ya. Uno de esos proyectos es la reducción de la semana laboral de lunes a jueves, para que los trabajadores puedan tener un finde largo para oxigenarse, viajar, favoreciendo el turismo interno. Y en ese finde, otros trabajadores podrían tener su empleo en esas empresas porque permitiría ir solucionando la desocupación. Y por eso me parece muy bien el plan de las pasantías rentadas de los últimos años de la secundaria, como pasa en algunas técnicas de Bs. As. donde van capacitando para lograr luego la posibilidad de trabajadores formados para el mercado laboral.
Estaba escribiendo sobre el tema de haber vivenciado como un pedófilo no se hace cargo, como que no toma conciencia de lo que hizo, en una situación simétrica con los violentos. He visto como sigue la más absoluta impunidad de los asesinos, violentos, pedófilos, abusadores, siguen gozando de todos los derechos… Y nosotras, las mujeres, tantas veces hemos sido forreadas de las mil maneras posibles… Y, por eso, es que cada mañana le agradezco a la vida, un día más… Un día de gracia, un día más… Y, como hoy comienza la jornada grutense con la clase de yoga… buské la manta plateada… y no está… Será, entonces, para llevar el poncho rojo y negro… luego… darme un buen baño… y mirar, cómo en TN, hay un hombre y una mujer… Vieja consigna… Para poder centrarnos en los temas de todos… DDHH a la enésima, como plantean las Naciones Unidas…
Y como la Argentina está a cargo de la Secretaría de DDHH de la ONU, es tiempo de revisar cada uno de esos derechos para verificar si se cumplen y responsabilizar a quiénes se han hecho y se hacen los otarios. Para eso estamos en un sistema republicano, de división de poderes: para legislar las leyes que nos garanticen esos derechos a todos quiénes habitamos en suelo argentino, que es el ius solis… Y quiénes, por ius sanguinis tienen el mismo derecho, por ejemplo, hijos de padres argentinos que tuvieron que emigrar por diferentes razones, políticas, económicas, o porque se les dio la gana de irse por la situación de la Argentina…
Porque hace años ya que he escrito tantas páginas de posibles soluciones a las diferentes problemáticas. Con una, fundamental: el derecho de cada persona a decir yo soy, hijo y nieto de… Y resulta que he visto cada tropelías, cambios de identidades, afano de los hijos, mezclas de todos los colores… Que, por eso, hace años que para las fiestas patrias he regalado los colores de la bandera argentina y las cintitas de los siete colores del arco iris… Por ser la histórica bandera del cooperativismo, de los derechos de los pueblos originarios y de los derechos civiles… Y lo más importante, saber que cada persona tiene, en su conciencia, una misión que le da sentido a su vida, algo que hace que cada día tenga deseos de seguir adelante… Para agradecer a la vida, un día más.
Y, en mi caso, saber, que a Dios gracias, el turraje no pudo con las suyas… Otro amanecer… Hoy, akí y ahora, si ese señor Putin no sale con las suyas de kerer acabar con la vida de todos, apretando el botón rojo… Que, parece nos llevará a todos nosotros al otro mundo… Y solamente sobrevivirán las cucarachas… Y si el Pentágono nos deja vivir sin seguir con sus experimentos de guerra biológica, con los temas de las diferentes variantes de la pandemia y la venta de sus vacunas…
Entonces, a ver, ¿qué tarea me espera, a mí, en el día de hoy, 8M, día internacional de las mujeres? Ir a buscar agua del mar… tal vez tempranito… para que la noche haya hecho decantar el agua de la pleamar… Resulta que, después de la clase de yoga en la plaza grutense, decidí ir a las torres a verificar en el local 33, por qué no tenía internet… ¿Por qué no me habían avisado?- Sí lo hice yo-me dijo la señora. Le pagué febrero y marzo. -¿A qué número informó usted? Era el de Ayelén, mi empleada que está en su licencia de vacaciones pagas, 21 días por los siete años conmigo. Y luego licencia sin goce de haberes hasta Semana Santa. Corregí el número. Verifiqué que era el mío. Pasé por la escribanía, que aún no recibió información de la escribanía pampeana… -Esperemos que no demoren 17 años, como han demorado los trámites del ranchón- le dije.
Regresé a tiempo de pedir el almuerzo a “Les Tumikes”: un rikísimo cuarto de pollo con tortilla de papas… y me dormí para continuar con las actividades por el 8M a la tarde. Fui en taxi a la plaza… y de allí a la biblioteca, para un hermoso taller de expresión corporal. Y regresé al vagón. Continuamos con un hermoso taller literario…y luego un círculo de mujeres… afuera estaba el banco de semillas orgánicas con mis amigas Any Leiva, que trabajó en el Senado con Pino Solanas y la científica que presentó ante el CONICET el derecho de su hijo que tiene una discapacidad, a participar de las Paralímpicas en Beijing por tirar al arco con flecha y a kién no dejaron participar por esos temas de la burocracia rionegrina.
Regresé antes de la zapada musical. Porque la verdad es que kería saber si tenía o no internet. Y ahora, pasé a A24 supongo que hay un problema con “El León”, que, por supuesto debe ser el ex intendente de Tigre… personaje muy conocido por los grutenses…asombrosamente parecido a kién ahora define los temas con todos los sectores… a Sergio Massa… y resulta que, por las marchas 8M, es de suponer que hemos podido compartir saberes del poder. ¿Kién? ¿Con kiénes?… Entonces, es tiempo de verificar mi internet. No lo pude hacer… Es tiempo, entonces de narrar todas las actividades de los diferentes talleres grutenses por el Día de la Mujer.
Mientras algunas practicábamos yoga, otras tenían un taller de arte para niñ@s, con atriles, pinturas y pinceles…en una carpa había un taller de menstruación consciente… a la tarde, mientras algunas fuimos al taller de expresión corporal, otras tenían taller de buen parto con una doula… luego nos juntamos para el taller literario y al fondo había una pizarra de mujeres que nos inspiran. Yo puse la foto de mi amiga Nélida Lezcano, orgullosa de su cuarta biznieta… y se la envié, por supuesto. Además compartí lo que estamos intentando para la semana de la memoria… una serie de películas, replantar las aloe vera en la playa de los acantilados y posiblemente un mural grupal que llegue hasta el mástil de la bandera argentina que donaron los malvineros. En cambio la bandera de la plaza grutense eran unos lamentables jirones, verifiqué en la clase de yoga. Resulta que es la plaza donde hay un sector para comidas y se nota que los funcionarios no han mirado ese mástil. Nos conocimos con Bettina, una cálida neuquina que estaba como turista y con ella compartimos muchas tareas y dolorosos temas de abusos sexuales. Pero, a la vez, la alegría de ser mujeres, madres y abuelas.
Columnista invitada
Lucía Isabel Briones Costa
“Mi pecado fue terrible: quise llenar de estrellas el corazón de los hombres” decía el poeta… Desde los lejanos años de estudiante del profesorado en Historia en la Universidad Nacional del Sur, dediqué mi vida a la educación. En los tiempos previos a la dictadura de 1976 enseñaba en una vieja aula de la Facultad de Agronomía el bachillerato de adultos, tarea compartida con los compañeros, casi todos presos políticos después en Bahía Blanca. Cuando era rector Remus Tetu se hizo una razzia contra docentes, no docentes y estudiantes, especialmente contra los alumnos de Humanidades, Sociología y Economía. Estaba terminando mi carrera, cursando las últimas materias cuando fui detenida y puesta a disposición del PEN, el Poder Ejecutivo de la Nación, durante tres años y tres meses, hasta diciembre de 1978. Estuve en las cárceles de Villa Floresta, Olmos, Devoto y los tres últimos meses en la U20, la cárcel dentro del Hospital Borda, donde un prolijo tratamiento con drogas psiquiátricas hizo borrar totalmente mi memoria. Así me dejaron en libertad, diciéndole a mi padre: “Su hija es irrecuperable, será un vegetal hasta el día de su muerte. Que Dios les de la Santa Resignación”. Gracias a haber encontrado la ayuda adecuada pude recuperar, poco a poco, la razón perdida. Y me fui a La Pampa, donde fui docente de escuelas primarias y secundarias en la pequeña localidad de 25 de Mayo y en el Terciario de Formación Docente de Catriel, Río Negro. Recién en 1997, pude terminar mi profesorado en la Universidad del Comahue, para cuando mis compañeras de promoción de la Universidad del Sur ya estaban por jubilarse. Luego comencé la maestría en Historia Latinoamericana de los siglos XIX y XX, la cual se interrumpió cuando la Universidad no podía pagar a los docentes, varios doctores en Historia. En ese tiempo de docente rural comencé a escribir narrativa, tarea que continué al jubilarme en el bello mar de Las Grutas, en Río Negro. Seguí escribiendo con la alegría de dar un legado en su educación a mis hijas: la mayor psicóloga y la menor, maestra y profesora de Historia, ambas egresadas también de la Universidad del Comahue.