Cuando pase el temblor 4
Fue muy interesante ver, en el segundo Seminario de Ideas Políticas en Tiempos de Emergencia del Instituto Patria (IP), cómo el tema ambiental sigue siendo central. Con contradicciones, pero central. Lo venimos señalando en las entregas anteriores y no dejamos de advertir que la grieta entre desarrollo y ambiente no está del todo cerrada en el equipo gobernante del país, pero al menos está en debate. No como en los estados provinciales gobernados por el neoliberalismo, donde este tema directamente no se discute. Como no se discutió en la gestión de Macri y, hay que reconocer, tampoco en las gestiones de la Década Ganada.
En la clase del último sábado de agosto disertaron Sergio Chouza (docente la U.B.A. y de la U. N. de Avellaneda) y Jorge Taiana (ex canciller, ex presidente del Parlasur y actualmente senador nacional) y se vertieron conceptos para pensar.
La pandemia puso en evidencia que hay un modelo de desarrollo que impacta sobre la naturaleza y ésta reacciona, para simplificar al extremo el razonamiento. Por eso, entonces, lo ambiental está en la agenda como efecto, pero causa a la vez de la crisis económica. La cosmovisión originaria pareciera reclamar su lugar en la política, cuando se cuestiona que se hable de la Naturaleza como “recurso”, porque eso lleva a que los humanos también seamos considerados como tales.
Así entonces, el problema de la relación del hombre con la Naturaleza está en la base de las relaciones del hombre con sus semejantes: si me apropio de las plantas y árboles ¿por qué no he de hacerlo con otros seres humanos?. Esta pregunta es sencilla, pero quizás sea el punto de partida para construir un modelo de sociedad distinto. El movimiento social que más ha avanzado en este concepto es el feminismo, y por ello es que debemos prestarle atención. Es lógico, las mujeres son las que más sufren eso -incluso en el ámbito familiar- de la “posesión” por parte del sistema patriarcal. A propósito de ello, los seminarios del IP sobre “política y feminismo” son más que abundantes (ejemplo: https://www.institutopatria.com.ar/seminario-a-distancia-peronismo-y-feminismo-en-tiempos-de-emergencia/).
Dicho esto, volvemos a la clase número 4 del seminario “Después del Temblor”. Ese día, Sergio Chouza hizo algunas reflexiones sobre el estado actual de la globalización en el marco de la pandemia. Y advirtió que hay cuatro ejes sobre los cuales analizar el problema: 1. El imperio de las finanzas; 2. Los desafíos para la integración financiera; 3. Los desbalances externos; 4. La dependencia financiera estructural.
“Desde los 80/90 se dio un mayor flujo de capitales financieros. Se está estancando el intercambio de bienes; los flujos de capital se hacen cada vez más erráticos; se triplicaron los flujos informáticos. Los flujos de capitales para países emergentes han disminuido, especialmente en América Latina. China crece como país receptor de capitales.
“En los países emergentes, el flujo de capitales es del 3% del PBI, promedio. El mercado interno sigue siendo el principal motor de las economías emergentes. Los países emergentes ofrecen tasas de interés muy altas en relación con las que se ofrecen en los países dominantes, EEUU por ejemplo. Argentina sigue siendo un país riesgoso para las inversiones extranjeras. Estamos lejos de todo equilibrio. No podemos intentar el refinanciamiento externo. El 65% de los flujos globales se encuentran radicados en países que son guaridas fiscales. Apple y muchas empresas informáticas de primera línea tienen sus capitales depositados allí. Argentina tiene 400.000 millones de dólares en esos paraísos. En proporción, somos uno de los peores. Pero es en toda la región que se han incrementado los activos externos. Somos el tercer país en América Latina en materia de fuga, luego de Venezuela y Chile. El resto de los países están muy cercanos a nosotros. Se requiere de una armonización financiera regional. Ultimamente cayeron las reservas y las inversiones, pero se sostuvo la fuga de capitales. En el PBI argentino hay poca participación de capitales extranjeros. Junto a Ecuador, somos los países latinoamericanos con mayor nivel de riesgo país. Durante el macrismo, Argentina fue el país emergente que más deuda externa tomó: se duplicó entre 2015 y 2019. Retrocedimos 14 años. No tenemos adecuada regulación cambiaria”. Así es, disparó todo esto a modo de diagnóstico, como para que quede claro que la situación del país respecto del capitalismo financiero internacional es severa, y eso condiciona todo proyecto de desarrollo autónomo, si lo manejamos a la bartola.
¿Por qué esto puede afectar al ambiente?. Es sencillo: cuando un país está des-endeudado o recibe inversiones productivas controladas por el Estado, o puede ahorrar y generar divisas, también puede planificar su desarrollo. Cuando no, son otros -las potencias dominantes-, quienes planifican. Así es como hace 150 años se impuso en Argentina el modelo agroexportador, ideado en Europa para no dejar que Argentina pasara de ser una factoría agrícola proveedora de materias primas a una o pocas potencias industriales. Pasó eso en toda América Latina, Africa y Asia. En lo económico-ambiental, el extractivismo en manos extranjeras es la esencia misma de la dominación colonial, y de la neocolonial también.
Luego, y de ésto me hago cargo como autor de estas líneas, Vaca Muerta puede ser una buena oportunidad para “hacer caja” y con ello, o bien saldar deuda externa, o bien financiar el desarrollo. En algunos sectores del elenco gobernante el debate no pasa de ahí, o sea que sigue siendo difícil cuestionar al extractivismo como “incompatible con la justicia social, la independencia económica y la soberanía política”. Hay que partir de esa falencia para poder entender el debate que se está dando: las tres banderas históricas del partido hegemónico dentro de la alianza gobernante, en realidad deberían ser cuatro, si se presta atención a las advertencias del propio Perón en 1972: http://artepolitica.com/articulos/por-un-peronismo-verde/ y http://la5tapata.net/peron-el-primer-ecologista/. Es muy interesante, al respecto, el debate interno que se está dando en el espacio político Dialogo Plural, de Mendoza, tema sobre el cual algún día volveremos.
Jorge Taiana fue más ácido aún cuando afirmó que ”los temblores van a seguir”, cuestionando incluso el título general mismo del seminario. “El temblor no va a pasar. Estamos viviendo algo que será de mayor duración. La cuarentena es una parte de una estrategia para un proceso que convivirá con nosotros mucho tiempo. La pandemia no trajo la recesión, sino que la misma existe desde por lo menos 2019. EEUU no tenía recesión desde 2008 y era de esperar que la tuviera en cualquier momento. La economía norteamericana viene en crisis desde entonces. El comercio exterior de los países creció más que los PBIs. Esa fue la teoría liberal: “prenderse” a ese crecimiento comercial. No sabemos qué va a pasar ahora con ese comercio y esa crisis. Ni la pandemia ni la crisis económica se acabarán pronto. La crisis como oportunidad es filosofía china. No va a dar resultado “engancharnos” a un resurgimiento mundial. De esto nos sacamos nosotros mismos, pero con iniciativa propia. Trump puede perder las elecciones y la CEPAL es pesimista sobre el crecimiento económico de la región. El presidente chino viene de plantear que estamos en un período de turbulencia política, económica, social y cultural. China no quiere depender tanto del comercio exterior y va a acentuar el crecimiento de su mercado interno, cosa que viene haciendo desde 2008. China es hoy el primer exportador del mundo, le ganó a Alemania. Tiene razón el presidente chino. El multilateralismo está desarticulado. No hay guerra fría, sino crecimiento de una potencia emergente. Por eso habría riesgo de confrontación bélica”.
Dado que conoce el mundo por haber sido canciller, Taiana advirtió que “lo que viene es un mundo multipolar: Rusia, India, Indonesia, la misma Europa, son protagonistas fuertes. Vivimos una revolución tecnológica desde 1980. Las revoluciones tecnológicas influyen en el cómo se construye el poder. Los sectores populares deben apropiarse de ese poder. La actual revolución tecnológica se ha democratizado y globalizado de forma más acelerada que las anteriores. Pero también esa revolución produce cambios en cómo se construye el poder. El modelo de la fábrica es el modelo de construcción de poder: patrón, obrero, sindicato…. Ese modelo tiende a desaparecer. Está cambiando la forma de organización de la sociedad. “Lo nacional” pierde sentido y emergen lo “supranacional” y lo “subnacional” (ej.: provincias). Hay cambios en los mecanismos de representación. Hay poderes locales y de sectores, como por ejemplo las mujeres, que plantean reformas a la organización política. El poder ha ido cambiando desde la primera marcha del NI UNA MENOS en el 2015”.
Pero también va más allá cuando afirma que, además del peso que tiene el movimiento feminista, “otro gran tema es el ambiental. Nos cuesta entender, como partido-sindicato, ésto; nuestra estructura de poder está siendo cuestionada también desde ese campo”.
Anuncia, asimismo que “la revolución tecnológica seguirá, y será más vertiginosa. Una de sus características fue, hasta ahora, la destrucción del Estado de Bienestar; eso alimenta el nacimiento de los nacionalismos, los racismos, la xenofobia. China no va a reemplazar a EEUU como ordenador del mundo, al menos no en lo inmediato. Nosotros debemos defender el multilateralismo y la legislación internacional. La ONU no sirve mucho, pero sería peor si no existiera. Nos equivocamos en 2008 cuando pensamos que la crisis iba a beneficiarnos. Por el contrario, en 2010-11 nos recuperamos, pero luego la crisis siguió. Hoy sigue la misma crisis iniciada en 2008; la pandemia funciona como catalizador de la crisis, opera como radiografía de todos los componentes de la crisis”.
¿Cómo salimos de esto?. Según el ex canciller “hay mucha economía en negro, poco consumo. China decidió, en 2013, mejorar la calidad de su producción y agregarle valor. Deberemos tener una estrategia dual: que contemple a los movimientos sociales de informalidad, para convertirlos en trabajo de calidad… como los chinos. Los movimientos sociales deben ser sujetos. Debe tenerse en cuenta también el tema ambiental. Nuestros economistas todavía no le dan valor a la importancia de lo ambiental en todo proyecto de desarrollo. Hay tecnologías que deben ser cambiadas; hay que revisar eso”.
Sin ambages, finaliza Taiana anunciando que “nada de eso será posible sin integración regional. La globalización no se acabará, pero sí va a haber acuerdos y asociaciones bilaterales, etc. Tendremos que invertir mucho en infraestructura y logística. China es una de nuestras principales fuentes potenciales de financiamiento de nuestra infraestructura; Macri estuvo a punto de romper con China y no pudo. La pandemia no es la causa de la crisis, sólo fue un catalizador”.
Luego, al responder preguntas de los asistentes, Taiana dijo que “los paraísos fiscales pertenecen a EEUU y Reino Unido”, al tiempo que Chouza agregó que “la desigualdad se nota mucho en el cómo circula la información. Hay mucha gente que no tiene acceso a datos, a información. El acceso a internet no es igualitario y eso aumenta la desigualdad”.
Taiana reforzó esa aseveración poniendo como ejemplo cosas que ocurren desde el poder en las grandes potencias: “hay que tener en cuenta que desde el poder se está estudiando las tendencias consumistas de la gente a partir de sus compras. Ejemplo: una mujer que estaba embarazada y no lo sabía, empezó a recibir ofertas de ventas de productos que sólo consumen las embarazadas… Las empresas habían hecho un estudio de sus tendencias de consumo a partir de los tickets de las cajas del supermercado”. Así de siniestro es, cómo estamos siendo vigilados y manipulados. Los mensajes consumistas de las corporaciones económicas van directo al inconsciente de cada persona.
Igual de realista, Chouza señaló que “recuperamos la autosustentabilidad de petróleo, pero como producto de la recesión interna. ¿Vaca Muerta tiene que ser una fuente de atracción de dólares o una fuente de energía barata para el país?. La discusión no está saldada. Lo ambiental no está presente en la discusión, pero deberá estarlo. El debate de la nueva ley de hidrocarburos deberá incluir esa discusión”. Lo que advertíamos al principio, y que viene siendo motivo de debate en las asambleas de varias provincias cordilleranas, aparecía aquí afirmado de manera tajante.
Taiana fue más lejos: “no estoy de acuerdo con la importancia que le dio Macri a Vaca Muerta. En primer lugar porque sobra petróleo en el mundo, han caído las ventas. La ventaja es que Vaca Muerta está en zona poco habitada. Hay que ver cómo se usa eso para el desarrollo. Pero también hay que buscar otras fuentes energéticas”. Aquí se nos encendieron las voces interiores de alerta porque, si bien el futuro es a base de energías limpias o no habrá futuro, lisa y llanamente, Taiana está poniendo como atenuante de los combustibles tradicionales el hecho de que Vaca Muerta está deshabitada o poco habitada, cosa que no compartimos quienes vivimos en esta zona.
Creo que hay que tener mucho cuidado de no caer en el discurso del liberalismo, que hace 150 años definió como “desierto” a la Patagonia (¡y Malargüe forma parte de ella!) para justificar su “Conquista” para el progreso, no del país, sino del extranjero y de sus representantes locales, los Peña Braun, los Braun Menéndez, los Bullrich, los Luro, los Pueyrredón, los Menéndez Behety, etc. No es casualidad que, siendo aún ministro de educación, Esteban Bullrich haya dicho que “estamos viviendo una segunda Conquista del Desierto”, y que lo haya dicho en un discurso en Río Negro. Estaba anunciando que, de seguir las políticas neoliberales, la Patagonia iba en camino de ser “territorio sacrificable”
El debate completo puede apreciarse en Youtube, y es para no perdérselo: https://www.youtube.com/watch?v=PgxY6Z-qaVw&feature=youtu.be. Aquí pueden verse también los gráficos usados por el Prof. Chouza para ilustrar sus posturas…
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, jubilado docente y presidente de la Federación Argentina de Espeleología. Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Director del quincenario Sin Pelos en la Lengua, Malargüe.


