Una oportunidad para erradicar la pobreza
En mis dos notas anteriores hablé de la pobreza estructural global, la desigualdad social a escala planetaria y del caso argentino en particular. También describí el concepto de la Renta Básica Universal. Vamos a intentar hacer una reseña del modelo argentino de asistencia social, su universo, montos, accesibilidad, etc.
Argentina tiene actualmente unos 45,7 millones de habitantes, una población activa pre-pandemia de unos 21 millones de persones, de las cuales habían aproximadamente 12 millones de trabajadores con trabajo registrado, 7 millones de trabajadores en negro y unos 2 millones de desocupades.
Por otro lado se calculan unos 12,8 millones de hogares, unas 34 millones de habitantes mayores de 16 años y 11,7 millones de habitantes menores de 16 años.
El dato actual de pobreza del INDEC arrojó una cifra muy alta: 40,9%, equivalente a 18,6 millones de pobres. Otro dato de ésta última medición es el de indigencia que llegó a 10,5% equivalente a 4,8 millones de indigentes. En un año hay más de 2,5 millones nuevos de pobres y 1,3 millones más de indigentes.
Hace una semana se conoció el dato de desocupación: 13,1% de desocupados en Argentina; en Mendoza la cifra es de 15,3%, la de Córdoba 19,1%, Santa Fe 20,3%, Provincia de Buenos Aires 13,2%, CABA 11,1%, Salta 13,9%, Neuquén 13,5%. Hay casos muy graves como el de Mar del Plata con 26% de desocupación y el de Río Grande Tierra del Fuego con 22% de desocupación. La desocupación en Argentina ha crecido en 2,5% en un año.
Los datos son contundentes y nos demuestran que la Argentina pre-pandemia ya arrojaba datos muy negativos, con alta desocupación, con altos niveles de pobreza e indigencia, con un sistema productivo totalmente deteriorado, con altos niveles de endeudamiento público y privado. La gestión 2015-2019 de Mauricio Macri dejó al país altamente deteriorado en lo social y en lo económico. Si a esta tragedia le agregamos la pandemia global que en Argentina arrancó en marzo, los resultados están a la vista, los índices negativos se han agudizado, lamentablemente.
Vale mencionar que las estadísticas de Sudamérica, Norteamérica, Europa, Asia y Oceanía post pandemia arrojan en todas partes índices negativos, es decir, la crisis afecta a todo el mundo por igual; a los países y regiones históricamente pobres mucho más.
En Argentina tenemos el SIPA que es el Sistema Integrado Previsional Argentino. Pertenece a la ANSES que es la Administración Nacional de Seguridad Social, a cargo de las prestaciones y servicios nacionales de seguridad social. Este ente descentralizado administra los servicios estatales a unos 8,9 millones de jubilados y pensionados. Durante la gestión de Néstor Kirchner y Cristina Fernández se aumentó en un 117% el otorgamiento de jubilaciones y pensiones. Además se otorgan casi 2,4 millones de AUH y AUE (Asignación Universal por Hijo y por Embarazo) desde la gestión de Cristina Fernández, también se otorgan unas 600.000 becas Progresar, sistema de apoyo social que también implementó Cristina Fernández.
Actualmente se entregan cerca de 1,3 millones de tarjetas Alimentar de carga mensual, se otorgan 570.000 planes Potenciar Trabajo y 7.854.316 IFE, que es el Ingreso Familiar de Emergencia. Estas últimas tres prestaciones corresponden a políticas de asistencia social del gobierno de Alberto Fernández. El universo total de cobertura de las prestaciones antes detalladas es de casi 21 millones de personas. Es decir que el Estado Nacional llega al 46% de la población con diferentes planes de asistencia, jubilaciones, pensiones, planes de trabajo rentado, becas de estudio, etc. Es un porcentaje alto, pero insuficiente.
Vamos a detallar algunos ejemplos de prestaciones.
Jubilación mínima actual $ 18.128,85
PUAM (pensión universal para el adulto mayor), Es para mayores de 65 años que no reúnen la totalidad de aportes $14.503,10
Pensiones no contributivas (para mayores de 70 años sin ningún aporte, discapacitades, madres con 7 o más hijes, etc.) $12.689,80
AUH y AUE: $3.540 por cada hijo
Beca Progresar: para estudiantes secundarios, terciarios y universitarios. Van desde los $ 2.250 a los $ 6.900 mensuales, según nivel de estudio y carrera.
Potenciar Trabajo: es un programa de terminalidad educativa, formación laboral y certificación de competencia. La persona mientras se capacita recibe un ingreso mensual de $ 8.563.
Dejando de lado las jubilaciones y pensiones, el resto de la cobertura de programas de asistencia totalizan hoy unos 120.000 millones de pesos mensuales de aportes de SIPA-ANSES. Lamentablemente se trata de subsidios condicionados, ya que para recibirlos hay que demostrar carencias de tipo económico, no tener trabajo registrado, no cobrar ningún tipo de jubilación o pensión, tener algún tipo de discapacidad, tener que efectuar algún tipo de contraprestación, etc, etc, etc. Son insuficientes ya que no cubren las necesidades mínimas, no son universales ya que se otorgan sólo a un porcentaje de la población, además, su tramitación, otorgamiento, fiscalización y control son muy burocráticos y onerosos para el Estado.
Por otro lado tengamos en cuenta lo siguiente: la canasta familiar para una familia tipo hoy es de $ 45.000, el sueldo promedio de personal registrado en Argentina es de $ 33.000, las jubilaciones cubren en promedio el 60% de los gastos reales de alimentación, vestimenta y medicamentos, los subsidios no superan en ningún caso los $ 9.000 pesos por persona. Podemos llegar a la conclusión que tanto Trabajadores, Jubilades, Pensionades, Beneficiarios de Subsidios y Desocupades necesitan de un refuerzo mensual equivalente como mínimo a un salario mínimo, vital y móvil que hoy es de $ 16.875. Este refuerzo, este ingreso mensual tendría la característica de ser Universal, Individual, Incondicional y Permanente, por ley del Ejecutivo mediante decreto o por ley del Congreso Nacional.
Hoy el Gobierno Nacional está destinando $ 120.000 millones de pesos mensuales, equivalentes a unos $ 1.000 millones de dólares mensuales a subsidios insuficientes, condicionados, no universales. El PBI de Argentina fue de $ 432.000 millones de dólares. Es decir que se está gastando el equivalente al 0,254% mensual del PBI en política de Subsidios.
Proponemos una ampliación presupuestaria, de manera de otorgar una Renta Básica Universal de $ 16.875 iniciales y mensuales para todos los mayores de 16 años y de una Renta Básica Universal de $ 7.000 iniciales y mensuales para todos los menores de 16 años. Esta ampliación presupuestaria rondaría los $ 650.000 millones de pesos mensuales, equivalentes a $ 5.400 millones de dólares mensuales, equivalentes al 1,3% mensual del PBI. De esta manera se llegaría al 100% de la población, se generaría una masa de dinero circulante que sacaría rápidamente a la población de la pobreza extrema, se reforzaría de manera inmediata el mercado interno, se acrecentaría de manera notable la demanda de bienes y servicios.
De hecho las empresas de bienes y servicios aumentarían progresivamente la demanda laboral, el Estado recaudaría mucho más, el sistema financiero tendría exceso de efectivo y bajaría las tasas. Toda esta masa de dinero se podría destinar a préstamos productivos, lo que generaría un círculo virtuoso continuo, un crecimiento sostenido, mejor calidad de vida, paz social, mejoramiento de las condiciones humanas en general.
Daniel Musso
Miembro de la Red Humanista de Renta Básica Universal