Homenaje a un artista inconmensurable
“QUINO, Joaquín Salvador Lavado Tejón, nace en la región andina de Mendoza (Argentina) el 17 de julio de 1932, aunque en los registros oficiales, es anotado el 17 de agosto. Desde su nacimiento fue nombrado Quino para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, apreciado pintor y diseñador gráfico, con el que, a los tres años de edad, descubrió su vocación.
“A los trece años se matriculó en la Escuela de Bellas Artes, pero en 1949 “Cansado de dibujar ánforas y yesos”, la abandona y piensa en una sola profesión posible: dibujante de historieta y humor.
“Determinado firmemente a lograr sus objetivos, a la edad de dieciocho años se trasladó a Buenos Aires en busca de un editor dispuesto a publicar sus dibujos, pero pasaría tres años de penurias económicas antes de ver su sueño hecho realidad. “El día que publiqué mi primera página – dijo recordando su debut en el semanario Esto es, de Buenos Aires – pasé el momento más feliz de mi vida”. Fue en 1954. Desde entonces y hasta la fecha sus dibujos de humor se vienen publicando ininterrumpidamente en infinidad de diarios y revistas de América Latina y Europa.
“Con la popularidad mejora su situación económica, y en 1960 tiene la oportunidad de coronar otro sueño: casarse con Alicia Colombo, nieta de inmigrantes italianos y con un título en química.
“En 1963, aparece su primer libro de humor, “Mundo Quino”, una recopilación de dibujos de humor gráfico mudo con prólogo de Miguel Brascó. El mismo Brascó lo presenta a Agens Publicidad, que buscaba a un dibujante para que creara una historieta «mezcla de Blondie y Peanuts» para publicitar el lanzamiento de una línea de productos electrodomésticos llamados Mansfield, razón por la que el nombre de algunos de los personajes debían comenzar con la letra M, de ahí Mafalda. Agens no hace su campaña, pero Quino se queda con unas pocas tiras que le serían útiles unos meses después, cuando diera vida al personaje que lo haría famoso.
“Paralelamente, en 1936 el pequeño Quino descubre que andan por ahí unos españoles malísimos, que están matando a los españoles buenos. Alemanes, italianos, curas y monjas son personas malísimas porque están de parte de los españoles malos. En cambio hay catalanes que han dejado de ser malos y ayudan a los españoles buenos.
“1939: ¡Sálvese quien pueda! Han ganado los malos. Pero el pequeño Quino ya va a las escuela y allí aprende que los que son buenos de verdad son los argentinos. Para intentar deshacer el embrollo, el pequeño Quino se pone a dibujar, en silencio. Hablando se arriesga uno a decir cosas equivocadas sobre el bien y el mal.
“Hacia finales de 1939 el panorama se complica: los ingleses, que eran malísimos porque habían robado las Malvinas y Gibraltar, ahora son buenos porque defienden al mundo de la agresión alemana, italiana y nipona (1941). También los norteamericanos son buenos. En 1945 Quino empieza a estudiar dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza.
“En 1954, tras enterarse que los italianos, los alemanes y los japoneses no son al fin y al cabo tan malos, y que los ingleses, los norteamericanos y los franceses tampoco son tan buenos, se traslada en Buenos Aires, donde empieza a publicar sus viñetas.
“En 1960, Quino se casa con Alicia, de origen italiano, y decubre la bondad de ese pueblo estupendo. Su carrera como dibujante humorístico se afirma con Mundo Quino (1963), su primer libro, y en 1964 nace Mafalda, una niña que intenta resolver el dilemna de quiénes son los buenos y quiénes los malos en este mundo”.
(Texto tomado de su biografía oficial)