Hola amigos. Según los paleontólogos, los bosques surgieron en nuestro planeta hace 400 millones de años, cuando los primeros organismos vegetales abandonaron el mar y conquistaron la tierra alimentándose del CO2 atmosférico. Cuando el hombre se hizo sedentario, 10.000 años A.C. los bosques cubrían casi todo el planeta.
Desde la Edad Media los bosques empezaron a sufrir graves daños por el incremento de la población pero fue en la Edad Moderna, a partir del 1400, cuando los adelantos científicos permitieron desarrollar una incipiente industria alimentada con madera y allí empezó el retroceso de las superficies arbóreas que continúa hasta nuestros días.
Se sabe que los árboles son esenciales para la vida en el planeta, porque a medida que crecen, se encargan de producir el oxígeno que respiramos y de absorber el dióxido de carbono que contribuye al calentamiento global, pero la deforestación mundial sigue avanzando, privándonos de nuestra mejor defensa contra el Cambio Climático.
Solo en el año 2021 se perdieron 11 millones de hectáreas de bosques, incluyendo casi 4 millones de hectáreas de selva tropical primaria irremplazable, para sacar madera, para dar espacio a la minería y para la expansión del agro. Y nos preguntamos… ¿y en Mendoza, cómo andamos?
Nuestros mayores supieron mejorar las condiciones de vida de la polvorienta provincia de 1860, plantando árboles en cuanto lugar fuera posible. Desde el Parque General San Martín hasta la más lejana acequia, fueron cubiertos de árboles, algunos de ellos regados a balde, que nos dieron los oasis artificiales que conocemos.
Pero la sabiduría de los funcionarios que hicieron esta obra ciclópea, esa gran sabiduría, se fue con ellos y hoy vemos, en abierta contradicción con la Ley 7874, hormigonear acequias sin nichos para los árboles, como hicieron en la bajada de la Iglesia del Challao en Las Heras.
Tambien se permiten las talas injustificadas para satisfacer gustos extranjeros, como ocurrió frente al Templo Mormón en la Av. Champagnat; cortar árboles para ampliar calles, como en el carril Godoy Cruz en Guaymallén o en el carril Sarmiento en Godoy Cruz.
Entre una ciclovía o un árbol, se sacrifica el árbol, como pasó en Lujan; o en Capital, en donde las acequias dejaron de traer agua y los árboles mueren de a poco, como ocurre frente al Hipermercado de calles Belgrano y Las Heras.
Pero, para entender mejor la gravedad de la situación y como siempre decimos, no se conformen con nuestras opiniones y entrando a cualquier buscador como el Google escriban: “Ley 7874 Mendoza”. Hallarán más de 50.000 páginas para entender porqué decimos lo que decimos. Hasta la próxima.
Columnista invitado
Alberto Lucero
Ingeniero Electricista, Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Mendoza. Titular de “LENIX Publicidad”. Titular de “INFO POINT SYSTEM”. Co-fundador de las A.M.P.A.P. (Asambleas Mendocinas por el Agua Pura), en Tunuyán.


