Cuando era mas joven habría presentado este tema desde la oposición de los negros y los blancos. El paso de los años me hace encontrar la gama de grises para poder magnificar la tragedia argentina a la que fuimos llevados durante los años de plomo. Lo que deploraba el General San Martín fue a lo que llevaron a las Fuerzas Armadas entre 1930 y 1983, cuando se dedicaron a realizar golpes de Estado para beneficiar a las élites nacionales y al Poder concentrado Imperial. Para lograrlo decidieron derramar sangre de argentinos.
Es en los finales de este contexto cuando, como mantazos de ahogado, el Proceso de Reorganización Nacional decide desembarcar en las Islas Malvinas, dando pie a la generación de la guerra con el Reino Unido. En este nuevo aniversario de ese hecho luctuoso me permito compartir una nota aparecida en un medio local el año pasado. A posteriori agrego una de orden nacional, publicada en 2011, donde podemos conocer la historia completa acerca de Pedro Edgardo Giachino, el primer mártir de la guerra insular. Toda una paradoja.
Rebautizado erroneamente como Pedro “Eduardo” por Pagina12.com.ar, nos enteramos que el primer héroe del conflicto bélico fue un represor, como hubo tantos durante la noche más larga y oscura de nuestra historia. Las sensaciones entonces resultan encontradas porque ambas cosas son igual de ciertas lo que es una muestra de la tragedia nacional. Los dos lados de una moneda que, para algunos, aún gira en el aire. Esta herida quedará abierta por siempre. ¿Puede un represor ser un héroe nacional? ¿Quién se anima a responder?
“41 años de Malvinas
“Malvinas: quién fue y cómo murió el primer caído de la guerra
“No debemos olvidar la valentía y la entrega de nuestros combatientes en campo de batalla, algunos dieron su vida por la patria. La gesta de Malvinas quedará para siempre en nuestros corazones. Alejandro Signorelli, investigador de las Malvinas, honra en MDZ, la memoria del primer caído en combate.
“El Capitán de Fragata Pedro Edgardo Giachino llegó a este mundo en Mendoza, el 28 de mayo de 1947, y lo dejó en Puerto Argentino, Islas Malvinas, en la fría mañana del 2 de abril de 1982, cuando ya estaban nuevamente bajo el cobijo de nuestra bandera, en buena medida, gracias a él.
“Ingresó a la Armada Argentina en 1964, y luego de realizar el curso preparatorio, manifestó su inclinación por la Infantería de Marina, como la fuerza dentro de la Armada en la que desarrollaría su destacada carrera.
Capitán de Fragata Pedro Edgardo Giachino
“Luego de su viaje alrededor del mundo en la Fragata Libertad, egresó como Guardiamarina de Infantería de Marina teniendo como primer destino el BIM 5 (Batallón de Infantería de Marina 5), en Río Grande.
“En el año 1970 hizo el curso de Reconocimiento Anfibio, y en 1971 aprobó el curso de Comandos para Personal Superior de la Escuela de Infantería del Ejército Argentino, y completó su formación como Comando Anfibio al obtener la calificación de Paracaidista Militar en la Brigada de Infantería Aerotransportada del Ejército Argentino en Córdoba.
“Con toda esta formación y ya con años de experiencia, destinado en el BIM 1, fue jefe de una Compañía de Tiradores, y el 31 de diciembre de 1981, con el grado de Capitán de Corbeta, asume como segundo Comandante del Batallón de Infantería de Marina 1 (BIM 1) en Baterías, cerca de Punta Alta y, por ende, de Puerto Belgrano y Bahía Blanca.
“¿Cómo empezó todo?
“El 28 de marzo de 1982 zarpó en al destructor ARA Santísima Trinidad al mando de un grupo de Comandos Anfibios. Las órdenes que recibieron fueron las más difíciles de ejecutar que puede recibir un militar: Debían tomar la guarnición de Royal Marines y al gobernador Rex Hunt en su casa, sin herir o matar a nadie, ni militares británicos, ni isleños, a fin de no entorpecer las futuras negociaciones diplomáticas.
“A las 23:30h del 1 de abril, al sur de Stanley, el destructor ARA Santísima Trinidad tomó posición en Bahía Enriqueta, dos grupos conformados por Comandos Anfibios y Buzos Tácticos ocuparon sus botes de caucho y se dirigieron desde el sur, tocando tierra en Lake Point. El grupo a su mando puso rumbo a la casa del Gobernador Rex Hunt, el otro grupo, al mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sanchez Sabarots puso rumbo a los cuarteles de Moody Brook, sede de los Royal Marines que custodiaban las islas (se calculaba que había unos 80 efectivos porque el destacamento relevado no se había ido aún, más unos 20 isleños reclutados y entrenados como voluntarios, de los que solo se presentaron 3 para defenderlas). Si los infantes de marina británicos no estaban en Moody Brook sería necesario establecer contacto con ellos en el pueblo, y la gente de Sanchez Sabarots lo avisaría con una gran explosión.
“A las 2 de la mañana del 2 de abril el submarino ARA Santa Fe salió a superficie para que los buzos tácticos comiencen su operación. A las 3:35h con sus botes y equipamiento listo, los 13 integrantes de la agrupación buzos tácticos al mando del Capitán de Corbeta Alfredo Cufré partieron.
“Aprovecharon una baliza inglesa en Meangeary Point y siguieron hasta Port William, para finalmente alcanzar las playas en la zona de Yorke Bay al noroeste del aeropuerto. Su misión sería marcar la playa para que la fuerza anfibia principal pudiera desembarcar.
“El momento del desembarco
“A las 6:30h, tropas encabezadas por el Batallón de Infantería de Marina 2 (BIM2) y una parte del Regimiento de Infantería 25 del Ejército Argentino (RI25) desembarcaron en sus vehículos anfibios a oruga, LVTP-7 siguiendo las señales de los buzos tácticos, que aguardaban por ellos en la playa.
“Para las 7:00h toda la península y el aeropuerto estaban asegurados, y los infantes del RI25 comenzaron a despejar la pista de aterrizaje que los isleños habían llenado de obstáculos. En el camino que une al aeropuerto con Stanley los vehículos anfibios recibieron fuego enemigo que no provocó daños en ellos, pero que alcanzó al Soldado Clase 62 Horacio Tello, de la Compañía Delta del BIM 2, que fue herido levemente gracias a que su arma absorbió un impacto, y él solo fue herido por sus esquirlas.
“La respuesta vino de la sección del Capitán Santillán que con fuego de sus fusileros, ametralladoras, morteros y un disparo de cañón sin retroceso provocó la retirada y repliegue de los ingleses hacia la ciudad.
“El grupo del Capitán de Corbeta Pedro Giachino se dirigió al objetivo final que era la casa del Gobernador Rex Hunt, que se encuentra al oeste, respecto del centro geográfico de la ciudad. Allí se habían atrincherado alrededor de 40 Royal Marines (RM) junto al Gobernador. Los efectivos al mando de Giachino se ocultaron en la cara sur entre los únicos arbustos disponibles y abrieron fuego de ametralladoras hacia el primer piso para intimidar a los defensores, que estaban en la planta baja.
“El intercambio de disparos fue nutrido y los constantes cambios de posición de los Comandos Anfibios argentinos y el uso de granadas de aturdimiento seguramente provocó que los Royal Marines evaluaran que el número de atacantes era muy superior al real (el grueso de las tropas todavía estaba desembarcando, esto solo era la avanzada).
“Los minutos pasaban y el objetivo no estaba asegurado aún, la casa del Gobernador estaba llena de ventanas por lo que era muy vulnerable y las posibilidades de provocar una baja británica aumentaban. Giachino sabía que a pocos kilómetros el grueso de las fuerzas ya había desembarcado y se dirigían hacia Stanley, entonces tomó la decisión de avanzar, y pateando una puerta ingresó a la casa, pero fue alcanzado por fuego enemigo que lo hirió gravemente a él, al Teniente de Fragata Diego García Quiroga y al Cabo Primero Ernesto Urbina.
“Luego de varios minutos más de combates infructuosos, el Gobernador Rex Hunt solicitó un alto el fuego y pidió hablar con el Oficial a cargo que era el Contralmirante Carlos Busser. Se negó a darle la mano y le preguntó por qué tomaban las islas, ante lo cual el militar argentino respondió: “desembarcamos en la misma forma en que ustedes lo hicieron en 1833, y mis órdenes son desalojarlo a usted y a las tropas británicas para restituir el territorio a la soberanía argentina”.
“¡Las Malvinas son Argentinas!
“A las 9:30h del 2 de abril de 1982 el Gobernador y sus tropas se rindieron. El objetivo se había logrado. Si bien era obvio para ellos que no tenía ningún sentido seguir combatiendo, y esto lo sabían desde el momento que tuvieron noticias del tamaño de la fuerza que estaba desembarcando, en la tradición militar británica, son considerados cobardes quienes se rinden sin combatir, por eso, para una guarnición británica es impensable rendirse sin presentar combate. Esto era conocido por las tropas argentinas, por lo que el plan se hizo sabiendo que habría combates, y previendo que, a pesar de ellos, se debería tomar el control sin provocar bajas, lo cual se logró.
“El Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino lideró a sus hombres de principio a fin de la operación, tomó decisiones correctas y no dudó en arriesgar su vida, tal como había jurado. Quiroga y Urbina se recuperarían, y el resto de sus hombres retornaron sanos y salvos. El moriría horas más tarde en el hospital del ya rebautizado Puerto Argentino.
“Luego de su muerte fue ascendido al grado de Capitán de Fragata de Infantería de Marina y fue condecorado con la máxima distinción que otorga la Nación Argentina: La cruz al heroico valor en combate. La Armada Argentina lo recuerda como un modelo de infante y de jefe. El BIM 2, principal fuerza en la recuperación de las islas el 2 de abril (junto al RI 25) lleva su nombre: Batallón de Infantería de Marina 2 Capitán de Fragata Pedro Edgardo Giachino.
“Mientras él entregaba su vida por la Patria en el sur, en su Mendoza natal su familia sufriría su pérdida, y en especial su madre, María Delicia Rearte de Giachino, quien se convertiría en una activa propagadora de las historias de Malvinas y en una referente para todos los VGMs y Malvineros.
“A lo largo de los años, ella eligió honrar la memoria de su hijo participando en actos, charlas y hablando con los medios. Siempre positiva y orgullosa de su hijo y su país, fue una vigorosa voz que reconfortaba el espíritu escuchar.
“Gracias a mi amigo, el VGM Fabián Blardone, tuve la gran alegría de hablar por teléfono con ella varios minutos, una experiencia que guardo en un rincón especial de mi memoria y mi corazón. El solía visitarla y compartir horas de charlas, y recuerdo muy bien cuando me dijo que tenía que ir a verla. Ella había estado con algunos problemas de salud y ya era muy mayor. Gracias a Dios él pudo visitarla una última vez, y yo hablar por primera y única vez por teléfono.
“El sábado 23 de julio de 2022, con 99 años, ella partió a reunirse con su hijo para siempre, y nosotros quedamos aquí, con el compromiso de mantener viva la memoria de Pedro Giachino para las generaciones que vendrán.
Giachino siendo cargado en un vehículo para llevarlo al hospital de Puerto Argentino
El helicóptero Sea Lynx 3-H-142 que evacuó al Almirante Irizar, al Tte. García Quiroga y al Cabo Urbina, heridos en el mismo momento que Giachino
El VGM Fabián Blardone con María Delicia Rearte de Giachino en su casa en Mendoza
“Lic. Alejandro Signorelli, investigador de la Guerra del Atlántico Sur
“Mdzol.com
“Alejandro Signorelli
“31 de agosto de 2023”.
“Como el Capitán Pedro Eduardo Giachino ordenó matar en 1977 a un detenido encapuchado, esposado y de rodillas
“El héroe que resultó represor
“Escuelas, calles, plazas recuerdan a Giachino como el primer caído en la Guerra de Malvinas. Alfredo Molinari contó que lo castigó por no cumplir la orden de ejecutar a un secuestrado.
“La historiografía oficial trata como a un héroe al capitán de fragata Pedro Edgardo Giachino desde que cayó en combate en Puerto Argentino el 2 de abril de 1982. Esa aureola de protagonista insoslayable en la Guerra de Malvinas hace cortocircuito con su pasado como represor de la dictadura. Un pasado elusivo, no demasiado difundido, a no ser porque el Concejo Deliberante de Mar del Plata decidió retirar en junio su imagen del recinto de sesiones por pedido de los organismos de derechos humanos que conforman la Comisión Permanente por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Los motivos esgrimidos para solicitar que su fotografía no compartiera el mismo espacio con otros ex combatientes y los rostros de 436 desaparecidos marplatenses, se robustecen con la denuncia judicial de un ex subordinado suyo, Alfredo Molinari. Ante un juez federal de Santiago del Estero declaró que el marino le ordenó matar en 1977 a un detenido encapuchado, esposado y de rodillas, acto al cual se negó. “Basura, usted no se merece ser un infante de Marina, mándese a mudar de aquí”, dijo que lo reprendió su superior.
“En agosto del ’78, Molinari fue degradado a marinero de segunda, arrestado y enviado al frente durante el conflicto limítrofe con Chile, hasta que solicitó la baja en febrero de 1979. Familiares de las víctimas del terrorismo de Estado acaban de solicitar que se le tome declaración testimonial en la causa Campo de Mayo, donde se investigan delitos de lesa humanidad cometidos en el área 400, como se conocía al eje Zárate-Campana. En esa zona, el por entonces teniente de navío Giachino le exigió dispararle a aquel prisionero inerme, según consta en un expediente judicial al que accedió.
El monumento a Pedro Giachino en el cementerio La Loma, en Mar del Plata. Su viuda en un homenaje en 2008
““Una noche, cuando el declarante se encontraba recorriendo el lugar asignado, alrededor de la 1.30 o 2 de la mañana, suena un equipo de comunicaciones, ordenándole Giachino que regrese a la base. Cuando llega al lugar (…) en una pieza que la ocupaban para interrogatorio, yacía en el piso un hombre, no le vio la cara ni puede calcular su edad, estaba encapuchado, atado de pies y manos, con su cabeza apoyada sobre una bolsa de equipo. Cuando el declarante ingresó, el hombre estaba de rodillas, esposado. Giachino le ordenó al declarante que saque su arma, que la cargue y que mate al detenido. Al declarante se le erizaron los pelos de su cuerpo, pues todo esto lo tomó de sorpresa. Nunca se imaginó que llegaría a estar en una situación como ésa. Recuerda que sacó su arma y volvió el martillo, negándose a cumplir la orden de matar al detenido. Entonces Giachino lo empezó a tratar de cobarde, diciéndole “‘basura’, usted no se merece ser un infante de marina, mándese a mudar de aquí”. También le dijo “‘bípedo, yo me voy a encargar de usted’, entre muchos insultos”. Este párrafo de la declaración testimonial de Molinari data del 24 de febrero de 2010. Se la tomaron el juez federal de Santiago del Estero, Guillermo Daniel Molinari y su secretario, Federico Bothamley. Cuando compareció dijo que lo hacía para denunciar los delitos aberrantes que presenció en las Fuerzas Armadas mientras tuvo grado militar, entre enero de 1975 y febrero de 1979.
“El ex cabo segundo de la Infantería de Marina recordó que al día siguiente de negarse a ejecutar al detenido, lo excluyeron de sus funciones de patrullaje sobre el puente Zárate-Brazo Largo (en esa época todavía no estaba habilitado) y lo mandaron de retén a la guardia durante veinte horas al día. Molinari describe otra represalia que sufrió. Una noche le ordenaron nuevamente que se presentara en la zona restringida. Nunca supo si por indicación de Giachino. “Al llegar a ese lugar –cuenta– fue recibido por gente encapuchada que se llamaban entre sí por sus nombres de guerra. Allí le dieron un balde y un trapo para que limpie la pieza donde ellos hacían sus interrogatorios, una tarea denigrante para un militar de carrera como lo era el declarante. Al efectuar la limpieza, advirtió la presencia de orina y encontró un diente. Había un olor muy penetrante. Se escuchaban llantos y clamor de gente que el declarante presume se encontraba detenida en ese lugar, pero a la que no podía ver.” Molinari también detalla en su declaración que Giachino se presentó otra noche en la guardia para que estuvieran atentos a la inminente llegada del almirante Emilio Massera. Señala que el genocida se reunió con quien en ese momento era teniente de corbeta, y que ambos “se dirigieron a la zona de detenidos y luego de treinta o cuarenta minutos” el almirante y su comitiva, que habían arribado en dos Ford Falcon, se retiraron. Declara que a Massera lo vio en el área 400 en un par de oportunidades y que, tras permanecer casi dos meses en Zárate-Brazo Largo, retornó en tren con sus demás compañeros a la base de Punta Alta.
“En su testimonio ante el juez federal, Molinari –quien vive en Santiago del Estero– pide “perdón a todas las madres que perdieron a sus hijos y a todos aquellos familiares que lloran con dolor la ausencia de sus seres queridos”. Además sostiene que “se siente avergonzado de haber integrado las Fuerzas Armadas y, como personal subalterno, se siente avergonzado de sus superiores que lo dirigieron, poniéndose a entera disposición de la Justicia para el momento que lo requieran, pidiéndoles a los señores jueces que revean su situación, por la que fue humillado y despojado de sus derechos adquiridos”.
“Por esta declaración, el abogado Pablo Llonto le solicitó al Juzgado Federal y Correccional Número 2 de San Martín a cargo de Juan Manuel Yalj, que se cite a Molinari a declarar para ampliar su testimonio en la causa Campo de Mayo, caso 296, relacionado con el sistema represivo en el área 400 de Zárate-Campana.
“Giachino y Mar del Plata
“El primer militar argentino muerto en el conflicto del Atlántico Sur pasó por diferentes destinos antes de pelear en Malvinas. Uno de ellos fue la Base Naval de Mar del Plata. Según el abogado César Sivo, quien patrocina a víctimas del terrorismo de Estado en esa ciudad, “hay testigos que hacen referencia a Giachino desde los primeros juicios, como el de Rosa Ana Frigerio. Se lo menciona nuevamente en el Juicio por la Verdad que comenzó en febrero de 2001, pero no existía una investigación direccionada hacia él porque había caído en Malvinas. Los testimonios recogidos señalan que era el encargado de la seguridad en todo el perímetro de la base, lo declaran oficiales médicos, conscriptos. Nunca se pidió su legajo porque estaba muerto. Es significativo que todos los integrantes de los grupos de tareas, los más duros, pelearon en Malvinas. No es un dato menor”.
“La figura del capitán de fragata nacido el 28 de mayo de 1947 en Mendoza genera sentimientos encontrados en la principal ciudad balnearia del país. La Comisión Permanente por la Memoria, la Verdad y la Justicia local pidió dos veces la remoción de un cuadro con la imagen de Giachino que colgaba en el recinto de sesiones del Concejo Deliberante. La medida fue apoyada por algunas agrupaciones de ex combatientes de Malvinas, como el Cecim de La Plata o la red Compromiso Social con Malvinas. Carmen Ledda Barreiro, de Abuelas de Plaza de Mayo, valoró que “se haya quitado la imagen de un genocida” y Carlos Díaz, presidente de Familiares de Detenidos y Desaparecidos, se sumó también a la iniciativa: “Este hombre no puede tener un cuadro en un cuerpo deliberativo de la democracia”. Asimismo recordó que en la causa 4447 quedó comprobado que “buzos tácticos Mar del Plata formaban parte del centro clandestino de detención y tortura que funcionó en la Base Naval local, y el conscripto Juan José María Parietti relató con mucha claridad cómo eran las instalaciones y cuál era el funcionamiento del proyecto del pelotón de vigilancia y seguridad del cual Giachino era responsable en 1976”.
“En Mar del Plata hay sectores que piensan muy distinto del marino; son los que anteponen al combatiente de Malvinas sobre el represor. Ya se movilizaron hacia la Municipalidad cuando se enteraron de que el presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Artime, de Acción Marplatense –el partido en el gobierno–, había quitado el cuadro de Giachino. La ONG Crux, que preside el ex concejal Julio Lobato, difundió su posición a mediados de junio abrevando en nuestra historia emancipadora: “Ya lo dijo el sargento Cabral. ‘¡Viva la patria aunque yo perezca!’ el 3 de febrero de 1813. Esa misma actitud la tuvo el capitán de fragata Giachino el 2 de abril de 1982. Respetemos su ejemplo y su memoria. No dejemos que la politiquería barata avance contra nuestros héroes”.
“Una de sus hijas, Karina, se mostró consternada: “No sé qué hacer, ni con quién hablar. Estoy desconcertada, no parece que esto esté sucediendo, pero no va a quedar así. Voy a mover cielo y tierra para que esta locura se termine”, les dijo a medios locales. La madre del militar le envió una carta abierta a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Resulta no sólo doloroso, sino insultante, que se denigre en esa forma la memoria de un héroe nacional que con su sangre devolviera a la patria su íntegra soberanía, mancillada desde 1833 por el usurpador inglés”, escribió en uno de sus párrafos María Delicia Rearte de Giachino.
“El legajo del oficial naval ascendido posmortem habla por él. Mientras revistaba en la Escuela de Oficiales de la Armada, dejó asentados dos deseos: “Ocupar un puesto que me permita intervenir activamente en la lucha contra la subversión” y “efectuar el Curso de Guerra Subversiva en la Escuela de las Américas de Panamá”. El capitán de fragata Juan Carlos Moeremans, quien evaluaba sus antecedentes, le sugirió a la superioridad el destino más adecuado para su perfil: “Debe ser destinado a una unidad operativa”.
“Pagina12.com.ar
“10 de julio de 2011”.
FOTO: Fotosviejasdemardelplata.blogspot.com; Cazadordenoticias.com.ar; Fabián Blardone
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