Suponemos que fueron muchos más de 30.000, por muchos motivos. El primero de ellos es la cantidad de gente que no denunció la desaparición de familiares y amigos puesto que -y con toda razón-. temían por su propia vida. No sólo durante los finales de la última dictadura cívico eclesiástico militar, sino también a posteriori, recién comenzada la Democracia. Los militares ladrones y asesinos aún tenían poder de fuego y mano de obra que no deseaba quedar desocupada.
Hay que celebrar que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación vuelve a implantar este programa, que ya fuera desarrollado durante 2010, aunque su nombre no sea el mismo con el que debutó. Hay que seguir sumando piezas para armar ese fatídico puzzle de la larga noche que tanto dolor vino a implantar, a medida que terminaba con una generación de argentinos y argentinas. Se trata de la perfección del sistema y de darle más carnadura al servicio de justicia.
La serie de calamidades resulta irritante aún hoy y lo será siempre. Los crímenes de lesa humanidad, uno de ellos la debacle económica y la destrucción del aparato productivo -algunos de los objetivos de las fuerzas armadas en cumplimiento de la misión que aceptaron llevar adelante por pedido del imperialismo-, tuvieron cientos de fisuras, La información hay que conocerla. Los juramentados verde oliva son los únicos que tienen el número exacto del horror que causaron.
“Convocatoria de la Secretaría de DDHH
“”Fui colimba”, la campaña para recuperar testimonios sobre las atrocidades de la dictadura militar
“La iniciativa busca romper “pacto de silencio de los miembros de las fuerzas armadas y de seguridad”.
“”Tu testimonio aún puede ser clave para hacer justicia. Lo que hayas visto y oído en dictadura es un aporte fundamental para llegar a la verdad.” Ricardo Righi, colimba en el Regimiento 8 de Comodoro Rivadavia, entre marzo de 1978 y junio de 1979, convoca con esas palabras a otros como él a sumarse a la campaña “Fui Colimba”, con la que la Secretaria de Derechos Humanos busca continuar recuperando testimonios clave de quienes realizaron el servicio militar obligatorio entre 1975 y 1983.
“Fueron miles los jóvenes –se calcula unos 300 mil– los que realizaron el servicio militar en el año previo al golpe militar del 24 de marzo de 1976 –cuando la ex presidenta María Estela Martínez de Perón involucró al Ejército en la llamada “lucha antisubversiva”– y durante la última dictadura cívico-militar. En esa situación, muchos de ellos fueron testigos involuntarios de los delitos cometidos en dependencias militares y en operativos de las fuerzas represivas.
“La Secretaría de Derechos Humanos relanzó la campaña “Fui Colimba” frente al “pacto de silencio de los miembros de las fuerzas armadas y de seguridad”. De esta manera, quienes hayan sido conscriptos en esos años y tengan información para aportar sobre lo que vieron, escucharon y conocieron, por mínima que sea, pueden contactarse por mail (fuicolimba@jus.gob.ar) o teléfono (011-5300 4139).
“La secretaria, encabezada por Horacio Pietragalla Corti, destacó que los testimonios de quienes hicieron el servicio militar obligatorio durante el terrorismo de Estado fueron muy importantes para el avance de los juicios, en especial en la investigación de los crímenes cometidos en Campo de Mayo, en la que sobrevivientes y familiares realizaron las primeras convocatorias a ex conscriptos.
“A partir de las declaraciones de quienes fueron colimbas en aquellos años de terror, la causa “Vuelos de la muerte de Campo de Mayo” puede construir la carga probatoria sobre cómo fue el funcionamiento de vuelos clandestinos utilizado por el Ejército, que llevaron a la condena, en 2022, de cuatro jefes militares del Batallón de Aviación 601.
“La Secretaría de DDHH subraya que los testimonios de quienes se contacten para aportar información serán de carácter de confidencial para garantizar la seguridad y la contención adecuada.
“Los ex colimbas también fueron importantes para probar la planificación y la participación de diferentes destacamentos militares y policiales en la masacre de la quinta “La Pastoril”, en el que fueron secuestrados 8 militantes del PRT-ERP y otros 7 fueron asesinados.
“Mientras que en el juicio por los crímenes del grupo de tareas del Regimiento de Mercedes, permitieron reconstruir un gigantesco operativo represivo en una casa que funcionaba como imprenta secreta del PRT – ERP en la localidad de San Andrés y tres ex oficiales del Ejército fueron condenados por el secuestro y torturas a dos personas y un homicidio.
“La anterior campaña había sido realizada en 2010 bajo la consigna “El servicio militar ya no es obligatorio; el silencio, tampoco”, y permitió recopilar más de 40 testimonios, voluntarios y anónimos, que sumaron información y datos relevantes para avanzar sobre los juicios.
“Esta nueva campaña cuenta con un sitio especial en la web de la Secretaría, con entrevistas a tres ex colimbas y los microrrelatos animados realizados a partir de declaraciones de ex soldados en los juicios.
“Pagina12.com.ar
“14 de julio de 2023”.


