En recuerdo del Negro Fontanarrosa
Filosofía de lo popular
Estamos hechos de recuerdos y, sabido es, la existencia busca el subterfugio del olvido para eclipsar los momentos tristes, las etapas malas, lo que no pudimos lograr. De ese modo, lo positivo se impone en la mirada retrospectiva, para que sigamos en el intento de amor por la vida.
Roberto “El Negro” Fontanarrosa ocupa un amplio y bello espacio de la mano de su obra. Cada chiste gráfico, cada tira, cada página de su tarea literaria, tienden a confirmarnos en la sospecha que se trató de un enorme artista. Ese sólo concepto ya es conmovedor y también saber que nos enriqueció consumir su trabajo.
Pero hay más, porque no sólo se trata de genialidad y preciosismo; estamos frente a un creador que perfiló la argentinidad como pocos. Su modo era cotidiano, partía de hechos comprobables de la vida. Todo esto en un contexto de humor y picardía aptos para todo público, inolvidables y deliciosos.
“Muchos de estos relatos, de innegable sabor popular, tienen por escenario el bar El Cairo, un establecimiento real entre cuya clientela era fácil encontrar, un día cualquiera, al Negro Fontanarrosa. Este conjunto narrativo es una completa antología de singularidades humanas, conductas y situaciones que van desde la parodia delirante al trazo más fino y certero.
“Escribió además algunas novelas, entre las que destacan Best Seller (una imaginativa y lúdica recreación de la peripecia de un mercenario sirio cuyo nombre da título a la obra), El área 18 y La gansada.
“Aquejado de una enfermedad neurológica, en enero de 2007 Fontanarrosa anunció a sus lectores que su dolencia le impediría continuar dibujando con su propia mano, por lo que, a partir de aquel momento, contaría para poner en imágenes sus ideas con la colaboración de otros dibujantes, como el Negro Crist (Cristóbal Reinoso) u Óscar Salas. El 19 de julio de ese mismo año, Fontanarrosa falleció en Rosario, su ciudad natal, a consecuencia de esta enfermedad”.
(Entre comillas, retazos biográficos de distintos autores)