Cuarta entrega
Tres microrrelatos, lo bueno si breve dos veces bueno
Hola, Marcelo! ¿Cómo vas? Para vos y para todo tu público comparto otros tres microrrelatos .
Habiendo trascurrido tantos años en el inmenso mundo de la música, hay mucha vida con ese vínculo. Desde la actividad coral surgió la relación con el que sería el padre de mis dos hijos. Fue aquella época de los ’70 cuando un grupo del Coro Universitario Mendoza (CUM) comenzó sus ensayos en aquella casa de Garibaldi 253 bajo la dirección de José Damián Sánchez. Con buen tiempo las reuniones eran en el patio o en el fondo, verdor y frescura en pleno corazón de Mendoza. El frío convocaba al gran salón donde los 16 integrantes cabían perfectamente -batería incluida-. Se salía del ensayo del CUM y se continuaba con las joyitas musicales de Damián, que enseñaba a cada cuerda su parte con la ayuda de su guitarra. Nacía Canturía.
La vivienda (alquilada) había sido construido por un sanjuanino que sufrió el terremoto en su tierra en 1944. Así había diseñado con paredes de un grosor fuera de lo normal y, en el medio del patio había fijado una mesa redonda de piedra. Había un hermoso parral que cubría de racimos los cantos. Damián creó un homenaje musical, con letra de Jorge Sosa, que llamó “El patio de los Contreras” pero que Suna Rocha casi hizo triunfar en Cosquín con el nombre de “Cueca de los Contreras”. Tengo el cassette en donde se halla la grabación.
Cuando se empezó a endurecer el clima y sucedió a dos cuadras la bomba en el TNT (Teatro Nuestro Teatro) sobre calle San Juan, que lo destruyó, ya habíamos comenzado a recibir llamadas de madrugada de voces siniestras con amenazas. Creo que éramos unos de los pocos que teníamos teléfono y era ahí donde se había gestado el mensaje de Canturía. Ya se había producido la gran presentación en el Teatro Independencia y había actuaciones en diferentes lugares de la Capital y de la Provincia. El espectáculo completo incluía glosas intermedias. En aquel momento la llamada “canción de protesta” hacía furor en los fundadores del Nuevo Cancionero, en Mendoza. Eran Armando Tejada Goméz, Tito Francia, Oscar Mathus, Mercedes Sosa, César Isella y otros que fueron incorporándose a ese Manifiesto que se hizo himno latinoamericano con la “Canción con Todos”.
Allí también ocurrió que todo Canturía -en Garibaldi 253- escuchó al gran Armando quien, con su voz convocante arengó al grupo. Los ojos brillantes en la mayor parte de los integrantes del grupo y la cabeza baja de otros que se estremecieron con el testimonio de un luchador Patria adentro y Patria afuera. Pero no bastó… la mayoría optó por llamarse a silencio.
En diciembre de 1974 calla Canturía y un grupo decide seguir diciendo sentimientos a través de los instrumentos. Así, Juan Lázaro Méndolas en vientos, Arsenio Zambrano (Archi) en charango y Lars Nilsson con su traversa mágica y los vientos del altiplano trajeron su ancestral canto y se llamó “Markama” (al pueblo/para el pueblo, bautizada por los hermanos bolivianos que aportaron su arte y su inspiración).
Sino nominal
Me divirtió que el encargado del guardarropas se llamara Adán.
Fue conmovedora la predestinación bautismal de la hermosa tejedora de telar llamada Penélope.
Lo que me preocupó fue que el piloto del vuelo que emprendía con rumbo ignoto se presentara como Ícaro.
Profesiones de riesgo
Temía dormirse y que la Municipalidad le pintara encima: “calle sin salida”. Se bebió hasta el té disfrazado de café. Pensó en saturar las redes con su cara cantando “di blu, dipinto di blu”.
Lo venció el cansancio de una jornada de diez pacientes.
Maestría en la calle
–Señor comisario, a la Eulogia le metieron un puntazo porque se le dio por defender a la amiga de su fiolo.
–¿Y la herida fue en la reyerta?
–Entre la reyerta y el ombligo.
Columnista invitada
María Inés Villarreal
Licenciada en Relaciones Públicas. Profesora de Lengua y Civilización Francesa. Profesora de Castellano como Lengua Extranjera. Ex Jefa de la División Despacho de la Facultad de Ingeniería, UNCuyo. Ex Secretaria de la Dirección de Extensión Universitaria y de la Dirección de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ingeniería, UNCuyo. Ha participado de congresos, seminarios, cursos de relaciones institucionales, relaciones internacionales y extensión. Integrante fundadora del Coro Femenino de la Escuela del Magisterio y del Coro Universitario de Mendoza. Fue Secretaria Ejecutiva de la Société Mauritanienne de Commercialisation de Poissons, en Las Palmas de Gran Canaria (España). Integrante de la Coral Polifónica de Las Palmas (España). Fue integrante de la Editorial “Canturía”. Participó en antologías de poesía y narrativa en Argentina y España. Hizo estudios de lenguas: italiano, portugués, inglés.