El tiempo lo va a marcar el pueblo, su estómago y paciencia. Mas, no todo está perdido. Los “cegetistas” se irán. Ek ignorante y miserable profesor de Derecho Penal (que no sabe o no quiere), volverá al barco y habrá que volver a la movilización del pueblo y de las organizaciones, terminando con el individualismo
Aunque tenga polleras (a veces, pantalones, Perón está; Evita está; Néstor está y todas las figuras mas relevantes, están). Ella nos brinda una síntesis que nos excluye de comentario alguno. Lo fundamental, es que la Patria está y que la Patria es el otro. Basta de individualidades perniciosas; de divisiones -entre los iguales, claro está-, de atomización.
Muchos individualistas, divisionistas, atomizadores, desmovilizadores, no tienen conciencia del daño que causan al conjunto. Los que los incitan y son orgánicos, si. Son los partidarios del “divide y reinarás”, que así como saben que no podrán reinar, tienen la certeza de que podrán vender el resultado de su lumpenaje, a algún poderoso, o aunque sea, acomodarse en algo, si es de ñoqui mejor.
Pese a todo este panorama de exclusión y exterminio; de represión, de nazismo; de que todo lo que se pueda vender, se va a vender; no todo está perdido. Hoy, les confieso que recibí un golpe de aire fresco; del oxígeno que enriquece el alma. Cuando era docente, él era un alumno destacado, solidario y tenía coraje, mucho coraje.
Dirigente de sus pares, supo ocupar la Secretaría General de la Juventud de la UCR. Con los años, se convirtió en figura del Frente Nacional, Popular y Revolucionario, entendiendo que cumplida la trayectoria genuina de Raúl Alfonsín, el Frente lo representaba y reconocía. Poseedor de grandes antecedentes y afianzado en la organización política que nos nuclea, se lo designó para representarnos en la OEA, organismo ineficiente y súbdito estadounidense, donde -no obstante-, se convirtió en el gran expositor y crítico que la región merece.
Al finalizar su mandato, Carlos Raimundi -que de él se trata-, pronunció su última alocución en carácter de despedida y en forma personal -según lo dejó consignado-. Aparte de exponer brillantemente, su mensaje destiló dignidad y representó el mandato de todos los hombres y las mujeres de la región, que mantenemos en alto los valores de la libertad, la soberanía, la justicia social y la autodeterminación de los pueblos.
Dijo, por todos lo que pensamos igual, que no financiamos guerras ni saqueos y que -jamás-, invadimos a nadie. Manifestó mucho mas, en línea con lo que fue toda su carrera diplomática, por lo cual los invito a que escuchen su última actuación -inflamada de Patria-, que habrá de hacerles tanto bien como a mi.
Porque somos mujeres y hombres de bien, que nada tiene que ver con la gente que posee bienes, como parecen creerlo los arlequines que se manifiestan así, en tanto hacen gala de su delincuencia y de una gran desubicación. Para ser gente de bien es menester ser coherente; tener conducta y ser un trabajador -de cualquier naturaleza-, solidario con los semejantes.
Cuando escuchaba a Carlos se me cruzó Axel Kiciloff y me sentí reconfortado, pensando que tenemos con que, pero -además-, tenemos con quienes. Los Kiciloff y los Raimundi, entre muchos capaces, honestos y con un alto sentido de entrega, en beneficio de nuestra Patria y nuestro pueblo, hacen posible creer en que tenemos futuro y que no todo está perdido; ellos nos ofrecen, también, su corazón.
5 de diciembre de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.